Niall
Era un día lluvioso, era de lo más normal que mi cuerpo estuviera aletargado debido al frio, las puntas de mis dedos y mi nariz comenzaban a tornarse rojizas. Intente taparme mejor con la cobija, pero lo único que logre fue hacer que me diera más frio. Los últimos tres meses los había pasado así, solo en mi cuarto y sin ganas de salir. Después del accidente mis ganas de hacer algo diferente eran nulas, muy a la fuerza salía de mi habitación para ir por algo de comer.
Cuando el dulce olor a panques de chocolate se filtró en mis fosas nasales, me levanté de mi cama y me puse un suéter para cubrirme del frio junto con unas pantuflas. Abrí la puerta de mi habitación y caminé hasta donde estaban las escaleras para así bajar por ellas y ver a mis padres sentados en el comedor desayunando.
— Milagro, por fin te dignas a bajar sin que yo tenga que subir por ti. — La voz de mi madre era alegre y al instante que me senté a la mesa me acerco un plato para que me sirviera.
— Me parece una inmadurez que estés siempre encerrado en ese cuarto.
— Bob basta
— No mamá, déjalo que diga lo que tenga que decir. — Mire a mi padre con desagrado y él sonrió
— Eres tan tonto, el hecho de que te quedes encerrado no traerá de regreso a la vida a Louis, después de todo tu lo mataste.
— Eso no es cierto, el mismo juez dijo que fue culpa del conductor del camión — Me levante de golpe y azote mis manos contra la mesa.
— Pero quien fue el niñito estúpido que obligo a Louis a acompañarlo a beber porque una chica lo termino.
— El acepto acompañarme
— Por dios santo Niall, yo los escuche cuando estaban en la sala, el solo acepto acompañarte porque le preocupabas y mira como le pagaste, estabas que te caías de borracho y aun así no quisiste que nadie más condujera el auto, eres un irresponsable — También se puso de pie y cerro sus manos en puños.
— Ya paren por favor. — Sabia que mi madre estaba a punto de comenzar a llorar debido al tono de su voz.
Mis manos temblaban mientras yo intentaba contenerme de hacer algo de lo que me arrepentiría. Tome una de las manos de mi madre y la presione ligeramente, para después retirarme de la mesa e irme a mi habitación.
Una vez que entre, azote la puerta tras de mi causando un gran estruendo. Me tiré en mi cama y puse mi almohada sobre mi cara ahogando los gritos que salían de mi boca. Estaba cansado y harto de esa situación, mi padre siempre me culparía de lo que pasó esa noche y por más que lo intentará no lo haría cambiar de opinión. Estaba a punto de ponerme a dormir cuando un sonido molesto se hizo presente, quite la almohada de mi cara y alce la mirada para ver que se trataba de mi celular que estaba vibrando sobre el buró de mi a habitación, cuando el sonido paro continúe con mi misión de ponerme a dormir, pero el sonido se hizo presente nuevamente y me levanté de mala gana de mi cama.
Mire la pantalla y visualice el nombre de Harry parpadeando en ella, colgué la llamada y justo cuando estaba por regresar a mi cama otra llamada de Harry hizo vibrar mi teléfono terminando por colmar mi paciencia y de mala gana conteste.
N: ¿Qué quieres Harry?
H: Oye que te pasa, sólo quería decirte que en un rato iremos al muelle y esperamos verte allí. — Su tono de voz era totalmente alegre.
N: No iré Harry, ya deja de molestarme.
H: Pero iremos todos, hace mucho tiempo que no te vemos.
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En Mi Memoria
Teen FictionLos sentimientos de culpa me invadian todas las noches sin falta, me sentía tan miserable y comenzaba a pensar que todos tenían razón, yo lo había matado y no podía cambiar eso. Si tan solo hubiera hecho caso cuando me dijeron que ya había bebido lo...