The plan

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- El sólo verte me deprime West- Trina había vuelto, se recargo en la pared a un lado de mí y me miro con el ceño fruncido dejando ver su preocupación.

-No es tu asunto-masculle a la defensiva

-No va a salir- me miro con pesar y saco su peraphone para responder algún mensaje

-Dile que me he ido- ni siquiera entendía porque de pronto Trina parecía estar de mi lado, una parte de mi deseaba vomitar y la otra muy en el fondo se sentía ligeramente agradecida

-Sabes que no funcionara- se paró frente a mí y temerosa extendió su mano- no puedes seguir aquí

-Puedo- aleje su mano de un golpe, con paciencia me ofreció ayuda de nuevo cuidando que no volviera a golpearla

-Vamos- insistió- prometo ayudarte, sólo salgamos de aquí

Gruñí bajo y me incorporé aún reticente, ignorando la ayuda que me ofrecía. Un auto, mejor dicho, el auto de Beck se paró en la acera en el momento en que me levantaba, miré a Trina con una ceja levantada y sólo acertó a encogerse de hombros. Limpie la tierra de mi pantalón lentamente sin dejar de mirarla con recelo.

-Le pedí a Robbie que nos recogiera, no sabía que Beck vendría- reconoció incómoda

La cabeza del ventrículo salió por la ventana y nos incitó a subir con su mano.

- ¿Qué les dijiste? - quería lanzarme contra ella, liberar toda la frustración y vergüenza que parecían ahogarme, quería conocer sus más oscuros secretos para gritarlos a todo pulmón, hacerla sentir tan expuesta como yo me sentía.

-Sólo dije que no te movías de mi puerta- ajenas a mis pensamientos me miraba tranquila

-Y no pienso moverme- giré determinada a volver a esconderme entre las flores y seguir manchando mis pantalones con tierra

-¿Qué esperas exactamente? Que ella salga y luego ¿qué?

Solté un suspiro de rendición, tenía razón, esperaba que Tori saliera, pero no tenía ningún discurso preparado, ni siquiera yo sabía que era lo que realmente buscaba, de pronto parecía estar frente a dos nuevas Vega, una sofocantemente hermosa y otra un poco más lista y comprensiva de lo usual.

-Bien- murmure

Recogí mi bolso con molestia y seguí a Trina al auto, lista para lo que sea que tuvieran entre manos, probablemente una charla superacional o algo al estilo "no la mereces" puesto que nadie de ellos podría considerarme un buen partido para la dulce Vega, para cualquiera de las dos opciones ya tenía una lista de insultos y posibles respuestas sarcásticas. Los chicos nos recibieron con breves saludos y quitaron los seguros de las puertas traseras para que pudiéramos subir.

-Oh demasiado tarde- la morena empujó mi hombro para que subiera al auto, pero mi atención se enfocó en un carro azul que buscaba estacionarme frente a nosotros, justo en la puerta de Vega. No sabía porque, pero tenía un mal presentimiento, un nudo en el estómago avisándome que estaba a punto de presenciar algo que no me haría feliz.

Un chico castaño bajo de él con un pequeño ramillete de flores amarillas, llevaba unos pantalones ajustados y una camiseta del mismo color brillante que Trina, se acercó a la casa de las Vega, toco el timbre y espero pacientemente a que abrieran, lucía como un imbécil y mi mal presentimiento me indicaba lo que hacía en ese lugar.

- ¿Quién es ese? - lo sospechaba, pero necesitaba despejar la duda

-Charlie, entra a auto- terminó de empujarme en el asiento y cerró la puerta

Just My GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora