CAPÍTULO 1

45 2 1
                                    

- ¡Mierda, llegaré tarde otra vez! -la maldita alarma no había sonado y mis ganas de suicidarme aumentaban-.

Tomé una corta ducha como todas las mañanas, no podía salir de casa sin ducharme menos en verano. Mientras secaba mi cabello negro

recibí una llamada de Ashley, mi única amiga. Ella es extremadamente bonita, tiene un hermoso cabello rubio que resalta con sus ojos color miel y también tiene cuerpo de Barbie, es la envidia de todo el instituto.

- ¿Se puede saber en dónde te has metido? ¡Llevo 15 malditos minutos esperándote y tu ni apareces! - la agudización de su voz hizo que quiera arrancarme los oídos.

Solté una risa ante el reclamo de mi amiga.

- Cálmate que lo bueno tarde en llegar, aparte, que haces esperándome? Puedo entrar sola, ni que me fueran a violar -contesté rodando los ojos.

-Está bien, pero esta vez no te cubriré cuando el profesor pregunte por ti, no defiendo a irresponsables dormilonas.

-Como sea, adiós.

Salgo de mi habitación en busca de algo para comer, sé que voy llegando tarde, pero hay que mantener este cuerpo. Una vez terminado mi desayuno, colgué mi mochila en mi hombro y me dispuse a caminar las 4 largas cuadras que me separaban del instituto, como siempre mis padres no estaban y tenía que manejarme yo sola.

Al llegar al instituto lo único que debía hacer era caminar rápido hasta encontrar mi aula, la 197. Mientras caminaba por los pasillos del inmenso edificio un idiota tropezó conmigo provocando que todo el café que había en la taza quedara derramado en mi blusa. Al levantar la vista, la horrible cara del estúpido Noah Carter estaba frente mío. ÉL tenía ojos azules, cabello rojizo, era muy lindo, pero todo lo que tenía de guapo también lo tenía de idiota. Mi odio hacia él se debe a que hace tres años, cuando ambos teníamos trece, me le declaré y él lo único que hizo fue reírse de mí en mi cara y burlarse de mi hasta el día de hoy.

-¡Rayos! -exclamó el chico con odio- ¿Acaso no miras por donde caminas? Este café era para el profesor, pero gracias a tu torpeza tendré que comprar otro.

-En primer lugar, no me grites o mi puño quedará estampado en tu horrenda cara, y en segundo lugar el que estaba mirando su celular en vez de mirar por dónde camina, eres tú.

-Esto no va a quedar así Smith.

-Uy que miedo -exclamé sonriente-.

Seguí caminando hasta que encontré mi aula. Al entrar todas las miradas estaban posadas en mí y en mi blusa con la mancha de café.

-Señorita Smith, que horas son estas de llegar? Mi clase empezó hace 40 minutos y no permitiré que entre asique le agradecería si esperara afuera hasta que tenga clase con la señora Morgan. – exclamó arqueando una ceja-.

-Como sea calvito, igual ni quería tener clase con usted. – contesté mientras daba un portazo-.

Antes de que pueda contestar algo salí corriendo a mi casillero en busca de la blusa con la que practico gimnasia, no soportaba estar toda empapada de esta sustancia asquerosa.

*************************************************

-Se puede saber en que estabas pensando cuando le contestaste así al profesor Winnogrand? – preguntó Ashley molesta-. Ese profesor es jodido y lo sabes, es capaz de reprobar todos tus exámenes a tal punto de llevarte la materia, así como hizo con Noah, por algo repitió de año, a veces lo extraño.

- ¿Tú crees que me importa lo que haga ese profesor? Acuérdate que tengo una foto de él durmiendo sobre el pupitre, si me reprueba ya sabes que haré con esa foto y ni me menciones al idiota de Noah – comenté mientras buscaba asiento en la cafetería-.

-Como sea – exclamó Ashley rodando los ojos-. El viernes a la noche es el campeonato de básquet de los DallasBasket y está invitado todo el instituto, si ganan habrá fiesta en la casa del mismísimo Jack Collins, el capitán del equipo y obviamente vamos a ir – gritó emocionada mi amiga-.

-Yo paso, ya sabes que no me gustan esas fiestas y menos si las organizan esos idiotas.

-Si no vas te obligaré, estarán Grey Andrews, Thomas Keeper, Austin Mahón, entre otros bombones. Por favor – dijo mi amiga poniendo la boca en forma de puchero-.

-Iré solo porque mis padres no están y sabes que odio quedarme sola pero la única condición es que tienes que comprar helado y dormir en mi casa esa noche.

-Está bien – contestó mi amiga rodando los ojos-.

El día pasaba rápido y cuando quise acordarme ya estaba despidiéndome de mi amiga y caminando a mi casa, como siempre, sola. Cualquier adolescente de mi edad piensa que estar sola es lo mejor del mundo, pero no es así, menos cuando se hace costumbre y no tienes hermanos que estén contigo

Mi perdición más bonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora