cap 3

1.7K 124 16
                                    

Kagami P.O.V.

- No, no, ¡NO!- Me gritó la entrenadora. -¿Cuántas veces te he dicho que no mantengas la mirada en Kuroko, sino en la pelota?...así solo conseguirás que lean los pases de Kuroko.- Me reprimió. ¿Cómo quiere que quite la vista de ese tonto si no para de devorarme con la mirada?. Lo juro, de no ser porque los sempais están aquí ya me lo hubiese llevado y lo hubiese echo gemir de placer.¿Yo he pensado eso?.

- Kagami concentrate. Solo quedan dos días para el partido.- Dijo Hyuga sempai, pero mi mente estaba en otra cosa. No conseguía entender por qué la última vez actuó así, y mucho menos por qué se había dejado besar por ese imbécil, que conste que no estoy celoso, no me gusta Kuroko, solo que es tan ingenuo.

P.O.V Kuroko.

Es increíble como actua, se nota a kilómetros que le gusto, pero parece que ni el mismo se ha dado cuenta de lo que siente.

- Kuroko, hazle una pared a Kagami y desde que puedas pasale a Jumpei.- Me ordenó el capitán."genial".Pensé. Ahora tenia una oportunidad de acercarme a él sin ser demasiado evidente.

Tras pasarle el balón a Kagami corrí hasta él, taponándolo. Es gracioso, teniendo en cuenta que me saca al menos medio metro. Me pegué a él tanto como pude y este me miró confuso, normal, llevo un par de días evitándolo, por el simple hecho de que no creo tener la suficiente fuerza de voluntad para controlarme si está a mi lado. Kagami se movió de un lado a otro intentando safarse de mi marcaje, pero, vamos, soy un jugador fantasma, se como sujetarme fuerte, o eso creía.

- Así que con esas vamos...- Dijo riendo entre dientes.No le entendí hasta que fue él el que se puso a mi altura, sonriéndome con picardía mientras yo sin notarlo, me ruborizaba. Kagami- Kun sonrió satisfecho y con agilidad se safó de mi marcaje y tiro a canasta.

************************************************

- ¿Kuroko que te ocurrió antes?- Me preguntó la entrenadora tras acabar el entrenamiento. Yo negué con la cabeza mientras terminaba de guardar las cosas en la taquilla y me ponía el abrigo.

Estabamos en pleno invierno, las temperaturas no superaban los 7°C.

- Ala....- Dije tras salir del gimnasio y ver que estaba nevando.Rebusqué en mi bolsa en busca de un paraguas, pero al parecer lo había perdido. Entonces alguien colocó sobre mí un paraguas.

- Si no tienes uno podemos compartirlo.- Dijo entrecortado, yo asentí. Estuvimos caminando alrededor de unos 10 minutos en completo silencio.No sabía que decir en ese momento.

- Falta poco. - Me dijo de repente sin mirarme.- Por fin podremos enfrentarnos de nuevo al instituto Kaijou, esta vez los voy a aplastar.- Dijo entusiasmado. Yo sonreí forzado.

- Oye Kagami- kun.- Me miró.- ¿Alguna vez has pensado qué estarías haciendo si no estuvieses jugando basket?.- Pregunté mientras observaba como caía la nieve. Él se quedó pensativo.

- Supongo que seguiría estudiando en América.¿Por qué te lo preguntas?.

- No lo se.....- Dije desanimado, en verdad no sabía por qué lo  había preguntado.

-¿Pero sabes qué?.Me alegro de haber venido....creo que el destino quiso que nos conocieramoos.-Dijo con voz serena. En ese momento no pude evitar sonrojarme y ponerme nervioso.

P.O.V Out:

Kuroko clavó su mirada en el suelo cubierto de nieve. Pensaba que kagami era un idiota, siempre decia las cosas de manera inocente, pero aun así siempre conseguía sonrojarlo. Le reaultaba difícil creer que Kagami fuese aun más inocente que él.

De repente mientras bajaban las escaleras Kuroko tropezó con un pequeño montículo de nieve.

-¡Cuidado!- Gritó Kagami al pequeño sujetándolo por la cintura para amortiguar su caída, cayendo los dos por las escaleras, el pequeño sobre el grande.

Durante unos segundos el silencio se adueñó del lugar.

- ¡¿Estás bien?!.- Preguntó Kuroko alarmado separándose un poco de Kagami que aun permanecía algo aturdido,pero sin bajarse.

- Si,creo......la nieve amortiguó mi caída.- llevándose la mano a la nuca.-...por otro lado....-mirándolo fijamente.- ¡¿ESTÁS LOCO?!.- Exaltado de repente sujetando al peliazul por el brazo con fuerza.-¡Podrías haberte hecho daño!.

-No seas quejica.- Dijo Kuroko haciendo pucheros.- Solo fue un descuido.

-Si claro.....- Replicó Kagami con sarcasmo.

- No soy un niño chico,Taiga.- Dijo en un suspiro, levantándose, no le gustaba ser tratado como un tonto.

Kagami al oír como Kuroko lo había llamado, instintivamente tiró de él hacia sí mismo, quedando tan cerca que hasta era posible ver el vapor que salía de la boca del otro.

- ¿Cómo me has llamado?.- Preguntó el pelirrojo mirando a su compañero, era la primer vez en dos años que lo llamaba por su nombre, y por alguna extraña razón eso le había impactado.

- ...¿Taiga?.

Por el contrario, el más joven al darse cuenta de su acción se sonrojó y se soltó del pelirojo.

- No se de que hablas....mejor demonos prisa, necesito dar de comer a número 2.

Kagami lo miró de reojo, sabía muy bien lo que había oído, por lo que no entendía por qué lo negaba, y lo peor, no entendía por qué lo había atraido hacia él.

- ¡Kagami kun...tu mano!.- Dijo alarmado Kuroko.

El más alto volteó hacia su mano, esta estaba sangrando, al parecer se había cortado con algo tras proteger a Kuroko y caer.

- No pasa nada....- Dijo tomándoselo a broma.-....solo es un pequeño corte.

- De pequeño nada.- Dijo Kuroko sujetando de manera inmediata la mano de Kagami; provocando en este un pequeño rubor.-  Si te lesionas no podrás jugar....vamos a mi casa. - Dijo tirando del alto hasta el final de la calle, donde se alzaba una casa familiar.

-Ya estoy en casa.- Dijo Kuroko entrando mientras sujetaba la mano lastimada de Kagami.

-¿Tetsu?...¡¡Tetsu!!- Dijo una pequeña niña de unos 6 años saliendo de uno de los cuartos. Era muy parecida a Kuroko, cabello azulado y ojos celestes/grisaseos. La única diferencia era su carácter, ella era más despierta que su hermano. La pequeña al ver a Kagami y como los dos se sujetaban de la mano, miró de reojo al más alto, enfadada, este tragó saliva. Acto seguido miró a su hermano sonriendo y este le devolvió la sonrisa.

-Nuriko...¿Puedes traerme el botiquín?- Preguntó Kuroko entrando al salón.Al instante la pequeña llegó con la cajita y se la entregó.- Gracias...esto...¿Puedes sacar a número 2?.- Su hermana volvió a asentir. Es la tìpica hermana consentida que adora a su hermano.

- Al parecer sigue odiándome.- Dijo entre risas mirando como se marchaba.

- Nuriko odia a cualquier hombre que se me acerque.- Dijo sereno comenzando a curar la herida del mayor. Kagami se quedó observando detenidamente a Kuroko. Un extraño escalofrío estaba recorriendo su cuerpo mientras deslizaba sus ojos por el cuello de Kuroko. Mientras Kuroko vendaba su mano a este se le pasaba un montón de imágenes pervertidas de su amigo, y aunque intentaba despertar su mente no se lo permitía. Se estaba poniendo muy nervioso y lo sabía porque no dejaba de tragar saliva cada vez que kuroko lo tocaba. Se notaba extraño, y no lo entendía, para él, Kuroko era un buen amigo, por no hablar del mejor amigo que tenía en Japón, además, era un CHICO, aun así se ponía 'extraño' cuando Kuroko era tocado por otros chicos.

Su mente no paraba de imaginarlo desnudo, gimiendo de placer y lleno de semen por todas partes. Deseaba comérselo entero una y otra vez, el problema es que lo que deseaba no coincidía con lo que se supone podía y debía hacer. Tras darse cuenta de su locura, despertó.Al despertar no sabía que había pasado, solo que se encontraba avalanzado sobre Kuroko, besándolo apasionadamente mientras un extraño sentimiento que lo ponía nervioso recorría su cuerpo. Si no se aclaraba pronto, terminaría loco.

Te haré decir que me amasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora