¿Estaba lista? No, nunca lo estaría, pero era necesario. Miré por encima de mi hombro, estaban Natsu, Gray, y Juvia detrás de mi esperando que yo diese el primer paso. Por fin, después de meses descubriría la identidad de la persona que estaba detrás de todo el acoso cibernetico hacia mi persona y mis amigos que veníamos recibiendo desde hace tiempo.
@hateheartfilia
@lucyesunazorra12
@heartfiliaputita6
Esas cuentas y muchas más fueron bloqueadas por mis amigos, pero nunca paraban, siempre venían una tras de otra, con comentarios ofensivos, robándome información, fotos de secciones ineditas, cómo aquella con Rogue. Miré hacia el cielo, ¿estaba lista? la pregunta me carcomía y se repetía como una canción sin fin en mi cabeza. Me lo habían advertido:
"Lucy, sea quien sea esta persona... es alguien a quien le tienes confianza."
La puerta frente a mí se abrió bruscamente, dando a Jellal.
-Ha dicho Naru de entrar, tiene información. -informó. Un presentimiento se instaló en mi pecho, iba a doler. Siendo empujada por los chicos detrás de mí entré a la habitación donde teníamos la más alta tecnología reunida, además de haberles pagados a unos ingenieros informáticos bastantes hábiles en su trabajo.
Adentro de la habitación estábamos Erza, Jellal, Natsu, Gray, Juvia y unos 4 chicos más. Se instaló un silencio mudo, creo que esperaban a que yo dijese algo, pero las palabras se negaban a salir, estaba muda. No reaccionaba. Por mi mente pasaba toda clase de persona, desconfiando y dudando de todos, logrando el objetivo de quien sea que fuese esta persona, sentirme sola. Natsu notó mi inutilidad del momento, así que habló él.
-Entonces, ¿quién es nuestro enemigo? ¡Estoy encendido! -habló entusiasmado, más que querer saber la identidad, estaba emocionado por patearle el trasero a alguien.
-Luego de varios meses de investigación hemos logrado dar con la ubicación de esta persona, sin embargo, esta persona es bastante ágil con la tecnología así que la únicas veces que podíamos dar con él eran por varios minutos en los que estaba conectado a una red wifi pública. Cada vez que recibíamos una ubicación provenían del mismo lugar... -el líder del grupo tosió, como si lo siguiente a decir fuese algo incomodo-, fairy tail.
Todos los integrantes del gremio nos tensamos, ¿enserio? era un error, ¿verdad?
-¡Es imposible! Nadie le haría eso a Lucy. -habló Erza con voz dura, sin embargo, todos dudábamos, en nuestros corazones, lo sabíamos. Lo único que nos impedía terminar de creer en la duda era el orgullo.
-Lo sentimos, señorita Scarlett. Pero, nuestros servidores no fallan, al principios también consideramos que se tratase de un error, pero después de más de 15 ubicaciones descartamos la duda.
-Pero, al ser un wi-fi público, ¿cómo pueden identificar el celular? -dedujo Gray, el ingeniero sonrío orgulloso.
-Esta persona siempre tiene un horario y un tiempo fijo de conexión, y después de varios fallos logramos infiltrar un virus en la conexión de esta persona. Usualmente se conecta a las 3 de la tarde, una vez se conecte activaremos el virus que hará que el celular empiece a producir la canción favorita de Lucy.
Juvia entendió rápidamente, y tomó su celular para marcarle a Wendy, de modo que ella pudiese decirnos que celular sonaría. Dos minutos. Faltaban dos minutos. La misma pregunta surgió en mi mente: ¿Estaba lista? Si yo sabía que se me venía el dolor de la traición, ¿no era mejor correr e irme? Si puedo evitarme una decepción y un corazón roto, ¿por qué me quedaba aquí inmóvil?
Sí, lo sé, era un pensamiento bastante cobarde. Pero en fondo, ¿quien no es así? Si pudieses evitar algo, ¿te vas a quedar cómo inútil viendo todo pasar?
Inconscientemente di un paso atrás, pero mi espalda chocó con el pecho de Natsu, quien a su vez me agarró por la cintura, conocía mis intenciones, no me dejaría marcharme; pero tampoco podía culparle, yo tampoco le hubiese dejado marchar si la situación fuese al revés. No fui capaz de escuchar la conversación de Juvia con Wendy -quien por cierto había activado el altavoz- pero fui capaz de ver como se marcaba un punto rojo en los monitores.
-¡Lucy, le tenemos, danos el vía!
Todos me miraban, ¿qué debía hacer? El tiempo corría con velocidad. No hay tiempo, decía mi mamá. Era ahora o nunca. Relajé el cuerpo por unos segundos, sólo me concentré en sentir el calor que emanaba el cuerpo detrás de mí. Sí, eso. Lo tenía a él.
-Hazlo. -fue un murmulló, pero para mí fue un grito ya que sentí el dolor de mis cuerdas vocales. Presionaron un par de botones, y luego pulsó uno grande de color rojo. Del altavoz del celular, aparte de los típicos gritos del gremio se empezó a escuchar una suave música.
"I've been hearing symphonies, before all I heard was silence. A rhapsody for you and me. And every melody is timeless, life was stringing me along, then you came and you cut me loose. Was solo singing on my own, now I can't find the key without you"
La música casi no se escuchaba, pero Wendy se fue acercando al sonido. Casi podía oír en mi mente reproducirse el sonido de una bomba a punto de explotar.
-Tú... -se escuchó la débil voz de Wendy al teléfono, seguramente en shock.
-¿Eh? ¿Qué pasa Wendy?
Esa voz. ¿Cómo no podía reconocerla? Los demás estaba en un estado memorable, pero yo era la peor, mis piernas fallaron y mis pulmones empezaron a funcionar con dificultad. Sentía como me ahogaba y el aire no llegaba a mí. Ira, dolor, rabia, esas emociones me descontrolaban. ¿Por qué ella? ¿Por qué me hizo esto eso a mí? Si dijera que lloré, mentiría, simplemente sentía mi alma destrozada, no lo entendía. Pero, la sensación de querer dormir y no despertar me consumió completamente.
¿Por qué lo hiciste, Levy McGarden?
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