Una Rosa

217 17 5
                                    

Lauren Jauregui era una joven ejecutiva, tenia un trabajo, que para ella era conveniente; debía viajar constantemente, cosa que a ella le fascinaba. Era la mejor en su área y la mano derecha de su jefe, siempre dispuesta a comenzar un nuevo proyecto donde fuera, dentro o fuera del país, el destino no importa. Disponía de un pequeño pero cómodo apartamento ubicado en la mejor zona de Nueva York, en algunas ocasiones pasaban meses sin estar en su departamento; así era su trabajo. Lo único malo de su empleo era que por sus constantes viajes no podía mantener o crear un vinculo con alguien, ya fuera una relación amorosa o amistad; tenia casi un año sin ver a sus padres.

Aún así tenia amigas, Dinah, Normani y Allyson sin olvidar a su compañero inseparable, su teléfono celular, si, ella es una adicta a las redes sociales, sus manos siempre están ocupadas, en una un café y en la otra su teléfono, era como su mascota y como toda mascota tiene nombre Lauren le puso a su móvil Leo. Ella dormía con Leo, comía con Leo, se vestía con Leo, de ser posible se bañaría con él, pero eran los treinta minutos que el pobre descansaba.

Conoció a las chicas en un grupo de facebook hace un par de años, charlaron un poco y decidieron intercambiar números telefónicos; desde entonces conversaban todos los días casi las 24 horas del día. Gracias a su trabajo había logrado conocerlas, Normani y Ally viven en Texas y hace un año por uno de sus proyectos tuvo que viajar a esa ciudad y quedarse un par de meses los cuales aprovechó para salir con las chicas; por otra parte Dinah vivía en Miami, también fue a esa ciudad y se quedó ahí un par de semanas. Eran muy buenas amigas, apesar de la distancia y lo diferente que eran sus vidas, tenían una excelente relación, se apoyaban incondicionalmente y algunas veces hacían vídeo llamadas.

Pero como nadie es inmune al amor, Lauren no sería la excepción, hace exactamente un año por error en un numero se comunicó con una chica, una chica con una voz que la hipnotizo, no supo que decir por un instante, luego de un par de disculpas y algunas bromas, las chicas decidieron escribirse un par de mensajes y así comenzó todo, después de un mes las chicas ya se escribían con cierto afecto. Para Lauren no había mujer más hermosa que ella, sus ojos eran perfectos al igual que su sonrisa; soñaba con verla algún día, hacía planes para estar con ella pero su trabajo no le brindaba esa posibilidad. Sus amigas bromeaban de su "relación", pero siempre la apoyaban. 

Todo en ellas se basaba en confianza, era lo primordial, después de algunos meses decidieron hacer "formal" su relación, una relación a distancia; Lauren por su dedicación al trabajo no salía mucho de fiesta así que la infidelidad no la contemplaba como una posibilidad, en verdad estaba muy enamorada de su chica, confiaba ciegamente en ella, y ella le brindaba esa seguridad.

Un año después, lo consiguió, su jefe decidió enviarla a Boston, ya que decidieron comenzar un proyecto para la ampliación de la empresa; la ojiverde aceptó encantada, no solo porque le gustaba mucho esa ciudad sino que por fin conocería a su novia, la chica de sus sueños, dueña de sus pensamientos, estaría un par de meses y eso la tenía más que feliz. La primera en saberlo fue su chica, quedaron en verse apenas Lauren llegara.

La ansiedad la consumía, luego de registrarse rápidamente en el hotel, tomó un taxi para dirigirse al centro comercial donde se vería por primera vez con su novia. A las afueras del centro comercial había una señora vendiendo rosas, decidió comprar una, estaba nerviosa, pensaba que estaba bien, luego que no, otras veces si; y en sus pensamientos no se dio cuenta en que momento llego a la fuente, ahí era el lugar donde la vería, alzo la vista y simplemente su corazón dejó de latir o latía muy rápido, no lo sabia. Se detuvo a observarla un instante, estaba concentrada en su teléfono, si era hermosa en sus fotos, en persona era casi perfecta, su cabello liso, su perfil, parecía una muñeca de porcelana, un largo suspiro y determinación comenzó a caminar, se giro y quedo de espaldas a Lauren, cosa que aprovechó; cuando estuvo detrás de ella la abrazó por la espalda y puso la rosa enfrente.

Subidos De Tono    Cuentos de Amor [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora