Alice notó que me pasaba algo.
-¿Por qué esa cara larga?- preguntó bromeando un poco.
Me senté a su lado y le acaricié la mano antes de anunciar:
-Hoy es mi último día aquí-
Lice borró su sonrisa.
-¿A dónde irás?-
-A un lugar muy lejos de aquí-
-¿Dónde exactamente?- preguntó desesperada.
Tragué saliva.
-No puedo decirtelo, pero te aseguro que estaré de maravillas, todas las noches podré ver las estrellas-
Vi lágrimas asomarse por sus ojos.
-¡No llores! En mi último día aquí no quiero tener el recuerdo de que lloraste...¿En qué pensabas hoy?-
Alice se tragó las lágrimas como pudo.
-Hoy no pensaba... hoy extrañaba-
-¿De verdad? ¿A quién?-
-A ti- respondió y me abrazó como ninguna persona lo habría hecho jamás.
La estreché fuerte entre mis brazos. No quería soltarla.
-Lice, tú tranquila, estaré bien...-
La escuché sollozar.
-¡Tú sí, yo no!-
Eso me había herido más que un corazón roto. Traté de no aparentarlo.
-"Tú estarás mal si quieres estarlo"-
Alice dejó de llorar y me miró a los ojos.
-¿Esa frase es de algún filósofo griego?- preguntó.
Sonreí y negué con la cabeza.
-No, es mía-
Alice me regaló una sonrisa forzada y luego besó mi mano.
-Yo te extrañaré. ¿Tú me vas a extrañar?-
-Claro que sí- respondí con seguridad.
-Entonces...¿Qué harás para recordarme?-
Le besé la mano y levanté la vista hacia la noche.
-Solo miraré las estrellas...-
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Mirada Hacia Las Estrellas
Truyện NgắnUna pequeña historia Ideal para las noches llenas de melancolía y esperanza. Sugerencia: Leer esta historia en un lugar cómodo, calentito y silencioso. Nota: Es muy importante que esta historia sea leída de noche; a esas horas ocurre la magia...