Taylor's POV:
Estoy tirada en el suelo de mi habitación. No quiero moverme. Ha pasado al rededor de una hora desde la conversación con Steve. No me ha vuelto a hablar. Me odia, y con razón.
Dudo que hoy a la cena pueda enfrentarme a él...
Tengo frío y sueño, pero no me voy a mover. Tengo las mejillas pegajosas de mis lágrimas.
La ventana está abierta y puedo oír el viento chocando contra ella. Las sirenas de los coches. Las hojas moverse.
Comencé a pensar sobre mi vida en España, malos recuerdos vinieron corriendo a mi mente como si mis sentimientos fueran soplones de cárcel y ellos mafiosos bien pagados.
Recuerdo perfectamente el primer chico que me gustaba. Yo tenia 12 años y él 13. Había empezado primero de la ESO, él era repetidor. Era rubio, ojos café y de piel blanca. Supongo que me atraía porque hacia todo lo contrario a lo que se debía, ya sabes, el típico repetidor que siempre contestaba a los profesores y vacilaba a los demás. Me encantaba. Su forma de ser me enamoraba.
Un día estábamos en el recreo. Yo estaba con dos de mis amigas y para ir a la zona que nos gustaba del patio teníamos que recorrer la pista de fútbol. Íbamos andando por el borde para no ser golpeadas, pero la suerte ese día se fue de vacaciones y no estuvo de mi parte. Recibí un balonazo en toda la zona del estómago. Caí al suelo dolida, lo empecé a ver todo borroso y después negro. Las voces de la gente gritándome iban hacia atrás. Alguien me cogió y empezó a sacudirme fuertemente. Yo no reaccionaba.
Aunque sentí que todo esto duró como horas, tan sólo fueron unos segundos, unos segundos eternos. Mi consciencia decidió volver y todo empezó a tener sentido de golpe. La persona que me estaba sujetando era él; el chico ojos café.
- ¿Qué está pasando? - dije con una voz como si me hubiera acabado de despertar de una larga y apacible siesta.
Tenía un corro de gente rodeándome. Mis ojos azul cielo conectaron con los marrón café de él. Sonrió. Sonreí.
De repente un profesor me tomó del brazo y me llevó a enfermería.
Desde ese momento él y yo empezamos a hablar, al principio era porque se sentía culpable por lo que me hizo, después comenzamos a ser amigos.
El último día de clase nos estábamos todos despidiendo. Él vino hacia mí y me abrazó. Me dijo al oído que quería verme más tarde. Esa misma tarde después de clase quedé con él. Fui sola con sus amigos a una fábrica abandonada. Todos ellos empezaron a hacer el gamberro y a hacer grafitis. En una de éstas que yo estaba quemando con el mechero unos papeles, vino y me abrazó por detrás. Me dijo que le gustaba.
Yo le gustaba...
Lo que sentí en mi barriga no fueron las típicas mariposas, ojalá... Sentí todo un zoo mezclado con la segunda guerra mundial y 100 montañas rusas.
Me di la vuelta y nuestros ojos volvieron a conectar. Me besó. Mi primer beso fue con él.
La tarde fue perfecta, estuve entera con él.
Pero después de meses comencé a sentir miedo. Miedo a ser rechazada. Miedo a que me hiciera daño. Por esos tiempos yo era una chica muy, muy ilusa... Y boba también. Le perdí, a pesar de que él viniera a mi casa a llamarme al timbre, a pesar de que todos los días me hablara yo sólo trataba de ignorarle. Fui estúpida, demasiado a mi parecer. Y cómo no, él encontró a otra con la que se lió estando aún conmigo.
Le perdí, para siempre.
¡Dios Taylor! ¿Por qué eres así? ¿Tanto te cuesta mantener a la gente?
No quiero perder a nadie más...
- Steve háblame, por favor - dije con un hilo de voz.
Esa noche no cené, estuve en la cama todo el tiempo.
A eso de las 4:30 de la mañana me desperté, no se oía ni un sólo ruido en toda la casa. Me levanté de la cama, me puse una sudadera grande que hacía que mi pijama corto de verano no se viera, me puse las primeras zapatillas que vi y salí de la habitación guardando en los bolsillos dinero, el móvil y un mechero.
Pasé por la habitación de Aline y estaba completamente dormida, después por la de Steve, estaba dormido también. Con cuidado de no hacer ruido bajé las escaleras y salí a la calle.
Cerca de la casa había un 24 horas y entré a comprar Vodka. Iba bebiendo mientras paseaba por la calle, estuve alrededor de una hora sin hacer absolutamente nada.
Todo me consumía, todo se me nublaba en la mente, todo perdía el sentido, y a la vez, por extraño que suene, todo era horriblemente bonito.
Tirada en un banco con la botella casi vacía me puse a quemar unos hilos sueltos de la sudadera mientras silbaba la canción de 'Solitaire' de Marina and the diamonds.
La luna me miraba fijamente como queriendo decirme algo, debería dejar de ser tan infantil huyendo de los problemas y volver a casa a hablar con Steve.
(...)
6 de la mañana.
Entré en casa y seguían durmiendo, subí las escaleras como pude. Creo que ir a pedir disculpas a alguien cuando estás borracho no es la mejor idea.
Abrí la puerta de su habitación con cuidado y me senté en su alfombra. Tenía la cara relajada, como si estuviera en un profundo sueño. No quería despertarlo.
No sé cuánto tiempo pasó, pero me había quedado dormida y tenía enfrente mía sentado a Steve sobre su cama mirándome con cara cansada y ojos tristes. Me levanté rápidamente de la alfombra, provocando que me tambaleara. Todavía estaba un poco borracha.
- ¿Qué haces aquí, Taylor? - su voz sonaba como sus facciones mostraban: cansada y triste.
- Vine a pedirte disculpas.
- Taylor, olvídalo, no fue solo culpa tuya, tu ni lo recordabas.
- Da igual, el caso es que lo hice - le miré directamente a los ojos.
- Déjalo enserio, vamos a olvidarlo.
- Pero Steve
- He dicho que no importa - estábamos a una corta distancia, nuestros ojos se miraban fijamente y no sé por qué yo tenía el impulso de besarle - que te vaya muy bien con Chase - se levantó y se fue hacia el baño.
¿A qué coño ha venido a eso?
**********
Hula!!! Siento que sea cortito pero es que estoy ahora mismo en el avión camino de Virginia un Estado de Estados Unidos.
Sip, voy a hacer justamente lo que Taylor en esta historia, pero seguramente no me pases este tipo de cosas .-.
Me voy por todo un curso, y eso mola ya que en la historia podré contar hechos reales jajajajaj.
Ya os iré contando como me va por aquí jeje.
Un kiss.
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Epitafio Del Enamorado
Teen FictionPorque no todo es tan fácil, porque todo es muy complicado. Esto no está hecho para nosotros. Supongo. Mi mente me aturde. No quiero irme. No me olvides, por favor. Hasta pronto. ¿Nos volveremos a ver? No copiéis, sed originales.