Ariel dio un sorbo a su bebida, como siempre asistido al partido, siempre iba a observar a Blair y Put siempre la acompañaba , pero hoy él había insistido en sentarse en la primera fila a pesar de las protestas de Ariel, a ella no le gusta sentarse en la primera fila, de hecho, lo detestaba, pues a pesar de tener una mejor vista de Blair, la hacía sentir expuesta, demasiado cerca, como si Blair se fuese a dar cuenta de un momento a otro que Ariel estaba observándola.
El medio tiempo llego, la parte favorita de Ariel, pues era el momento en el que las porristas hacían su rutina, la mejor parte, según ella. La rutina acabo con Blair siendo lanzada por los aires y atrapada por sus compañeras. La voz del narrador salió por los altavoces.
-Eso fue ciertamente impresionante, pero antes que sigamos con el partido, la capitana de nuestro asombroso equipo de porristas, Blair, tiene un anuncio que hacer- la audiencia aplaudió, Blair tenía un micrófono en sus manos.
- Como todos seguro ya saben tengo a alguien deja cartas anónimas en mi casillero, Red- la piel de la pelirroja se erizo y sintió sudor frio correr por su espalda, estaba lista para parase y huir, por muy obvio que esto sea, pero Put la sostuvo en su sitio negando con la cabeza, Blair continuo- bueno quiero decirte que yo también me he enamorado de ti- la audiencia soltó un pequeño grito colectivo de sorpresa- y ahora que estas aquí- Blair empezó a caminar hacia la tribuna y se detuvo frente Ariel, todos los ojos cayeron sobre ellas dos- ¿Saldrías conmigo?- pregunto Blair, todo el mundo calló, absolutamente sorprendidos, todos expectantes por la respuesta de la pelirroja.
Ariel se sentía como si fuese a vomitar en cualquier momento, todos la miraban fijamente, respiro hondo y tomo la mejilla de Blair en su mano derecha- Sí- contesto y pegó sus labios a los de Blair, quien le devolvió el beso mientras la audiencia gritaba a su alrededor.
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Love, Red
RomanceBlair era la chica más popular del instituto, capitana de las porristas, rubia, hermosa y la persona más amable que llegaras a conocer. Ariel, en cambio, era invisible, su timidez hacia que pareciese inaccesible y más grosera de lo que realmente er...