Epílogo

390 26 4
                                    

*Varios meses después*

Justin POV's

Era su día. El que había estado esperando por tanto tiempo, había llegado. Luego de tanto llorar, tanto sufrir, había aprendido a luchar.

Hoy los frutos de esa guerra nacerían, iluminando todo a su alrededor.

Mi día ya había pasado hace un mes, me había recuperado y sanado, por lo que ya estaba afuera.

Pero hoy era el de ella. Después de tanto tiempo, después de todo lo que me ayudo, saldría de rehabilitación. Los médicos dijeron que estaba curada, pero que debía cuidarse por un tiempo. Y tienen razón, un problema como el de ella, como el mío, como el de cualquiera no se curaba y listo. En realidad, eso jamás curaba. Es y será una lucha constante, pero al salir de ahí ya no sería presa de la mierda que antes llevaba.

Me puse mis mejores jeans, la camiseta rosa que ella siempre elogiaba y mis convers amadas. Peine mi nuevo corte de pelo, esperando que le gustara. Me eché perfume y salí de la casa.

De camino le compré unas rosas rojas, sus favoritas.

Estaba tan emocionado de volver a verla, de verla sana y feliz otra vez. Moría de ganas de abrazarla, mimarla, hablarle de nuevo.

De besarla otra vez.

Su médico me había dicho que estará allí a las dos treinta pm. y que me preparara para ver a una nueva Clara.

Me palpitaba el corazón de alegría, las manos me sudaban y mis ojos estaban alerta por cualquier cosa, pero estaba feliz.

Entre por segunda vez en mi vida por aquella puerta de metal y saludé a los guardias con una sonrisa.

Me senté en la sala de espera luego de que la secretaria avisara a no se quien que había llegado. Y pensar que hacia un tiempo venía hacia aquí cuando mi madre me visitó por última vez.

Y ahora venía a verla a ella.

Recuerdo todas esas veces en que nos besamos, que nos abrazamos, que dormimos juntos. Cada vez que ella me cuidó y yo a ella. Cada noche de sufrimiento, cada batalla. Todo a su lado.

Quería pasar el resto de mi vida junto a ella. Estaba decidido.

Mi reloj marcó las dos con veintinueve minutos.

Que puntuales, pensé.

Oí ruidos desde la puerta por que salí hace un mes y mi corazón se paró.

Y ahí estaba ella. Su cabello ahora era color azabache, no estaba maquillada y sus ojos estaban igual de hermosos tales como la primera vez que la ví en la salida de la sala de rayos.

Una hermosa sonrisa se salió de sus labios acompañada de lágrimas, pero esta vez de felicidad.

Corrí a su encuentro y la abraze. Como extrañaba esto.

Le di las rosas algo aplastadas y ella rio.

Nos abrazamos aún más, queriendo que el tiempo se detuviera.

Ella dijo 'gracias' y yo la besé.

Sonrió entre besos y le devolví el gesto.

Despedimos a todos y salimos.

Ella tomó aire y sonrió.

Y ahora sabía que todo iba a estar bien.

Porque ella creía en si misma.

-----------------------------

*llora*

¡HOLA!

Buenos días, tardes, noches, lo que sea por allá.

En verdad es difícil decir adiós a esta historia.

Una historia que me identifico, me liberó, me ayudo, me hizo crecer tanto.

Y por sobre todo a creer más en mi misma.

Quizás no sea la mejor en contexto de escritura, pero en lo que es sentimiento, es pura.

Y creo que lo vale.

Quizá no sea el final.

Quizás haga una segunda temporada, quizá no.

En verdad, no creo. Esta historia merece este final, pero es muy importante para mí.

Quedará en mi alma por siempre.

Simplemente gracias.

Estoy bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora