Nota de autora: Antes de comenzar, quiero decirles lo mucho que los amo y lo agradecida que estoy con ustedes por haber hecho llegar SDA1 tan lejos porque es la número #823 en la categoría fanfic y no tengo palabras para agradecerles tanto amor y creo que podemos hacer esta secuela aún más lejos. Así que el reto es ese. Ahora sí, ¡empecemos!
Narrador omnipresente:
- Seguro se están besando.
- Que no.
- Obviamente sí, por qué otra cosa se habrían quedado ellos dos atrás- Kankuro y sus celos. No era de sorprenderse que ____ no le quisiera....
- O tal vez no se podía despedir de su aldea y la estaba esperando para que no tuviera que alcanzarnos sola con la posibilidad de que se pierda- O que Gaara le matara después de escuchar sus comentarios estúpidos.
El mayor palideció de golpe y soltó una pequeña risa nerviosa para disimular su garrafal error y justificarse en que no iba en serio, que había sido una pequeña broma y no había nada de que enojarse o preocuparse. ____ fue con Temari, se disculpó por la tardanza y se mantuvo a su ritmo.
Pronto les dio la noche, por lo que naturalmente tuvieron que acampar. Llevaban sólo un cuarto de camino y necesitaban recobrar energías para poder llegar a Sunagakure el próximo día por la tarde. Era un camino considerablemente largo, especialmente si padeces de problemas para dormir.
La castaña intentó dormir una y otra vez, pero casi parecía que Shukaku estaba decidido a frustrarle el sueño hasta el cansancio. Finalmente ella se rindió y abrió los ojos para clavar la vista en el cielo despejado. Salió de su bolsa de dormir, abrió el cierre para que quedara como una manta y se cubrió del frío con la misma. Subió a la copa de un árbol y suspiró.
- ¿Aún tienes problemas para dormir? - Preguntó el pelirrojo quien había subido discretamente hasta donde ella estaba para no alarmar a sus hermanos con el ruido.
Ella giró su vista hacia el muchacho y le dedicó una suave sonrisa.
- No. Aún no. Aprendí a vivir con ello. Supongo que tú tampoco puedes hacerlo.
- Nunca podré hacerlo, me poseería - Se encogió de hombros- También estoy acostumbrado a ello.
- Nunca digas nunca- Apuntó la muchacha con una sonrisa.
El pelirrojo le devolvió la misma, sólo que ésta era apenas visible, pero aquello era más que suficiente para ella. Volvió a mirar la luna.
- ¿Tuviste algo que ver con esto? - Peguntó ella en tono curioso.
Gaara podía ver perfectamente aquella luna grisacea iluminar sus ojos y dejar una sombra brillante en ellos de la misma. Y es que los astros eran tan egoístas y caprichosos al querer su dulce y verde mirada clavada en ellos todo el tiempo.
- No. Pero si lo que quieres es darle las gracias a alguien puedes esperar a mañana y dárselas a Baki. Él fue quien dio el sí.
Ella cerró los ojos y negó suavemente con la cabeza, antes de girarse a verlo con una sonrisa tan sincera que le penetró hasta el alma y aceleró su pulso lo suficiente solo para que la imagen se quedara grabada en su mente. Su piel que casi parecía ser de porcelana, un par de luceros verdes que brillaban más que la luna misma y la curva más hermosa que jamás vio en alguien en sus labios. No necesitaba pensarlo, no lo procesaba siquiera, pero la efímera y preciosa escena se le había tatuado.
- Sólo era curiosidad. Hubiera sido genial que tú hubieses formado parte de todo esto.
- Estoy preparándome para ser Kazekage, no es que haya estado completamente aparte de la situación- Confesó simple, con cierto brillo en la mirada, que para ella, simplemente le lucía de una forma preciosa, ajena a la razón de la misma.
- Entonces tu sí, pesó más que el de Baki, hah.
Apuntó con gracia. Pudo escuchar una voz grave, profunda en su interior. Shukaku.
- Ey... Mocosa. Ándate a dormir, estás haciendo cosas qué no deberías aún.
La niña soltó un bostezo casi por arte de magia después de las palabras de Shukaku. No entendía muy bien a lo que se refería, y es que no era consciente de lo que una simple sonrisa había sido capaz de causar en el otro. Y oh, pobre demonio, él que tenía que aguantar el brote de sentimientos de ambos mientras que se mantenían ignorantes a aquello. "Malditos tórtolos... Que asco". Pensó.
- Te escuché.
Respondió en un susurro Gaara, un poco fastidiado por el comentario y la bestia no hizo más que gruñir. ____ bostezó una vez más. ¿De dónde venía ese sueño repentino? A saber, pero era mejor aprovechar. Talló sus ojos con sus manos en un gesto tierno, Adorable y finalmente se levantó.
- Creo que esta noche sí voy a dormir. Lo siento por no hacerte compañía. Te veo mañana.
Y luego de bostezar por tercera vez, fue hasta el muchacho, quien le ayudó a bajar del árbol hecha burrito y ella antes de acomodarse en su lugar, dejó un beso pequeño sobre su mejilla.
El rostro del pelirrojo se coloreó un poco y agradeció a la noche por hacer aquello invisible a la castaña, quien realmente al sentir como su corazón se revolucionaba y florecía en mil sensaciones pequeñas y un micro infarto, sus mejillas enrojecieron causando que ella se hundiera en la bolsa de dormir.
Ella se durmió casi al instante, mientras que él, se quedó viendo la luna, una costumbre que seguramente le había robado a ella, repasando la escena en la que la sonrisa más brillante que jamás había visto se había colado entre los labios de la persona más inesperada desde su perspectiva. Ella había comenzado como una nadie, cualquiera, pasó a convertirse en una molestia y de ahí en una persona que le ayudó y le salvó, empezando a convertirse en alguien a quien de hecho empezaba a guardarle aprecio, a su amiga. Una serie de sucesos completamente inesperados, a decir verdad.
____ Se había metido como la humedad en esa pequeña familia que consistía en tres hermanos... bueno, en realidad cuatro, a quienes había agarrado más cariño del que esperaba y eran una excelente familia para ella, y estaba segura de que lo serían aún más con el tiempo, la falta de su profesor, su primo, su mejor amigo y practicamente su hermano. Un nuevo comienzo en toda regla y por donde lo viera. No estaba nada mal.
A la mañana siguiente se vio sacudida un par de veces por la rubia, quien la llamó un par de veces por su nombre con la intención de despertarla. Gaara se encontraba de pie, mirando hacia el horizonte, en dirección a su hogar. La menor se desperezó, se estiró cual gato y luego empezó a enrollar la bolsa de dormir para guardarla con sus cosas.
- Si salimos ahora, llegaremos a hora de la comida a Suna.
Apuntó Kankuro, Gaara asintió y ____ mostró una sonrisa enorme.
- ¿Y qué estamos esperando ahora? ¡Vamos!
Animó la muchacha, y todos sonrieron. Bueno, casi todos, Gaara lo hizo a su manera y levantó apenas una de sus comisuras, una sonrisa invisible. Una sonrisa marca Gaara, para ser exactos y entonces comenzó el camino de regreso a aquel caluroso lugar que se convertiría en su nuevo hogar.
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YYYYYYYYYYY con esto damos por concluido el primer capítulo de la segunda temporada. Esperemos que no tenga tantos capitulos ni tanto relleno... Esperemos. (Spoiler: Seguro acaba siendo como la primera porque no sé estructurar ideas bien e ir al grano)
En fin. ¡Por fin un beso! No el que quisieran pero ya vimos que las cosas ya van tomando su camino respecto a algo romaaaantico.
Comenta aquí tu pelirroja fav: ¿Hakiri o Arisa?
¿Qué les parece la portada? Yo hice el dibujo y creo que debería decirles que el vestuario de ____ está fuertemente inspirado en el diseño de "Shion Hatake" un Oc que no me pertenece, pero estaría super genial que busquen el personaje el internet y vayan a darle amor a la artista, en deviant art, que es suuuper talentosa.
Sin nada más qué decirles, me despido y no olviden que les amo chaooooooo <3
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Sueños de arena (Gaara y tú) /SDA 2
FanficLa secuela de Sombras de Arena (#712 en fanfic).