¿Hazme un favor?, hazme sentir mal

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*ETHAN EN MULTIMEDIA*

Un escalofrío viajó por todo mi cuerpo, provocando que abriera los ojos y mirara a mi alrededor. ¿Dónde estoy? Tengo frío. Sólo veo paredes de madera y aquello me hace recordar la tragedia del día anterior. Si tan sólo fuera un sueño, todo sería maravilloso. Al recordar todo volví a romper en llanto, quedándome dormida al instante.

...

Me desperté por segunda vez en el día, pero esta vez tenía algo diferente, una manta cubría mi pequeño y frágil cuerpo, una manta suave, gruesa y calentita. Una sonrisa escapó de mis labios al caer en cuenta de que ya no tenía frío y que un cobertor me protegía, pero... eso significa que alguien me descubrió, ¿serían mis padres? No lo creo, me habrían llevado a casa. Sea quién fuese el que me tapó, no me despertó, lo que significa que está de mi lado, me está ayudando... ¿no?

Estaba absorta en mis pensamientos cuando escuché que alguien se aclaraba la garganta.

-Despertaste -escuché una voz que nunca antes había escuchado.

-Mm... ¿sí? -hablé buscando a mi "salvador" por decirle de alguna manera.

Me costó encontrarlo, era un chico alto, de piel clara, con un cuerpo esbelto y trabajado, de cabello oscuro y unos increíbles ojos azules acompañados por unos lentes negros. Era realmente guapo. Él no me estaba mirando, tenía la vista perdida en el horizonte... ¿así es como se dice, verdad?

-¿Estás mejor? -preguntó el chico con un tono que inspiraba paz y confianza. Su voz era realmente espectacular, era grave y sensual.

-Esto... Sí, gracias por la manta -exclamé tímidamente, levantando la vista y encontrándome con esos ojos azules mirándome fija y detalladamente, lo que provocó que mis mejillas enrojecieran.

-No hay de qué -sonrío y en ése preciso momento morí. Su sonrisa era la cosa más bella que jamás había visto. -¿Quieres comer algo?

-No quiero abusar, gracias -dije amablemente, forzando una sonrisa.

Él rió -No abusas, estoy a tu servicio, quiero ayudarte -articuló.

-Yo... Está bien, gracias -Sonreí tímidamente. -Me llamo Jane, mucho gusto.

-Soy Ethan, encantado de conocerte. Iré a traer sopa, espérame -Dicho y hecho. Ethan se marchó y enseguida volvió con dos tazones de humeante sopa.

Me entregó uno para luego sentarse frente a mí cruzando las piernas. Él me miraba así que tomé sopa y vaya que estaba buena. Asintió y tomó de la suya, cuando alejó el tazón de su rostro vi como sus gafas estaban empañadas por el calor del razón, no aguanté y me reí. Al verme reír, él también lo hizo.

A pesar de conocerlo recién, me sentía cómoda con él, sentía confianza, seguridad, nada que suela pasarme. Así que decidí contarle lo que me pasaba.

-Fui de vacaciones a Cuba con mi prima, supuestamente estaríamos dos meses allá, pero sólo estuvimos uno. Queríamos darles una sorpresa a nuestros padres. Entonces llegué muy feliz, estaba frente a la puerta de la entrada cuando escuché unos gritos, aguardé un momento, escuchando la conversación... Resultó que mi padre engañó a mi madre y se van a divorciar o ya lo hicieron, no lo sé. Fue una noticia devastadora y más al enterarme así. Mi padre salió por la puerta en la que yo estaba, no pude contenerme más y salí corriendo hasta llegar acá -le conté todo lo que había pasado y sollocé al pensar en ello. Ethan me miraba con tristeza y se ganó al lado mío para poder abrazarme, me sentía bien en sus brazos, me sentía protegida, a pesar de que no lo conocía. No me moví, me quedé ahí y sí, volví a quedarme dormida, pero esta vez, en los brazos de Ethan.