My Suit Man

Capitulo 3

Al cabo de un rato veo que se empieza a alejar, por lo que tomó mis cosas y comienzo a seguirlo disimuladamente, mientras camino y lo dibujo al mismo tiempo.

Trato de retener la mejor imagen suya en mi cabeza, para poder seguir dibujándolo en el ángulo perfecto.

Entonces se me ocurre la mejor idea que jamás se me ha ocurrido, prosigo a guardar todo y sacar mi teléfono en vez.

Agarro fuertemente mi mochila y me pongo a correr como una maniática hacia unos arbustos cerca de él.

Sin que me vea me meto dentro de los arbustos, pongo mi teléfono en un hueco, ajustó el lente y justo cuando se da la vuelta saco la foto.

La foto salió increíble, pero hubo un pequeño problema, que casi hace que me descubra. Deje el flash encendido, sí, todo se iluminó desde el arbusto, por lo que tuve que salir por la parte trasera, rasguñándome entera.

Era como una misión suicida, pero en este caso yo no muero sino que él me atrapa, porque  se acercaba sigilosamente hacia el arbusto en el que yo estaba.

Corrí como si mi vida dependiera de ello, aunque no era muy diferente, ya que mi dignidad colgaba de un hilo, y si el me atrapaba iba a ser mi fin, o el de mi dignidad.

Creo que mi parte exagerada salió a la luz, en conjunto con mi parte poética.

Cuando termine de correr me escondí detrás de un árbol, rezándole a dios de que el no me haya visto, corriendo como una gazela, siendo perseguida por un león.

Saco mi cabeza por un lado de el árbol, y lo veo escanear el arbusto, tratando de buscar respuestas, o un flash que fue el que iluminó su bello rostro.

Lo observo mirando al rededor hasta que sus ojos casi se posan en mi, enseguida me escondo.

Saco mi cabeza por segunda vez, y lo veo alejarse de los arbustos, maldigo en mi interior, deseando ver su cara, por última vez aunque sea, porque estoy segura de que el no volverá a este parque.

Algo decepcionada me voy rumbo a mi casa, y repasando sus delicadas, pero masculinas facciones en mi teléfono agradeciendo por haber tomado esa foto.

Al llegar abro la puerta y veo a mi padre cocinando la cena, le sonrió, y voy a saludarlo, le doy un beso en su mejilla, luego me encamino a mi cuarto en el segundo piso.

Cuando entro dejó todo sobre mi escritorio, y comienzo a sacar mi cuaderno de dibujo, junto con mi celular, mis lápices y óleos.

Conectó mi celular con mi computadora, y abro las imágenes, cuando veo la suya, apretó el botón de imprimir imagen.

La impresora hace el típico ruido de cuando va a imprimir un papel y a continuación sale una imagen del hombre más bello que jamás eh visto, y veré.

Me quedo unos minutos contemplando la imagen, y decidí imprimir más de una en distintos tamaños, por lo que la imprimo tres veces más, la primera es del porte para un pequeño cuaderno, la segunda es del porte de una hoja carta, y la tercera es del tamaño de un póster.

Pego el póster en la pared de mi habitación, pego la pequeña en mi libreta, y la de tamaño carta en mi escritorio, y la que tenía ya impresa la guardo en mi velador.

Me iba a poner a dibujar hasta que mi padre me llamo para la cena. Si creen que mi padre va a entrar a mi habitación y ver todo están equivocados porque mi padre nunca, y repito nunca, va a entrar a mi cuarto sin mi consentimiento.

Me apresuro y cierro mi libreta junto con la puerta de mi habitación. ¿QUE?, nunca está de más prevenir.

Bajo como alma llamó al diablo, ¿Creo que se dice así?, o es ¿Cómo alma que lleva al diablo? , bueno da igual, divago demasiado.

Un rico aroma llega a inundar mis fosas nasales y me acerco a paso lento hacia la cocina, una vez ahí, me siento en la mesa y espero a mi padre, él se acerca y deja mi plato, luego se sienta el a mi lado.

Comemos en silencio, pero no es un silencio incómodo, sino que uno agradable. Hace mucho que no conversamos en la cena, o el almuerzo, o el desayuno, en verdad casi ya no conversamos en general, desde lo que pasó.

Y yo estoy ocupada con la universidad, y él con el trabajo, es el sub gerente de la empresa, y ese es el segundo puesto más importante, ya que el primero se lo lleva su jefe. El dueño.

Bueno, su nuevo jefe ya que no sé que le pasó a su antiguo, pero ahora tiene uno nuevo, y más estricto, creo.

Para salir de este ámbito del silencio trato de empezar una conversación. "Y.... papá, ¿Cómo te fue en el trabajo hoy?"

Pareció sorprendido hacia mi pregunta, más bien a que hablé, pero luego cambio esa cara de sorpresa por una sonrisa, y luego una pequeña mueca.

"Bueno, ah sido un poco difícil con el nuevo jefe, pero creo que todo se va a arreglar."

Y con eso seguimos conversando hasta que me fui a acostar.

Tercer capítulo denle una estrellita, comentario, y ayuden con las faltas ortográficas, 😊

~ J. J Smith~