Capítulo 4. Como un témpano de hielo

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Dani se pone de pie y decide contar su historia también, utiliza sus poderes de controlar el agua para hacer figuras que ayudan a entender y vivir mejor la historia y dice así:
"Nací en una familia de Vikingos en una época donde el imperio Chino era dominante, los grandes avances en la tecnología los disponían ellos, era muy difícil seguirles el paso, la pólvora estaba haciendo añicos a todas las ciudades opositoras en Asia menor. Mi familia me entrenó desde chico como un gran guerrero, con dureza y hostilidad, sin embargo jamás peleaba con odio, luchaba con honor y valentía. A los 15 años de edad, los Vikingos de la tribu Kaizú hacían un ritual de iniciación en el que consideraban parte de la armada, el máximo honor entre los Vikingos. Tenía que enfrentarme a un verdadero soldado y derrotarlo, inicié con mucha dificultad pues al ser hijo del líder del clan, me escogieron a uno de los mejores soldados, el General Vladimir, sus golpes y su estilo de lucha eran impecables, su manejo de armas era de todo un maestro y con justa razón, fue el único en entrar a la armada con sólo 10 años, nadie había logrado esa hazaña, decían que los Dioses Nórdicos lo habían creado puesto que nunca se supo de quiénes eran sus padres. Cuando él empezaba a aumentar la intensidad de sus golpes y de su dureza al combatir, simplemente grité fuerte y en un instante el hielo empezó a subir a sus pies dejándolo inmóvil de la mitad del cuerpo hacia abajo, todos miraron sorprendidos, yo no sabía lo que sucedía e intenté calmarme y convertí el hielo en agua, Vladimir se postró ante mi y me dijo: 'Tu mereces mi espada, combatiré a tu lado y daré mi vida si es necesario, MAESTRO' acto seguido me otorgó la espada que me nombraría Líder del ejército de mi padre. Todos clamaban por mi gran poder, nuestros enemigos nos temían porque ahora me llamaron el Hostil, logramos liberar a Muchas ciudades del yugo del imperio Chino y defendimos Muchas aldeas, me veían como un Dios, un regalo del cielo.

El ejército Chino empezó a prepararse para su enemigo (yo) entrenaban en ambientes hostiles y además se les ordenó a los soldados a no llevar nada que porte agua, cantimploras o cosas por el estilo, iban al combate con horas de ayuno y sin haber ingerido líquidos, llevaban consigo armas potentes de fuego y cañones, las armaduras estaban siendo diseñadas con partes de piel de animales para resistir las bajas temperaturas y así poder hacerme frente; el límite de mi poder era que no era capaz de producir agua o hielo, sólo lo controlaba a voluntad, y funcionaba muy poco con los líquidos y fluidos humanos como la sangre, al tener otros minerales y al estar en contacto con otras cosas y sistemas en el organismo, me era difícil controlar su flujo, podría hacerlo contra una persona con algo de dedicación pero no podía hacerlo contra un ejército entero, eran mis claras desventajas, eso sí podía congelar a mis enemigos tocando su piel pues su sudor y parte de sus vasos sanguíneos se encontraban accesibles a mis poderes, tocar una armadura no garantizaba el hecho de que pudiera congelarla, así que tenía que ser cuidadoso y en lugar de tapar mis limitaciones, mejor potenciar mis ventajas.

Se acercaba una gran guerra y el ejército chino nos atacó por sorpresa en una noche, había lanzado bolas de fuego con morteros y cañones, los soldados entraron sin piedad atacando sin honor a soldados fuera de combate, dormidos o incapaces de hacer frente al enemigo... tenía que defenderlos, de modo que convertía la nieve en trozos de hielo y así lanzaba proyectiles contra los enemigos, para destruir los morteros, mi padre tocó el cuerno para pedir ayuda a naciones vecinas, el General Vladimir luchó valerosamente a mi lado, pero nos estaba costando recuperarnos de aquella invasión sorpresa.

En eso, cuando apenas nos recuperamos de la primera oleada de soldados, cuando en eso, veo en el horizonte a una gran silueta en medio de los soldados chinos, un soldado grande y pesado con una poderosa armadura, estaba forrada de metales y gemas preciosas, podría considerarse un desperdicio pero en realidad hacía más difícil el congelar al tipo que la portase, tenía piel de animales grandes por dentro para resguardar calor y como ayuda para el peso de la armadura, unas articulaciones mecánicas con la más alta tecnología de aquella época. Y aquel soldado sujetaba un gran cañón con el cual disparaba proyectiles potentes. Estaba derrotando a mis soldados quienes lanzaban flechas y lanzas contra él e incluso lo encaraban cuerpo a cuerpo y sus golpes aunque lentos eran mortales en el sentido más literal de la palabra.

Nadie podía detener a aquel titán, yo no era una persona cualquiera...Me encaré al guerrero que portaba esa armadura, luchaba con todo mi ser, pero era muy resistente. De pronto me di cuenta de que era una emboscada, los soldados chinos me arrojaban proyectiles de fuego y azufre, rociaban pólvora y la encendían para debilitarme, el fuego me estaba deshidratando y poco a poco perdía el control de mis poderes, ellos me capturaron estando yo débil.

Alcancé a ver como quemaban a mi pueblo y Cómo algunos alcanzaron a escapar, la casa de mi padre estaba en llamas, intentaba provocar una avalancha para apagar el fuego pero no sabía si eso sería la mejor opción, entonces se me ocurrió hacerlo con mis captores incluyéndome a mi cono objetivo de la avalancha.

Hice caer montones de nieve de las montañas cubriendo a todo el ejército chino, logré recuperarme algo y con esa fuerza empecé a congelarlos a todos y cada uno, asegurándome de que murieran. Pero todavía quedaba uno a quien no sería fácil derrotar, me gritaba:

-¡Luchas con miedo, hijo de Tur!

-¿Miedo? Tú y tus soldados cobardes me emboscaron, nos atacaron cuando estábamos dormidos, ¡No tienen honor!

-Son una amenaza para el imperio Chino, merecen morir ustedes y sus mujeres, incluso sus crías.

-Nosotros liberamos a los demás pueblos de su esclavitud, una vez que te mate enviaré tu cabeza al emperador con la amenaza de que no vuelvan a desafiar mi poder-

Y peleamos, una dura batalla, aprovechaba su poca movilidad y el hecho de que su armadura estuviera dañada por el derrumbe. Peleamos intensamente hasta que vi una abertura en su coraza, decidí enterrarle mi espada por ahí y tirarlo lejos, hacía que la nieve se volviera agua y entrara a través de mi espada por su cuerpo y lentamente lo iba congelando. Gritaba e imploraba por su vida, sus ojos se congelaban más y más pero con su último aliento, tomó su cañón y disparó hacia mi. Alcancé a amortiguar el golpe pero aún así había logrado dañarme, volé hacia un acantilado y caí al mar, quedé inconsciente.

Fue ahí cuando me tomaron, una luz blanca desde el cielo me llevó consigo y logró inmovilizarme, como un témpano de hielo, ¡qué irónico!. Y al despertar aparecí aquí con todos ustedes. Gracias al vídeo del señor Santander pude darme cuenta de que mi clan logró ganar esa batalla pero con el tiempo fueron sometidos por los Chinos, y ahora me doy cuenta de que la libertad no dura para siempre"

Entonces Leo se levantó y dijo: "Tampoco la esclavitud, y tu puedes lograr que dure menos de lo que deba durar"

"¿Siguiente historia?...

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