cap 1

2.9K 155 20
                                    

- ¡¿Kuroko dónde estás mirando?!. -Me gritó el capitán.- Ponte a trabajar.

- Siii......- Dije alzando la mano obedientemente. En dos semanas teniamos el encuentro con el instituto Kaijo. Ansiaba poder luchar de nuevo con Kise, pero el más emocionado al parecer era Kagami-Kun. Lleva entrenando sin parar desde que perdimos contra dicho equipo en un partido amistoso hace dos días. Igual yo no me quejo. Poder verlo todos los días haciendo ejercicio y ver como con el sudor se le transparenta la blusa, dejando ver así sus perfectos pezones y abdominales, eso me enciende mucho, menos mal que nadie es capaz de notar mi presencia, sino me moriría de vergüenza, aunque tampoco me importaría morir de vergüenza mientras me hace suyo, lástima que ni siquiera él sea capaz de notarme.

**********************************************************************

- ¡Kurokochi!... te he echado mucho de menos.- Dijo gritando y abrazándome por detrás Kise.- ¿Qué llevas?.- Preguntó refiriéndose a las cajas que llevaba en las manos.

-¿Esto?. La entrenadora me pidi...

-No es asuntó tuyo.- Dijo apareciendo de la nada Kagami-kun y separándome de él.

- Kagami-chan eres un aguafiestas.- Dijo de morros Kise.

-¿Sempai, qué haces aquí?-Pregunté indiferente, entonces él dejó de reírse, algo poco inusual si hablamos de Kise.

- A decir verdad he venido a decirte algo muy importante.- Dijo en tono serio, Kagami-kun y yo nos miramos.- A solas.- Kagami volvió a posar su mirada en mi, como si estuviese preocupado, entonces llevó su mano hasta mi pelo y lo alborotó como si nada. Esa manera tan despreocupada que tenía de dirigirse a mí solo conseguía que me enamorase aun más de él.

Salí fuera del gimnasio junto con Sempai.

-Así que lo que me dijo Aominechi era cierto.- Dijo frunciendo el ceño tras marcharse Kagami-kun.

-¿El qué?- Pregunté volteando a verlo pero al ver su cara quedé en shock.- S....Sempai...¿Por qué estás llorando?. -Él se secó las lágrimas y de repente comenzó a reír sin parar.

-¿Ocurre algo Kuroko?.- Dijo apareciendo de nuevo Kagami-Kun. Yo negué alzando los hombros.

- Sempai,¿ocurre algo malo?.- Pregunté acercándome a él, parecía que en cualquier momento iba a caerse, pero entonces tomándome por sorpresa me besó. Fue un beso intenso y forzado, sin darme tiempo a reaccionar. Él metió su lengua en mi boca lo más profundo que pudo, o mejor dicho, que le dejaron.

- ¡Serás imbécil! ¿Quién te has creído?. - Dijo apareciendo gritando Kagami-Kun mientras de un puñetazo lo separaba de mí. Kise-sempai cayó al suelo y se hizo el silencio.

- Toma ya, Aomine, me debes una ronda de cerveza.- Dijo riendo sin parar mientras Aomine aparecía por detrás y lo ayudaba a levantar.

- Lo siento Tetsu.- Dijo serio Aomine.- Solo fue un juego, no hacia falta que te pusieras así Kagami-Kun, ni que te gustase Tetsu.- Dijo con ironía alzando una ceja hacia él, entonces yo volteé a verlo.¡Imposible!. Estaba completamente rojo.- Imposible, ¿hemos aceptado?. - Dijo una vez más irónico Aomine.

No podía creerlo, era imposible, era como un sueño, si seguro que es un sueño( pellizcándome la mejilla). 'Duele'.Pensé. ¿Y qué hago yo ahora?.

2 días después:

Llevo 2 días evitando a Kagami-Kun. No se como reaccionar al verlo. El corazón se me acelera y me falta el aire.

- Kuroko lleva estás cajas al cuarto del material.- Me ordenó la capitana, hoy no había dado ni una y poder desaparecer un poco de la mirada de él me aliviaba. Nunca pensaba que me sentiría tan agobiado porque alguien me observase tan fijamente.

Caminé hasta el cuarto y me subí a unas escaleras para dejar las cajas. Estaba muy alto y había mucho polvo.

-¡A...Achús!.- Estornudé.¿Será el polvo, o un resfriado?.

- Deberías tener cuidado o te pondrás malo. -Dijo apareciéndo de la nada Kagami-Kun. Fue tal el susto que me tambaleé de las escaleras y cai, aterrizando sobre su pecho desnudo.¡Mierda!¿Por qué precisamente hoy no llevaba camiseta?.

Intenté separarme pero entonces me apretó más contra él. Me miro fijamente a los ojos mientras yo intentaba soltarme. Me estaba por estallar el corazón y lo peor es que su miembro estaba comenzando a rozar contra mi muslo.

- ¿Por qué me estás evitando?.

Te haré decir que me amasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora