Capítulo 15

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-Hasta el momento siento que mi historia es poco verídica, pero ¿cómo describir la presencia de los demonios que me rodean?, cada vez me siento mas perdida, mas confundida con mis sentimientos y eso no es malo ¿verdad?- Le digo a Marcus después de mis 2 relatos extensos.

-¿Tratas de decir que tuviste un pacto?- Su piel palidece simulando haber sido bañado en cloro.

-No, no es eso- suspiro- ¿Cómo no tenerle miedo a una niña sin ojos, a un tipo de capucha y  con un mirar rojo?- Froto mis párpados vencida por la frustración.

Y es cierto cada noche cuando dan las 3:34 am, la siento, siento su mirada posada en mí, siento ese frio infernal que rodea la habitación donde me encuentro, pero no puedo correr, no me queda más que sofocarme en el terror, en la maldita amargura de no ver ojos en esas cuencas.

-¿Te has perdido?- Me mira con mas atención de la normal.-Alex, ¿tú crees en Dios?-.

Miro sus ojos azules y me muerdo el labio en señal de nerviosismo, ¿creo en Dios?, claro que sí, de pequeña me la vivía metida de iglesia en iglesia.

-Creer en Dios no es ir a una iglesia- Comenta leyendo mi mente.

-¿Entonces?- Digo algo confundida, analizando mis recuerdos.

-Solo debes encontrar tu espiritualidad, creer en algo supremo para poder... ser feliz, de cierta forma- Se encoge mirando a su lado de techo y devolviendo la mira a mí.

-Oh...- Miro a un punto perdido, siento que gran parte de mi infancia ha sido desperdiciada en vano. Yo no había encontrado mi espiritualidad a pesar de haber estado en todas las iglesias del pueblo, es algo decepcionante sin duda. Yo no creo en Dios. Y ahora que lo entiendo me doy cuenta, cada que me lastimaba, no pedía a Dios por mi sanación, cada que algo salía mal, no pedía a Dios su benevolencia.

Es increíble, algo tan simple como tener fe, no es tan "simple" como muchos dicen. Momento después escucho la voz de Zetsubo en mi cabeza.

-Estás aprendiendo muy bien... tal vez deba irme pronto, Ikari hizo bien su trabajo-.

~Ikari, Ikari... ¡IKARI! ~.

Salgo corriendo de la casa, buscando mi brazalete con desesperación, no puede ser, estoy buscando en la calle algo que tal vez esté en casa. Sin embargo me dejo llevar por mis sentimientos y camino en la calle mientras escucho los gritos de Marcus llamándome. Ese brazalete enserio me gustaba. Me quedo para en un callejón, grito, golpeo la pared y comienzo a llorar.

-¡MALDITA SEA! ¡¿DÓNDE CARAJO ESTÁ?!- Volteo a todos lados, presintiendo que algo se me estaba olvidando, algo mínimo.

-Demonios- Escucho a la pequeña -Pensé que ya estabas bien-. Su risa se hace presente y siento la horca reclamando la piel de mi cuello, apretujando con su áspera soga, intento respirar, abro mi boca y jalo el poco aire que se me es posible, siento como mi cabeza se infla, al grado de hacerme caer al piso... de nuevo...

No hay ningún Dios en las alturas

Konichiwa!
Ya estaré mas activa como lo prometí, he estado leyendo un poco de Poe, espero mejorar su experiencia con un poco de conocimiento previo, me estaré esforzando para traerles mejores relatos y redacciones. Sin mas, gracias por su apoyo, no olviden dejar su estrellita.
Bai (๑•﹏•)

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2017 ⏰

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