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-Ah, hija. Planeamos ir mañana al lago a bañarnos y tener un día de picnic allá, ¿Te unes? -propuso mi madre.

-Pero mañana es lunes y hay Instituto -Dije incrédula.

-Lo sé, tu prima faltará a clases y se quedará aquí con nosotras unos días más.

-No, lo siento, es el último año y no me puedo arriesgar. Es más, ahora mismo arreglaré las maletas para irme, ya que si me voy mañana no alcanzaré a llegar a clases.

-Bueno... ¿Te llevo al terminal?

-Ya qué.

Subí a mi habitación, saqué mi maleta y guardé todas mis cosas. Agarré mi bolso con mi móvil y bajé. Me despedí de mi abuela y de Male.

Me subí al auto y mi madre puso el auto en marcha, al llegar al terminal nos despedimos, me dio las llaves de la casa y advirtió que no quería nada de fiestas en su ausencia.

Saqué me pasaje y me subí a un bus. A eso de las 7:45 ya había llegado al terminal de mi ciudad. Bajé del bus y retiré mi maleta de la parte de abajo.

Me dieron unas ganas enormes de ir al baño, pero los del terminal de buses se pagaban y eran una cochinada, así que como el aeropuerto estaba al lado y los baños eran muchísimo mejor, me dirigí a los baños de allá. Hice todas mis necesidades y cuando me estaba lavando las manos me encontré con la chica de la otra vez, ¿cómo se llamaba? Ah, sí, Lauren.

-¡Hola! -Saludó alegre abrazándome.

-Eh... Hola -Respondí al saludo, pero no al abrazo.

-¿Tú también viajaste? Ah, verdad, me dijiste en el otro día. ¿Y dónde fuiste? -Vaya esfuerzo por ser amable.

-Al campo, ¿tú? -Respondí sin mucho interés.

-Oh, qué lindo. Yo fui a New York con mi novio y mi familia.

-Aaah, que bueno. Oye, lo siento, Lauren, estoy apurada. Debo llegar lo más rápido posible a mi casa. Nos vemos en el Insti.

No esperé su respuesta y salí de baño. No me gustaba hablar con ella, sentía algo extraño, me sentía incómoda.

Estaba caminando tan rápido que choqué con alguien.

-Oh, qué torpe, lo siento -Me disculpé avergonzada.

-¿Jane? -Ethan. -¿Por qué no contestas mis mensajes y llamadas?

-Yo... Yo no escuché el teléfono, venía en el bus y pues no tenía mucha señal. Lo siento -Murmuré mirando el piso.

-Está bien, también lo siento, estaba preocupado -Me levantó el rostro con su dedo índice y me miró con ternura, para luego estrecharme entre sus brazos. Claramente respondí el abrazo, era tan reconfortante.

-Hey, no me contaste dónde fuiste -Cambié de tema.

-Ah, sí. Fui a New York -Respondió cabizbajo, pero rápidamente volvió a sonreír.

¿Y sí fue con...? No, imposible.

Me reí ante aquel estúpido pensamiento.

-Bueno, Ethan. Debo irme. Nos vemos en... ¿Un mes? Contigo no se sabe, apareces cuando quieres.

-Más bien cuando me necesitas -Exclamó él y besó mi mejilla. Se alejó entre la gente dejándome sola y toda colorada.

Pero... ¿cuándo podría necesitarlo yo a él?

¿Hazme un favor?, hazme sentir malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora