capitulo 6: no puedo verte hermano

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Simplemente no recuerdo nada, es difícil decir que estoy vivo, pero no lo se, todo lo que esta a mi alrededor es de color blanco, decidí gritar si había alguien cerca.

-¿hola?, ¿ahí alguien?, ¿estoy muerto?, ¿Dónde estoy?, ¿Qué es esto?, ¡alguien!-dije a poco de perder la cordura.

No sabia que era esto y menos si estaba bien, lo ultimo que recuerdo es el tipo que me disparo, habrá sido su ¿padre?, no lo se, pero tengo miedo de dejarla sola, no debí de seguir los mensajes, en todo caso, por que hice caso, mi forma de querer protegerla me cegó de la razón, lo importante no era eso ahora, lo importante era salir de aquí como fuera.

-¿Como salgo de este lugar?, bella me espera, ¿alguien?- dije corriendo por la sala.

-Esa bella, ¿es mi cuñada cierto?- dijo una voz sucumbiendo la sala.

-No...no...quien...¿eres?- dije asustado y por poco empezando a llorar. Esa voz me parecía familiar, aparte de decir que bella seria su cuñada, era mi hermano, pero eso significaba que estaba muerto, no puede ser, debo salir de aquí, pero no sin antes hablar un poco con el.

-fer....Fernando ¿eres tu hermano?- dije empezando a llorar

- Aun te acuerdas, que bueno escuchar a mi hermano, pero es muy pronto para que estés aquí- dijo riendo.

-¿porque no puedo verte?- dije llorando.

-porque no es tiempo para que estés aquí, estas vivo aun, esto es solo para que te des cuenta que estés vivo, cuídate hermano- dijo Fernando.

La sala se oscureció, empezó a sonar un pitido que cambia de frecuencia, no escuchaba nada mas que eso, de repente la sala se volvió morada, y vi unos cuadros con mis recuerdos, estaba todo lo que había vivido, desde que nací hasta ahora, vi que habían cuadros donde salía agredido, mi furia de eso, me hizo acordar, pero tenia un mejor futuro, junto a bella, mi corazón no debía detenerse por niños estúpidos.

-¡Ya no les tengo miedo, se valorarme tal como soy!- dije enojado y valiente.

empezaron a caerse los cuadros en los cuales sufrí y quedo lo bueno, pero los cuadros de Bella estaban de oro, los de mis padres, de plata, y yo estaba en el suelo, decidí mirar por ese cuadro, y me vi, en una camilla, con una mascarilla de oxigeno, sin poder moverme, no pude evitar la desesperación y lagrimas, a lo que vuelvo a escuchar esa voz que seguí pensando que era Fernando.

-No te desesperes, relájate y piensa en lo bueno, nos veremos, el tiempo es obra de lo que creemos, tu espejo dirá lo que crees, protégela, ya sabes la promesa que hicimos, te quiero cris, te veo en el futuro, hermano.

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