Capítulo 6

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Abro mis ojos y me veo en una camilla, la bata que llevo puesta está manchada de sangre ~¿Qué?~, miro a mi alrededor y todo el sitio esta sucio, también tiene sangre en sus paredes y manchas de lodo. Miro a quienes me llevan, son personas con el cuerpo completamente quemado, no tienen ojos, las cuencas de estos están vacías. Trató de moverme para salir de la camilla, pero sin embargo no puedo, gimo y miro todo con atención, no sé a dónde me llevan estas cosas ¡no lo sé!, esto me aterroriza mas y mas, mis piernas no responden, mis manos mucho menos, sólo mi cabeza me ayuda a ver qué es lo que está pasando en este maldito lugar.

-No te muevas- Dice una de las personas con una voz grave y muy fuerte que mis oídos retumban y comienza a doler.

Trato de gritar, pedir ayuda, trato de moverme pero se me es completamente imposible. Llegamos a una habitación y me depositan en esta, está por completo oscura, de no ser por una pequeña bombilla que alumbra mi puesto.

-¿Qué pasa?- Logro articular un susurro casi inaudible.

-¡Hola, Alex!- Llega una chica, tiene el cabello despeinado y grasoso, en algunas partes se le junta haciendo rastas de mugre, sus ojos son negros, su piel por completo blanca y arrugada, tiene heridas que están asquerosamente infectadas. Al gritar mi nombre mis oídos vibran y se me hace un nudo en la garganta, ~¿Es un sueño?~.

-¿Qué hago aquí? ¿quién eres tú?- Digo como si mi voz fuese un alarido.

-¿Que qué haces aquí?, bueno, nada, no haces nada, eres... ¡Inútil!- Ríe malévolamente y saca un cuchillo oxidado y de muy mal aspecto de un cajón lleno de gusanos.

-¡Sácame de aquí ya! ¡BRUJA ASQUEROSA!- Logro mover mis piernas y comienzo a sollozar y soltar grititos.

-¡Acertaste! Soy...una bruja...- Ríe y pasa el cuchillo por mi mejilla.

-Dejame maldita- Le escupo y comienza a reír.

-¡NO TE DEJARE!- Su voz se vuelve demoniaca y se acerca a mí con movimientos frenéticos

-¡Ikari! ¡Ikari!- Grito fuerte para que me escuche.

-¡No digas ese nombre!- Me corta con el cuchillo y mi mejilla arde intensamente.

-¿Cuál? ¿Ikari?- Río y miro como una luz roja alumbra el oscuro lugar.

-¡DEJALA EN PAZ!- Grita el demonio y la luz se vuelve segadora haciendo que despierte en una casa que no conozco.

-¿Hola?- Digo y miro a mi alrededor.

-¡Alex! ¡Despertaste!- Llega Marcus con una bandeja que lleva en su superficie un vaso de agua natural, y un poco de piña picada en un plato hondo.

-Sí... ¿Qué hago aquí?- Toco mi mejilla y me arde.

-Te desmayaste en la... ¿Qué te pasó?- Mira mi mejilla.

-No lo sé...- Me levanto y me miro en el espejo.

-Te cortaste... ¿Pero con qué?- Busca un objeto afilado mientras deja la bandeja en la cama.

-Luego lo encontrarás- Digo nerviosa.

-¿Eso crees?- Posa su vista en la cama para después dirigirla a mí. -Voy por el botiquín-.

-Sí, gracias- Me acerco a la bandeja y tomo agua. Marcus se va a buscar algo con qué desinfectarme la herida.

-Aquí está- Regresa con el botiquín y abre el mismo. -¿Te arde mucho?- Toma algodón y agua oxigenada.

-No mucho, sólo cuando lo toco- Me encojo.

-¿Segura?- Vierte el liquido en el algodón y toma mi mentón para ver la herida. -Esto va a arder un poco-.

-Bien- Aprieto mis ojos cuando comienza a limpiar la herida ~¿Desde cuando me arde tanto? ¿Será... El.... Cuchillo?~ Pienso y gimo un poco cuando mueve el algodón.

-Tranquila, procura no moverte- Sigue limpiandome y tomando mi mentón para que no me mueva.

-¿Ya está?- Pregunto cuando se levanta a tirar el pedazo de algodón.

-Sí, pero no sé con qué cerrarte la herida- Busca en el botiquín.

-Cinta micropor, cortale lo sobrante y poner 5 tiras que cubran la herida- Tomo el rollito y se lo doy.

-Voy por unas tijeras, no tardo- Sonríe y sale de la habitación. Me recuesto en la cama y tomo un trozo de piña para echarlo a mi boca y masticarlo.

~¿Mi sueño fue real?~ Pienso un poco agobiada.

-No fue real, sólo la herida- Dice Ikari en el brazalete.

-¿Y por qué sólo eso?- Miro su ojos que se hace presente en la piedra del centro.

-Me gustan las heridas- Ríe y su ojo desaparece.

-¡Llegue! Ya los corte- Me mira y toma de nuevo mi mentón. Pone la cinta a lo largo de la cortada y mira mis labios.

-¿Ya acabaste?- Lo miro sonriendo.

-No, aun no- Se levanta y toma mis dos mejillas entre sus manos. -Tus labios son preciosos- Sigue mirándolos.

Suelto una risita y lo miro de reojo ~No es feo, pero no es mi tipo. Para nada~ Pienso.

Marcus se levanta y pega sus labios a los míos moviéndolos en sincronía.

Sólo sangras para saber que estás vivo.

Konichiwa!.
Bueno creó que tarde un poco en actualizar, lo siento, en verdad he estado atareada.
Es pero que sea de su agrado este nuevo capítulo. Son mas que decir, adiós :3.






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