Un amor no planeado

Capítulo 9 "Una pequeña salida"

~Aún en el colegio~

Joy: Loon, espérame que voy a llamar a mi mamá para avisarle que voy a salir contigo

Loon: Ok, no hay problema.

Joy estaba marcando el número de celular de su mamá. Su mamá no le contestaba, timbraba y timbraba y no respondía. Joy intentó llamarla otra vez y por suerte su mamá respondió.

Joy: Hola mamá, ¿Qué tal?

Mamá: Bien todo bien ¿Y tú?

Joy: Bien, mamá ¿Te puedo preguntar algo?

Mamá: Sí claro. ¿Qué pasó? ¿Qué hiciste?

Joy: ¿Yo? No, nada malo, solo que quería...

Mamá: Joy... te conozco muy bien para que me mientas.

Joy: Bueno, bueno... Loon un chico de la escuela me invito a salir...

Mamá: ¿Enserio? Que bueno y ¿Qué pasa con eso?

Joy: Es que quería que me dieras permiso para ir

Mamá: ¡¿Qué?! ¿Tu estas loca o que?

Joy: Hay mamá, no es para tanto...¿Puedo ir?

Mamá: Vamos a ver... Creo que sí, pero igual pasa por aquí, para que te diga algo muy importante.

Joy: Pero... dímelo ahora

Mamá: Prefiero decírtelo en personal

Joy: Pero mamá...

Mamá: Joy...

Joy: Ay ya esta bien

Terminó la llamada y Joy le contó a Loon que su mamá la llamaba para decirle algo, Loon como buena persona entendió a Joy y le dijo que normal podía ir. Joy agradeció y antes que se fuera le dijo que mejor solo le timbrara para que ella solo vaya al Starbucks y se encuentren.

~En la casa de Joy~

Su mamá le comenzó a decir todo sobre una cita, como por ejemplo que: Sea natural, pasarla bien, reírte, no mirar al reloj, no interrogarlo, etc.

Pero sin embargo, Joy quería dejar muy en claro a su mamá que lo que va a tener con Loon, solo es una salida y ya.

Su mamá la seguía molestado con que era una cita y que tenía que estar bonita y esas cosas, en una de esas Joy se hartó y se fue con un taxi a la cuadra que Loon le había enviado por mensaje.

~Después de 30 minutos~

Joy ya había llegado a esa cuadra y se bajo del taxi. En eso se encuentra dos Starbucks en la misma cuadra. Lo que tuvo que hacer Joy fue pensar a que Starbucks iba a entrar.

El castaño estaba sentado esperando a la rubia con impaciencia y desesperación (se estaba tardando mucho). Pues ya quería ver esos hermosos ojos azules cristalinos llenos de alegría.

Después de 3 minutos, una silueta familiar se asomó por la entrada principal. Era ella, a Loon se le iluminaron los ojos.

Joy: Hola -Saludó Joy con una sonrisa cundo había llegado junto a la mesa-.

Loon: Ho-hola Joy- Dijo nervioso. En eso se paró a acomodar la silla a Joy, acto seguido, la rubia se sentó y este le arrimó la silla junto a la mesa.