Memorias 0 GL

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Side Story 2: La diosa, la estrella y el astro rey.

El mundo celestial, aquel que en la tierra era llamado firmamento y cuya vista para los humanos no era más que un cielo estrellado, era el lugar donde los cuerpos estelares habitaban en la galaxia. Comparado con la tierra, el mundo de las estrellas era una perfecta utopía, pero no dejaba de ser un mundo vacío y carente de color.

Poco se sabia de la creación de un mundo tan perfecto y utópico como la bóveda celeste que era regido por la benevolente diosa de la Luna, Luka, de hecho, los conocimientos sobre ella misma eran nulos. Todo estaba configurado de tal manera que parecía que las cosas siempre habían sido así, todo era una rutina... una larga y aburrida rutina de la que solo la pelirosa era consiente.

Por ser el astro más cercano a la tierra al observar tanto ese mundo como el suyo comenzó a darse cuenta de la diferencia entre ambos, desarrollo la conciencia de lo que era bueno y lo que era malo. Eventualmente fue capaz de comprender las cosas a su alrededor dándose cuenta de la ley del equilibrio existente en el universo, pero cuando por fin se dio cuenta del peligro latente que la perfección de la bóveda celeste representaba ya era demasiado tarde y el ciclo había vuelto a comenzar.

Su mundo y el de los humanos estaban conectados pero este último resulto gravemente afectado por la tragedia en el manto estelar. Se preguntó miles de veces porque y solo pudo llegar a la conclusión de que se debía a que los humanos tenían conciencia del bien y el mal y eran guiados por sus sentimientos y emociones generando un balance en el mundo. Las estrellas no eran capaces de tenerlos, no sabían que eran y tampoco comprendían la belleza de un sentimiento. Sin embargo, Luka, que había observado a los humanos por mucho tiempo, había podido emular y desarrollar emociones por lo cual comenzó a compartir ese conocimiento.

La diosa a pesar de a veces sentirse sola, era protegida y venerada por siete astros reyes, SeeU, Gakupo, Ruko, Sonika, Fukase, Oliver y Akaito, de los cuales, los más cercanos a la pelirosada eran SeeU y Gakupo. Por algún motivo ellos dos le tenían una grande devoción de entre todos los astros.

Los guardianes de la diosa comenzaron a ser conscientes de las expresiones de la joven e influidos por sensaciones humanas comenzaron a albergar preocupación por su soberana. Cada uno de los siete astros reyes comenzaba a verse movido por emociones llegando a desarrollar las suyas propias.

Lo que más añoraba Luka era generar un equilibrio y que todos conocieran la alegría, la conexión entre la bóveda celeste y la tierra fue establecida cuando la pelirosa hizo a las estrellas interesarse por los humanos. Ella deseaba que todos pudieran sentir tanto felicidad como tristeza para que el mundo que veían no fuera solo una visión en blanco y negro de todo lo que las rodeaba y así mantener un balance que evitara la tragedia sucedida en el pasado.

Al poco tiempo las estrellas aprendieron de los humanos a mostrar emociones puras y a apreciar su propio mundo y de alguna manera el vacío que no sabían que tenían poco a poco se iba llenando gracias a la convivencia con otras estrellas. Los sentimientos y la energía positiva crecieron, pero tal y como existía a luz... también debía existir la oscuridad.

Los humanos eran criaturas interesantes, pero también eran tontas, crueles e inhumanas. Eran capaces de herir, engañar y lastimarse unos a otros por ambición, simple placer o diversión. Eran capaces de hacer realidad las más terribles pesadillas y por sobre todas las cosas no había limite para sus deseos egoístas. Por supuesto, no todos los humanos eran crueles y retorcidos pero el solo hecho de que emociones negativas existieran se reflejaba en las estrellas de una manera escalofriante.

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