La Caza De Ángeles - Sekaiichi Romántica [Onodera x Misaki]

Prologo

Capítulo 0: "Tu Caída"

Pov. Onodera Ritsu.

No tengo idea que fue aquel impulso, simplemente no pude hacer nada a mi voluntad.

Esto ha pasado hace más de una semana, era un día agotador como cualquier otro, después de todo el tener tres trabajos no te ayuda a la salud, pero si te mantiene ocupado para no distraerte en nada.

Primer trabajo, soy editor de un escritor adicto a osos de peluches y con una personalidad mediocre pero que sin dudarlo es alguien en quien puedo confiar, se dedica a escribir novelas BL sobre él y su mejor amigo que es un despistado, con este escritor tengo horario en la mañana.

Segundo trabajo, soy otro editor en mangas shojos, aparte de trabajar con varias mangakas bajo a mi nombre, donde tengo amigos o compañeros de trabajo donde también convivo con ellos en el tercer empleo que me encargo, en este horario es en la tarde.

Tercer trabajo, soy cazador de monstruos de cualquier tipo, en este empleo me encargo horario nocturno, por lo cual es mucho más complicado y agotador, ya que termina a las doce.

En este mundo, todos los humanos viven aterrados de los ataques que hubieron estos últimos años, ya que varias personas comenzaron a morir en garra de los monstruos y desde entonces ha habido una guerra oculta entre humanos y monstruos, ya que esto es un secreto que le tenemos oculto a todo el mundo.

Tú ves caminar a las personas en la calle, tan despreocupadas y pacificas sin miedo de perder su vida, porque nosotros los cazadores nos encargamos que nada malo les llegue a pasar y les hacemos creer que no hiciste nada paranormal que les llegue a ser daño.

Se han creado un sinfín de organización especializada en cada criatura mágica, en mi caso, me especialicé en la caza de ángeles y demonios, y si me llego a topar con otro monstruo debo de llamar a alguien especializado para que logre matarlo. Porque eso es lo que tenemos que hacer, es matarlo para que no dañen a los humanos.

Uno puede decidir en ser cazador a los veinte años o simplemente dedicarse a lo que esa persona quiera, en mi caso acepte y no acepte a la vez, porque normalmente un cazador debe realizar un horario completo, pero yo solo escogí nocturno porque estaba indeciso, de que, si quería seguir el camino de la literatura, el dibujo o la cacería, y ahora me ven aquí, sin poder elegir aun una.

Lo que sucedió una noche fue lo que me impacto, estaba caminando cerca de una montaña para hacer vigilancia, ya que hace unos días se reportaron avistamiento de ángeles por aquellos sectores que hablaban de una laguna divina que curaba heridas a aquellos monstruos tan hermosos.

De pronto, me llego un llamado de mi jefe tanto en mi segundo empleo como el tercero.

Takano: ¡Onodera! – me grito en el teléfono.

Onodera: ¡Te escucho! Dime, ¿Qué es lo que quieres?

Takano: No es gracioso, acaban de escapar ángeles del distrito A-D.

Onodera: ¡¿En que dirección se dirigían?! – pregunte alterado, mientras sacaba una agenda digital para ver a los demás cazadores presentes en aquella noche.

Takano: Van a las montañas.

Onodera: Llama refuerzos, lastimosamente soy el único que está patrullando cerca de ahí.

Takano: ¡Claro Onodera, suerte!

Onodera: Eso espero – cuelgo.

Saque de mis bolsillos una enorme red y la lance en el cielo aterrizando en un árbol de *Hyperion, sujetándola tan firmemente aparecieron volando velozmente los ángeles del distrito A-D que cayeron como moscas en la red que era eléctrico, pero había un solo ángel que noto la trampa y la esquivo, pero su mano se llegó a electrocutar un poco.

Onodera: ¡Diablos, eres duro!

Busque en mis bolsillos esta vez una pistola y la apunte al ala del ángel, y al disparar esta atravesó su ala provocando su caída entre el bosque.

Kisa: ¡Ricchan, llegamos! – apareció el resto de cazadores.

Onodera: Capturen a los que cayeron en la trampa de la red, debo verificar algo – salgo corriendo directo al bosque.

Kisa: ¿Qué dijiste?

Hatori: Solo obedece lo que dijo, vamos.

Una vez dentro del bosque comencé a seguir el rastro de plumas blancas cubiertas con sangre, lo que me llevo a una laguna y ahí lo vi a él, a aquel ángel que había lastimado, este lloraba del dolor mientras se echaba agua en el ala, pero noto mi presencia y volteo a verme.

Ese chico ángel, era hermoso. Piel blanca, cabello castaño no muy largo con un flequillo, se veía que no era muy alto y sus ojos eran color verde, bastante delgado y casi sin músculos, no tenía nada varonil.

Onodera: ¿C-C-Como? – pregunte nerviosamente al mirarlo.

Aquel ángel se acercó caminando despacio a mí, sin darme cuenta caí mi arma al suelo y él se acercó, y saco de mi bolso una botella vacía y la lleno con agua de la laguna.

Onodera: ¿Q-Q-Que?

Misaki: ¿Me ayudarías?

Aquellas palabras, esas simples palabras, controlaron mi cuerpo y me obligaron a ayudarlo.

*Hyperion: Hyperión es el nombre dado al árbol y ser viviente más alto del planeta.