Not exactly a Love Story

¿Volver afuera?

La noche es reemplazada por una mañana que intenta ser brillante, aún si el cielo y el resto de nuestro monocromático mundo es una escala de grises.

Grises, rojos...

Creo que he dormido un poco, no estoy seguro. De cualquier forma, ya no siento cuando me canso, o cuando estoy listo.

Creo que no importa mucho.

Te miro y sonrío. Pareces un sueño, ya sabes: demasiado bueno para ser real.

No te he soltado en toda la noche. Aún me abrazas con fuerza.

Y tu estómago gruñe.

Yo he olvidado que tengo hambre, pero al contrario de hace varios años, ya no luces apetitoso.

No puedo infectarte, no puedo contaminarte. Eso sería hacerte daño, demasiado daño.

Y es un error que aprendí a no cometer nunca más.

Lo hice en otra vida, y en ésta segunda oportunidad no iba a repetirlo.

Te agitas y despiertas.

Me alegra, igual que antes, ver tu sonrisa apenas abres los ojos.

-Buen día.

-Hola, ¿dor...miste bien? 

-De maravilla. Hacía meses que no descansaba así.

-¿A...Así?

-A salvo.- mi pecho me duele. ¿Cómo pude abandonarte y dejarte solo tanto tiempo? 

A merced de esta catástrofe...

Nos levantamos y miro por la ventana quebrada. 

Es lo mismo de siempre, pero peor. Desvío la vista, cierro los ojos con fuerza, intento apartar de mi mente los relámpagos de dolorosos recuerdos. 

Y me abrazas por la espalda. Siento tu respiración calmada contra mi piel.

-¿Todo bien, Hat?

-...S-Sí, claro...- me giro hacia ti y te aparto un poco, señalando tu estómago. Sé que tienes hambre y mentirás diciendo que no; cuando mientes arrugas tu nariz.

-Estoy bien, no debes preocuparte.

-Es...mi trabajo...preocuparme.- acaricias mi mejilla y creo que he temblado.

Es tan cálido...

-¿Sabes? No has cambiado nada.- colocaste tu mano sobre mi pecho, a la altura de un corazón intacto, pero inservible ya. -Y, como siempre, no dejas de sorprenderme...

-Far...Farlan.- besas mi frente. Sueles hacer eso para calmarme, y siempre ha funcionado.

-Volveremos aquí ésta noche, pero tengo que llevarte a otro lugar, ¿está bien?

-¿Quieres...salir?

-Estaremos bien, sanos y salvos.- no estoy seguro.

Quiero tenerte aquí, en lo que fue nuestro hogar, sin tener que exponerte de nuevo al desastre que domina el exterior.

Pero no puedo ser así de egoísta, no puedo obligarte. 

Sonríes.

Si salimos, estarás bien. No pienso dejarte, soltarte, dejar que te lastimen...

-...Está...bien.

-Gracias por confiar en mí, Hat.

¿Cómo podría ser de otra forma?

Recuerdo las lágrimas que caían por tus mejillas mientras, con tristeza, te prometía que jamás te dejaría ir.

Todas las sombras que querían dañar tu luz jamás te alcanzarán. 

Recuerdo cuando me dijiste: "No me dejes aquí solo."

Pero todo ese dolor se irá con la noche de hoy...

Sólo cierra tus ojos, que el sol se está poniendo. Estarás bien, ya nadie puede lastimarte.

Ven con la luz del amanecer, porque tú y yo ya estaremos sanos y salvos.

No te atrevas a mirar por la ventana, cariño, todo está siendo consumido por las llamas.

El mundo de afuera se torna en peligros que no conocemos.

Mantén contigo ésta canción de cuna, y aún si la música deja de sonar, aún si el sonido se va, te cuidará.

Cierra tus ojos por hoy, que el sol está desapareciendo, y nada en el mundo podrá tocarte para lastimarte.

Te mantendré sano y salvo...

Sólo cierra tus ojos.