Bella llevaba en casa de mis padres ya dos semanas, vivíamos de una forma rara y a la vez feliz, ya no tenia que besarla antes de entrar al colegio, era costumbre que me saludara al despertar, alegraba mis mañanas de una forma reconfortarle, ya no me acordaba de nada de lo que había sufrido, era feliz tal y como soy.
El bus había llegado a la parada cerca del colegio, debíamos levantarnos, en ese instante mi teléfono sonó, tenia un mensaje que decía:
15/08/2017
De: +56858396308
Para: ti
Si quieres que Bella no sufra mas, ven al final de la calle,te esperare
En ese momento no sabia que hacer, si no tomar en cuenta el mensaje o ir allá, tenia miedo de saber que era el papa de bella, pero la promesa no la faltaría, y si según el mensaje no la haría sufrir, debía de ir. Me decidí en ir, no sin antes decirle a bella que me esperara en la sala de clases.
-Bella, tengo que ir a buscar algo, ¿me esperas en la sala de clases?- dije decidido
-pero te acompaño- dijo sonriendo
-No, es peligroso, iré lo mas pronto posible, lo prometo- me despedí con un beso, y decidí ir, tenia miedo de perderla. Llegue al final de la calle, para mi sorpresa no había nadie, enseguida escuche una voz detrás de mi, su aliento a licor me hacia revolver el estomago.
-me quitaste lo mas importante para mi, mi hija- dijo en tono grave
No alcance a responder cuando sentí un ardor en mi abdomen y en el pecho, decidí tocarme las partes que me ardían, y sentí un liquido correr por mis manos, decidí llevar mis manos al frente de mi cara y vi sangre, no pude reaccionar y desfallecí, no podía mover mi cuerpo, y veía una luz, una luz que intentaba alcanzar.
