IV

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Capítulo 4: "Primeros Contactos"

Pov. Onodera Ritsu.

Desde que era pequeño, mis padres me inculcaron que los monstruos son solo seres sin sentimientos, bueno, eso tan solo lo decía mi madre porque mi padre no es capaz de juzgar a nadie sin conocerlo, y pues, el nunca vio un demonio, un duende u algo mágico para decir que es malo convivir con ello.

Mi madre es una mujer de tradiciones, y mi padre es un hombre de una mente realmente abierta.

Seguramente se preguntarán, ¿Por qué mi padre es así? Ni yo lo sé.

Solo sé que estaba ahí, en mi cuarto rodeado de enormes libros de literatura en su mayoría son historias de combate entre monstruos y humanos, los finales de los libros nunca me sorprenden, el hombre más fuerte de ahí acaba vencedor.

Estaba leyendo un libro de tapa verde cuando de pronto siento a mi madre gritando desde el primer piso, por lo cual, cerré mi libro.

Estaba leyendo un libro de tapa verde cuando de pronto siento a mi madre gritando desde el primer piso, por lo cual, cerré mi libro

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Sra. Ritsu: ¡Onodera, yo y tu padre saldremos! ¡Estarás solo! ¡Recuerda no abrirle la puerta a nadie! – grito.

Onodera: ¡Si mami! – grite desde mi cuarto.

Cuando se escuchó el portazo de la puerta principal, largue un suspiro mientras el peluche a mi costado cobraba vida y hacia su pelaje de felpa en carne.

Twinkle: Por fin se fueron, ¿Qué quieres hacer, Onodera? – me pregunto mientras comenzaba a volar por todo mi cuarto.

Onodera: Me gustaría pasear un poco afuera de casa – dije mientras salía de ese montón de libros y me acercaba a mi armario.

Twinkle: ¿Afuera? ¿Otra vez? Bien, pero debemos regresar temprano para que te bañes, siempre cuando salimos tienes la mala costumbre de ensuciar tu ropa.

Onodera: Tranquilo, llevare ropa de repuesto, tu ve a la cocina y cocina sándwiches.

Twinkle: Ok -_-

Saque de mi armario, una mochila azul amplia junto a un gorra de béisbol, aparte de guardar otro recambio de ropa, agua y los sándwiches que cocino Twinkle.

Cuando salimos de casa, puse candado a la puerta y empezamos la caminata hacia el exterior, que, por cierto, vivo en medio de la nada en un bosque.

Twinkle: ¿A dónde vamos?

Onodera: A ver, - saque de mis bolsillos una libreta con varias indicaciones en ella – varias personas dicen que algo lejos de aquí hay una cueva a la que nadie se ha atrevido a entrar.

Twinkle: ¿Y tú piensas entrar ahí? ¿Y si te pasa algo?

Onodera: Bueno, como dice el dicho, la curiosidad mato al gato, por lo menos el gato murió sabiendo, y eso espero conseguir, aunque muera – dije mientras comenzaba a caminar.

La Caza De Ángeles - Sekaiichi Romántica [Onodera x Misaki]Where stories live. Discover now