《Uno》

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Todo empezó en una noche; una que iba a marcar una diferencia en mi vida para siempre, una que iba a torcer mi destino a tal punto de cambiarlo por completo, una noche que nunca iba a olvidar, porque nada volvió a ser igual desde ese entonces.

A mi parecer, me acuerdo todo a la perfección. En mi mente todavía está guardado cada fragmento de recuerdo de lo sucedido, cada cuadro de esa sucesión se imágenes que de vez en cuando, cuando la extraño o durante las noches en las que no puedo dormir, rememoro de principio a fin.

Hacía frío, el viento helado me calaba los huesos y era probablemente la noche más oscura de esa ciudad ubicada en el centro de Europa. Pero sin darle importancia a esos pequeños percanses de la naturaleza, yo estaba oculto en las alturas, en un lugar estratégico, concentrado y a la espera. Desde que Coulson me facilitó una carpeta con datos, informes, ubicaciones y más sobre la misión, no dejé de estudiarla por un minuto hasta aprenderlo casi de memoria; no solía hacerlo regularmente en otras misiones, simplemente no le daba importancia o no dejaba que mi mente se metiera en ese rollo o bucle sin fin sobre la moral, ética y lo demás que conlleva matar a una persona, solo iba, disparaba y ya, pero ésta en especial captó sumamente la atención e interés.

Esperé en la terraza de un edificio no muy alto más de una hora y cuando se estaban por cumplir las dos, ella apareció en mi campo de visión, en el mismo lugar que había previsto. La observé un instante sin moverme. Ella era silenciosa y sigilosa como una araña (vaya iroñía), se notaba que se llevaba bien con la noche porque se movía como si ésta no fuera un obstaculo, como si pudiera ver en la oscuridad; se mezclaba en la penumbra y hasta me atrevo a decir que desaparecía por completo en ella. Era maravillosamente aterradora.

Un terror que iba a acabar en ese momento.

Me moví con destreza y con el silencio propio de un cementerio hasta encontrar la mejor ubicación para disparar. Llevé mi mano hacía atrás, en mi espalda colgaba una carcaj con veinte flechas listas para disparar. Ella estaba comenzando a moverse, de seguro con intenciones de ingresar al edificio donde ella llevaría a cabo su misión.

Tanteé las flechas hasta dar con la que quería, estaba seguro de que esa (que poseía una punta de metal muy resistente y extremadamente filosa) iba a tener la capacidad de quebrar cualquier estructura ósea sin problema o darme como resultado una muerte segura. Esperaba que sea la segunda opción.

Ella se ocultó detrás de un auto, el callejón a un costado del edificio al que debía ingresar poseía varias entradas hacia ese establecimiento, me detuve un momento a analizar cual de todos ella usaría, pero descarté ese pensamiento al instante, estaba seguro que no le iba a dar la posibilidad de nisiquiera llegar a la puerta. Lo demás pasó muy rápido.

Me asome hacia el borde de la terraza, tomé la flecha entre mis dedos y la acomodé en el arco. Visualizando como la flecha le iba a atravesar el crañeó, solté la cuerda. Y como si ella lo hubiera sabido, como si lo hubiera percibido, se movió a un costado, tratando de esquivarla.

La flecha aterrizó en su brazo izquierdo y se le incrustó hasta la mitad. Ella soltó un grito ahogado, intentó escapar al instante pero ni bien se movió, se tambaleó y perdió el equilibrio, volvió a ocultarse entre las sombras. Para cuando yo reaccioné del trance al que me había sometido ante una falla que para mí era imposible —nunca en mi vida había fallado así— la tan famosa Viuda Negra ya me había localizado entre la oscuridad. A pesar de la carencia de luz, pude ver sus ojos en ese momento y un escalofríos me recorrió la columna vertebral. Tenía una mirada intensa y filosa, más fría que esa noche, y tan muerta como de seguro íbamos a terminar uno de nosotros dos al final. Vi tanto reflejado en esa mirada, eso es lo que probablemente más recuerdo con claridad. Estaba tan llena de furia y sufrimiento y tan vacía de cualquier sentimiento que pudiera ablandarla o debilitarla.

Lo siguiente que vi era como levantaba su arma y disparaba en mi dirección. Fue exactamente en ese momento que supe que esa noche nunca la iba a olvidar y que se iba a convertir en la más larga de toda mi vida.

______

¡Hola!

Ya sé lo que probablemente están pensado: "ugh, otra historia sobre sus comienzos", "seguro no tiene más imaginación ugggh".
Bueno, primero: No, aunque lo parece y van a haber escenas sobre ese momento, la historia no se va a centrar en eso. Y segundo: sí, me estoy quedando con poca imaginación y por eso va a ser una historia muy cortita, con capítulos cortos. (Culpen a Marvel por no ayudarme a inspirarme, osea, Clint con familia y Nat con Bruce wtf???)

En fin, si les gusta este primer capitulo y es bien recibido, voy a seguir subiendo los demás :)

Creí que no iba a volver a escribir más en esta cuenta pero aquí estoy. Gracias por leerme ♡

- Cami✌

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