Capítulo 9. Un mundo pequeño.

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Marizza Segova empezó a relatar su historia:
"Era la princesa de Italia hace muchos años, heredera al trono y con muchos privilegios, de pequeña me inculcaron muchos valores y principios sin embargo mis padres eran sobre protectores. No me dejaban salir y cuando al fin lo hacían, siempre tenía un guardaespaldas y una nana cuidándome.

Los turcos otomanos habían conquistado muchos territorios y la península ibérica estaba prosperando, desde España Hasta Portugal, e incluso algunos países de Asia y África estaban creciendo muy de prisa, se había descubierto un nuevo continente y eso me llenaba de emoción, sólo escuchaba lo que se decía del nuevo continente: 'gente con taparrabos y con grandes edificaciones llenas de oro, animales increíbles y plantas de todo tipo' quería conocer esas Tierras.

Desde chica coleccionaba los mejores retratos que los pintores de Italia ilustraban sobre el nuevo continente, además de las otras maravillas del mundo, pirámides en Egipto, murallas en China, el Taj Mahal, una ciudad en una montaña, tantas cosas me gustaban verlas y apreciarlas y sólo desear algún día conocerlas.

Papá atendía a los capitanes y marinos procedentes de otras tierras y yo me quedaba para escuchar sus experiencias, era tan emocionante que sentía que estaba yo ahí.

Pasaron los años y seguía con la misma ilusión de siempre, mis padres como en todo cuento de princesas me presionaban a buscar pareja en los hijos de otros reyes para formar alianzas poderosas. Yo aún estaba indecisa con el camino que habría de seguir, ser reina o princesa era algo muy aburrido y más aún si no puedes salir de tu palacio. Habían Muchas naciones en guerra y ataques piratas en alta mar, muchos peligros que parecían enormes a la manera en la que me contaban mis padres.

Fue ahí cuando descubrí mis dones, fui a mi cuarto de arte donde tenía los cuadros de los lugares mas hermosos del mundo, entonces por un momento cerré los ojos y me visualicé en Grecia, y cuando abrí los ojos había aparecido en Grecia. Las personas de ahí estaban sorprendidas y asustadas a la vez pues contaban que salieron aces de luz por todas partes y que me vieron salir de en medio del juego de luces.

Estaba tan sorprendida como asustada, una parte de mí quería volver a casa pero otra parte quería explorar ese lugar que nunca antes había conocido. Conocí gente nueva, y como había estado encerrada mucho tiempo pude estudiar la cultura y los diferentes idiomas del mundo, al menos los más importantes, podía platicar con la gente con total libertad. Pero poco a poco caía la noche y yo tenía miedo e inseguridad de donde pasarla, además no sabía cómo regresar.  Pensaba que era algún tipo de sueño raro o que estaba atrapada en el retrato, no lo sé, pero tenía que buscar refugio, fue donde una hermosa mujer me dijo que la acompañase a su posada almenos para pasar la noche.

Grecia era muy hermoso, quería darme el tiempo de ver sus playas y paisajes e incluso conocer el Monte Olimpo... cené con la señora quien fue muy agradable conmigo y le platiqué de donde venía. Ella se sorprendió muchísimo al enterarse de que yo era una princesa y de cómo había llegado a ese lugar aunque no era tan raro, pues el rumor había corrido por todas partes. Se acercaba la hora de dormir y me acosté en una cama muy cómoda aunque no tanto como las de mi palacio pero daba igual, entonces al despertar a la mañana siguiente, como por arte de magia había aparecido en mi cama, en el palacio. Para decepción mía, había pensado que todo aquello fue un sueño, hasta que vi mi vestido y vi una mancha que me hice mientras comía con la señora, algo raro estaba pasando.

Al bajar al salón principal, mis padres estaban rodeados de la caballería real y todos preocupados, según oía estaban buscándome, lo cual me hacía pensar que aquello no había sido un sueño. Me acerqué a ellos y lea dije que todo estaba bien y que sólo estaba en la habitación escondida. Ellos me abrazaron con mucha dulzura pues se sentían aliviados de verme.

En eso se pone de pie un caballero que jamás había visto, y dijo: 'su majestad, con todo respeto, yo estuve buscando en toda la casa, mis hombres junto con los suyos buscamos en toda la casa, jamás se me ha escapado si quiera un conejo en el bosque sin que yo no pudiera encontrarlo, no creo que una dama como Marizza pudiera esconderse con tanta facilidad sin que yo lo supiera'

Me las ingenié para darles una excusa creíble para todos incluso para aquel general, pero justo cuando ya estaba por irse, mi madre me regaña por manchar el vestido que ella me regaló, entonces aquel hombre se inclina un poco y se acerca a la mancha y la huele y dice:
-'Deben tener una gran colección de especias en su reino'

-'Todo es cultivado y cosechado en las granjas del rey' - exclamó mi madre.

-'No lo creo' - Dijo el misterioso hombre

-'¿Qué insinúas?' -Preguntó mi padre un poco intrigado

-'Adoro el aroma de la manzanilla, no había olido el aroma de una manzanilla tan fuerte y tan penetrante como el de los campos griegos, utilizados con Krokos para darle color y olor a la comida'- Respondió aquel hombre mientras se retiraba lentamente.

Entonces pregunté que si quién era aquel extraño sujeto, de modo que mis padres me respondieron que era de la élite de Caballeros a nivel internacional, estaban por todo el viejo mundo y no le rendían cuentas a nadie, se solicitaban sus servicios con un intermediario y los solicitamos para encontrarte pues pensamos que algo te había pasado.

Con el tiempo usaba mis nuevos poderes e intentaba cada día dominarlos más para así conocer tierras jamás exploradas por mi, aprendí a controlarlo en distancias cortas y aprendí a pintar más y más cuadros y a comprar más y más para visitar cada vez más lugares. Formaba alianzas con otras naciones y el reino empezaba a prosperar mucho.

Todo cambió cuando recibí la visita de aquel extraño hombre que se identificaba como Kamelot, me reía pues sus generales también tenían nombres de Caballeros legendarios, era obvio que ese nombre era un alias puesto que operaban en secreto. Mis padres los invitaron a cenar y empezó una plática incómoda:

-'Marizza, me dicen que tu escribiste la receta de muchos de estos platillos'-

-'Claro que si, ella escribió todos y cada uno, me sorprenden muchos de ellos porque tienen sabores extraños pero muy deliciosos'- contestó mi madre.

-'¿Dónde aprendió a elaborarlos señorita Marizza?

-'Acostumbro leer mucho, tal vez leí demasiado y mi don con la cocina se juntaron y formaron ese libro'

-'Admiro su modestia, pero aún así, conocer la cantidad exacta y la manera de prepararlos eso sin mencionar su apariencia original, ¿no le parece que es algo más allá de leer y tener dones especiales?'

-'Mire yo desde pequeña he sido confinada a estar en mi palacio y en mi país, mi sed de conocimiento me llevó a leer y escuchar muchos relatos del mundo exterior'

-'¿Esos relatos son tan interesantes como su colección de arte?'

En ese momento me asusté aunque recordé que hace tiempo él y sus hombres me buscaron por toda la casa.

-'Todos tenemos un don especial Marizza pero estoy seguro que el suyo no es cocinar o tener memoria fotográfica pues de ser así sería la cocinera real o la escritora de muchos libros'

-'¿Qué insinúa?'

-'¿yo?, (entre risas) nada, sólo que mi madre es Francesa y ni ella preparaba así el pan, sólo le daré un consejo antes de levantarme y agradecerte por éste banquete: 《si viaja mejor tome el barco así disfruta la vista de alta mar y evita perderse de otros detalles del viaje exprés》.

Me quedé impactada pues había sido demasiado cuidadosa todo este tiempo y cuando quise alcanzarlo para preguntarle más, una luz cayó del cielo e intenté escapar pero mis poderes fueron neutralizados y aparecí aquí con uds".

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2017 ⏰

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