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—Iremos a la fiesta, ¿verdad? —preguntó Mariale mientras ponía ojos de cachorrito. Suspiré con pesadez.

—Si eso es lo que quieres, entonces sí

—¡Eso! —saltó con alegría, me abrazó y besó mi mejilla con fuerza.—Eres la mejor prima del mundo, ¿Lo sabes?

—Yes, I know —tiré mi cabello hacia atrás como una diva.

Male hurgó entre su ropa, buscando algo nuevo que ponerse. Finalmente se decidió por un bikini básico de color azul marino y un vestidito floreado de verano de color blanco y celeste.

—Bueno, esto me pondré, ¿Tú?

—Yo voy a ir así —respondí sin importancia.

—Oh no, no, no y no —se acercó a mi armario.—Esto no, esto tampoco... ¡Ya, esto te pondrás! —estiró las prendas y yo puse mala cara.—Es una fiesta, Jane, tienes que ponerte bella. Recuerda que va a estar Mason —canturreó.

—Recuerda que no me interesa Mason —sonreí falsamente.

—Come on, Jane. Es guapo.

—Y engreído, sabes que no soporto a los chicos así.

—Bueno, pero también sé que tarde o temprano te terminan gustando —agregó. Maldita sea, ella tenía razón, pero no quería que él me gustara, de seguro es un mujeriego como la mayoría de los adolescentes.

—Cierra la boca, Mariale —le arrebaté lo que había escogido para mí y me metí al baño.

No lo quería admitir, pero la ropa que escogió para mí está bastante bien, me gusta (aunque eso es obvio ya que es ropa que yo compré) era un bikini negro simple y un vestido del mismo color con florecitas rosadas, bellísimo. Me coloqué unas sandalias, amarré mi cabello y agarré un bolso negro donde guardé mi celular y la llave del dormitorio.

—Listo, vámonos —dije mientras salía del baño.

—Guapísima, vamos —sonrió complacida.

Bajamos y caminamos hacia la playa, a la entrada de esta nos esperaban Mason y Gabe. Ambos estaban vestidos con camisas playeras entreabiertas y pantalón de baño de un sólo color. Vaya cuerpos tenían esos chicos.

—Hola, guapas —saludó con entusiasmo Mason.

—Hola. Gaby, no sabía que estabas tan bien —mordió su labio.

—No puedo decir lo mismo de ti, Males —se burló Gabe. Ella se pegó en el brazo.—Sabes que es broma, lindura —le guiñó el ojo y comenzaron a bromear entre ellos, tan típico.

—Ahora te ves decente, novata —puso su lenguaje entre los dientes de forma juguetona.

—¿Decente? Me veo de lo mejor, acéptalo —hice una pose de diva y él rió.

—Okay, lo acepto —él admitió y yo reí.—Venga, vamos a buscar algo para tomar chicos —animó.

—¡Hey!, ¿Se te olvida que somos menores de edad, genio? —recordé lo de esta tarde en la barra libre.

—No digo yo, novata. Yo conseguiré el alcohol —me tiró un beso y se alejó.

—Jane, no vamos a beber, ¿cierto? Tú sabes bien que nuestras madres nos lo advirtieron —mencionó mi prima, ella tenía razón, nos matarían si se enteraran.

—Tranquilas, amiguis, vamos a buscar algo para beber sin alcohol —nos apoyó Gabe.

Fuimos a una barra tropical y pedimos agua de coco para tomar, estaba delicioso. Luego yo pedí una piña colada sin alcohol y los tres nos alejamos de la barra para ir a bailar en la arena. De a poco el grupo se fue desintegrando, primero Mason desapareció con la excusa de ir a buscar alcohol y ahora Gabe y Male se metieron en su propio mundo, coqueteando mientras bailaban y bromeaban, ¿será que finalmente pasará algo entre ellos?

Me quedé sola en la fiesta y eso fue lo que me advirtió que la fiesta había terminado para mí. Miré por última vez a los tortolitos y me alejé. Mientras caminaba hacia la entrada de la playa -por la cual también se sale, obviamente- creí reconocer a Mason, así que me acerqué un poco más para asegurarme y reclamarle la demora. Se notaba que estaba ocupado, estaba intercambiando fluidos salivales con una morena. ¡Lo sabía! Mujeriego.

Llegué a la habitación, metí la tarjeta y la puerta se abrió. Me quité todo, me puse el pijama y me metí a la cama. De repente, una gran angustia me consumió, lo cual me sorprendió, no me dolió ver a Mason con esa chica, entonces, ¿por qué me siento así? ¡Segunda vez en el día! Como sea, estaba agotada, así que cerré los ojos y caí en un profundo sueño donde vi unos profundos ojos azules.

¿Hazme un favor?, hazme sentir malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora