Subidos De Tono Cuentos de Amor [CAMREN]

La Peregrinación

Camila Cabello era la hija mayor de los más importantes empresarios de Miami, el Sr Alejandro Cabello y Sinu Estrabao; era un matrimonio de inmigrantes que se habían establecido en la ciudad años atrás, eran bastante conservadores, con normas estrictas de comportamiento, normas que no cumplía la joven Cabello. Camila era la luz de los ojos para el Sr. Alejandro y consentía todos sus caprichos desde muy pequeña, por eso al crecer las cosas no cambiaron.

Nunca se le negaba nada a la castaña, pero ella sufría, lo que para su madre es, una "maldición"; una simple condición sexual conocida como Ninfomania. Su primera relación sexual fue a los 12 años, con el jardinero, la pequeña castaña lo observaba desde la ventana y no pudo resistir el deseo al verlo cortar los arbustos sin camiseta; para la Sra. Sinu no solo era una falta a la moral y las buenas costumbres bajo las cuales la habían educado, sino también un escándalo social, su primogénita acostándose con el jardinero a los 12 años, eso no estaba bien.

A medida que crecía su deseo desenfrenado también, a sus 15 años, hizo una pequeña orgía en su habitación, varios de sus compañeros de clase fueron los únicos invitados; su madre literalmente casi muere de un ataque cardíaco. Su padre le aconsejo a Camila que mantuviera a raya sus comportamientos, para él era solo una enfermedad, y había que tratarla de esa manera. Consentía que su hija debía satisfacer su deseo.

Para sus 18 años su padre la envió a estudiar a New York y darle de esta manera la libertad que ella tanto deseaba, una gran ciudad, muchas personas, podría por fin experimentar a sus anchas de toda su sexualidad sin reproche. Ya no tenia a su madre encima reclamándole sobre todos sus amantes, además por ser una gran ciudad nunca volvía a ver al mismo chico después de una noche de pasión que aunque para ellos era más que suficiente para ella solo mitigaba un poco el deseo que aún quedaba. 

Había vivido en la Gran Manzana los mejores años de su juventud, volver a Miami no sonaba tan bien, tuvo que hacerlo después de que su padre enfermara y bajo la promesa de que Sinu no se involucraría en nada con su vida, decidió quedarse en la casa familiar. Aunque sus encuentros casuales eran menos, podía mantener el control de sus instintos. Meses después tras la muerte de su padre, tuvo que apoyar a su madre y hacerse cargo del negocio familiar, conoce al hijo de uno de los socios de sus empresas, Austin Mahone, el hijo mayor de la familia y CEO de su empresa, el joven estuvo meses halagando a la joven latina, para ella era excitante ver el control que tenia en él; era un gran chico y se notaba que amaba a Camila. Para él, la condición de Camila no era un problema, ya que por su trabajo debía viajar constantemente, solo le pidió que siempre estuviera disponible y no importaba la lista de sus amantes.

Después de la boda, Sinu pensó que su hija cambiaría, cosa que no fue del todo cierta, si, su actividades de cama disminuyeron un poco, pero de vez en cuando se lograba leer en las notas sociales algunas "infidelidades" de la importante empresaria.

Para la madre de Camila esta situación era insostenible, buscó la ayuda de un amigo ministro que iba todas las tardes a charlar con su hija y tratar de hacerla entender que era un pecado lo que hacía, durante un tiempo esta situación logró entretener a Camila, pero perdió interés después de un tiempo; también buscara ayuda en una vidente, que decía tener contacto con el espíritu de una prostituta que no le auguraba un buen futuro a la latina si continuaba con sus actividades. En sus constantes charlar al parecer siempre aparecía la figura de una persona con una camisa de cuadros que pasaría a formar parte de la vida de Camila; esta revelación logro captar la atención de la morena y la excitaba, quería conocer a esta persona y ver que relacion tenia con ella.

La vidente conocía sobre la peregrinación de un Santo en un pueblo llamado San José, este Santo tenía la divinidad de curar a cualquiera de la maldición que poseía a Camila desde muy pequeña, la peregrinación se realizaba solo una vez al año; era la solución perfecta, en las propias palabras de Sinu. Enviaron a unos de los empleados a alquilar una habitación en el único Hostal de ese pequeño pueblo.