Capítulo 5: Corazón Salvaje

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A continuación, Zule se puso de pie y empezó a contar la historia de ella y su hermana Itzel:
"Mi pueblo era el más poderoso en su tiempo, almenos en lo que ahora se conoce como México, éramos de la civilización Maya, en sí no nacimos en la familia real. No como Danny.

Acostumbradas a ver sacrificios humanos, y a vivir múltiples guerras, decidimos vivir un poco apartadas, mi familia era una familia de campesinos, cultivaban y vivían de la tierra, no teníamos oro pero éramos felices. No nos involucrábamos en la guerra pues no nacimos para eso, y menos nosotras dos siendo mujeres, las mujeres no podían combatir y nosotras no queríamos hacerlo, además éramos niñas no aspirábamos a eso.

Todo cambió cuando el gran jefe decidió atacar a una civilización de menor categoría en ese entonces, iniciando así una guerra sin precedentes; dejando así destrucción y mucha sangre derramada. Los campos donde trabajamos estaban repletos de soldados muertos y se tenían que sacrificar a los sobrevivientes.

El pueblo acudía con júbilo a ver esa ceremonia de sacrificios al Dios Kukulcán en Chichén-Itzá, miles y miles de personas abarrotaban los patios inferiores del templo mayor, para ellos ese derramamiento de sangre era un espectáculo. No nos metíamos en esos asuntos hasta que algo en nuestra vida cambió.

Un monstruoso y poderoso ser apareció de los cielos, la gente creía que se trataba de los Dioses pero sólo descendió una poderosa criatura con aspecto esquelético, cómo si de un montón de cadáveres se tratase, estaba lleno de ira y de rabia, escupía fuego negro de su boca, las ciudades mayas quedaron devastadas al ver un poderoso ser y muchos abandonaron aquella ciudad. Esa cosa sea lo que sea se fue y jamás lo hemos vuelto a ver, muchos pensaron que se trataba de Xibalba pues era el infierno viviente, otros piensan que se trataba del Dios de la muerte Yum-Kimil, pero en realidad era alguien feroz. A pesar de nuestra corta edad, recuerdo cada detalle. Aquello hizo que Muchas ciudades nos consideraran un pueblo Maldito, y nadie volvió a asentarse en tierras mayas, ni siquiera por la enorme cantidad de oro que había. Con el tiempo buscamos refugio en una pequeña ciudad maya en Palenque y les contamos lo sucedido, el nuevo monarca cuyo nombre también era Pa'cal nos dio un hogar y trabajos para ganarnos la vida, todo iba bien. Crecimos y empezamos a trabajar. Seguíamos cultivando, nos volvimos totalmente veganas.

El cultivo era bueno pues la tierra era bien fértil, nuestros productos se vendían bien en el mercado, tanto así que nuestros cultivos se usaban para preparar los alimentos del líder supremo, mi hermana sabía cocinar muy bien, ella servía los alimentos a la realeza y trabajaba en el templo mayor y en las casas de honor.

Todo volvió a cambiar cuando Xuluc' Tapán invadió la ciudad maya de Palenque para hacerse del oro y de los productos de aquellas tierras, los soldados combatían y nosotras estábamos en medio de toda esa confrontación, corrimos hacia los campos para ocultarnos pero algunos nos seguían, al vernos de buena apariencia pensaban en llevarnos cautivas. Ellos intentaron llevarse a mi hermana primero, así que en un intento por defenderla me abalancé sobre uno de ellos y le rasguñé la cara, ellos corrían aterrados y yo seguía sin saber porqué hasta que mi hermana me dijo:
-'Eres un Jaguar'

-'No lo creo, sólo fue un leve rasguño'

-En verdad, te convertiste en un Jaguar

Y al verme las manos (o garras) me di cuenta de que efectivamente era cierto, y no sabía cómo revertirlo, pero mi hermana sólo me abrazó y pudo traerme de vuelta a mi estado humano, me puse mi ropa (pues la transformación fue completa) y volví a casa.

Entonces nos rodearon todos y mi hermana pensó que nos atacarían de nuevo así que gritó fuerte pero lo que salió de su boca no fue un grito sino rugido de jaguar, entonces él jefe militar de los invasores se acercó a nosotras y dijo:

-'Entonces es cierto, ellas son diosas'

-'Sólo somos humildes campesinas, no queremos pelear más'

-No tendrán que hacerlo contra nosotros nunca más, nos humillamos ante ustedes pidiendo clemencia y rogando porque no desaten su ira contra nosotros, nuestro ejército está a su servicio'

Dicho ésto, aquel hombre se inclinó ante nosotras y trajeron ofrendas de oro y jade, nuestro pueblo también se inclinaba y nosotras no sabíamos como reaccionar.

Pasó el tiempo y aprendimos a dominar nuestros poderes, al parecer yo podía adoptar la forma de cualquier animal y mi hermana simplemente adoptaba las características más sobresalientes. Viajábamos mucho por los alrededores explorando otros lugares y estudiando mejor a los animales para así darnos una idea de su potencial, y si algún intruso se acercaba y amenazaba a nuestro pueblo, lo auyentábamos con nuestros grandes poderes.

La gente nos miraba con admiración y al fin pudimos darle una vida digna a nuestras familias, era todo paz y armonía, pero pronto tenía que acabar, y sucedió cuando una luz bajó de los cielos hacia nosotras, esa luz me recordó a la vez que vimos a ése extraño ser al que llamamos Xibalba, pero era totalmente diferente, ahora nos llevaba lejos de nuestras familias y nadie pudo salvarnos, quedamos aterradas por lo sucedido, pensamos que los Dioses estaban enojados por nuestro abuso de poder o que Xibalba venía por más...Pero despertamos aquí y hasta ahora sabemos poco de lo que sucedió después con nuestros hogares"

Leo dijo:
-Es una excelente historia, respecto a tu problema con la ropa Zule, te preparé telas especiales que se adaptan a tus transformaciones, misma que usé con Jordán ya que si te transformas en hormiga puede hacerse pequeña y si te transformas en un oso, se estira cómodamente, y si te decides ir por un calamar pues no pierdes sus características.

-¿Calamar? ¿Qué cosa es un calamar? Dijo Itzel

-Oh cierto - Se disculpó Leo -vean el canal Animal Planet, ahí aprenderán los distintos tipos de animales que existen en el mundo y creo que es mejor que explorar la selva sin protección.

-Muchas gracias Leo- Dijo Zule - te nombraremos Itammá, Dios protector.

-Oh vaya jejeje, con que me llamen Leo o hermano estoy bien, no necesito más... Y bien ¿quién sigue?

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