⇢ 100 ⇢ Narrado

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-Lucy, ¿estás segura de querer entrar sola? -me preguntó Natsu totalmente tenso, no le hacia gracia que su novia entrase sola a donde se encontraba la persona que me había lastimando tanto. 

Novia. Que lindo suena.

Natsu y yo habíamos oficializado la relación una semana después de haber despertado del coma. Ok, rebobinemos. Cuando me enteré lo de Levy, debido al shock que sufrí tras la noticia entré en hiperventilación que me causó el coma, el cual me tuvo 1 mes postrada en una cama. Respecto a ella, todo salió a la luz, logramos ganar un juicio mágico con todas las pruebas a nuestro favor, sin embargo, ella se negaba a hablar, no cruzó palabra con nadie del gremio. Mientras que, Gajeel había dejado el gremio de la noche a la mañana diciendo que ya no tenía razones para estar allí.

Podía irme y seguir con mi vida sin problemas. Pero, algo dentro de mi necesitaba saber el porqué, preguntárselo cara a cara. Me volteé lentamente, y posé un beso en la mejilla de mi chico.

-Sí, estoy segura. Por favor, espérame aquí. -sonreí. Natsu chasqueó la lengua y se quedó quieto.

Posé la mano en la perilla de la puerta. Sólo un puerta de distancia nos dividía, suspiré fuertemente y procedí a entrar. Ahí estaba ella, con su pelo azul alborotado como siempre y una venda en él. Llevaba un traje entero de color naranja, se veía notablemente más flaca y un poco más alta, ¿o sería mi imaginación? Me senté en la silla frente a ella, ahora lo único que nos separaba era una fría mesa de metal donde posaban dos vasos de agua y un silencio incómodo. 

1 minuto.

2 minutos.

3 minutos.

Nadie hablaba pero el contacto visual no paraba, ¿qué se supone que deberíamos decir? 

-¿Por qué? -pregunté sin rodeos. Necesitaba saberlo.

-No lo sé. 

-¿Por qué? -pregunté de nuevo, necesitaba sus razones para sentirme en paz conmigo misma. Necesitaba que me dijese que no era mi culpa, que no le fallé.

-No lo sé. -repitió con el mismo tono que había usado anteriormente, uno frío y carente de sentimientos. Con las manos temblorosas saqué unas fotos que cargaba en mi bolso y las dividí todas frente a ella.

 Con las manos temblorosas saqué unas fotos que cargaba en mi bolso y las dividí todas frente a ella

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