La Niñera

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- Pero mamá, como es posible. No necesito una niñera - realmente estaba furiosa, mi madre quería dejarme un viernes por la noche con una niñera.

- Lauren Michell, ya te dije. La niñera vendrá y punto. Tienes 15 años pero no pienso dejarte sola a que invites a tus amigas e incendien la casa.

- Pero la Sra Cabello es una aburrida, me envía a la cama temprano. No quiero que venga - fueron mis últimas palabras, antes de correr a mi habitación.

Veinte minutos después escuché el timbre y como mi mamá abría la puerta - perfecto llegó mi tortura -

Mi madre como siempre arruinando mis planes, sólo quería pasar el viernes por la noche con mi novia, cosa que no podría hacer porque tenía niñera.

Después de estar un buen rato en mi habitación decidí ir a la cocina por algo de comer para volver a mi "cueva", no pensaba estar con la Sra Cabello viendo sus estúpidos programas de cocina. Al entrar a la cocina veo un hermoso trasero que se asoma desde la nevera y no es el de la Sra Cabello.

Cuando me acerco más, literalmente me quedé sin respiración, la chica al sentir mi presencia se volteó y me regaló la sonrisa más hermosa que había visto en mi vida, su cabello era hermoso y sus ojos, unos ojos color chocolate que me hacían sentir que traspasaban mi alma.

- Hola, me llamo Camila. Tu debes ser Lauren - ella se acercó estirando su mano. Por inercia la tome y sólo asenti, no podía pronunciar ninguna palabra - ¿Estas bien?

- Eh, si, claro, soy... Mmm soy Lauren. ¿Tu? - No le había prestado mucha atención a su nombre, estaba perdida en sus ojos.

- Camila, Camila Cabello. Soy hija de Sinu, tu niñera, sólo que hoy no pudo venir y me pidió el favor de venir - esa voz tan linda, que chica más hermosa.

- O sea, que tu serás mi niñera - dije como una afirmación.

- Sólo por esta noche - sonrió y podría decir que me enamoro - ¿Quieres hacer algo?

Normalmente si fuera la Sra Cabello ya estaría de nuevo en mi habitación, pero no lo haría si esa creación de los dioses estaría en mi casa - si, podemos ver una película. Si quieres, claro.

- Me gusta esa idea - dijo ella - que sea de terror.

- Por supuesto - dije con una sonrisa, era perfecta - haré las palomitas.

- Bien, yo buscaré la película - salió de la cocina y yo solté un gran suspiro. Y una idea cruzó mi cabeza, Camila Cabello estaría en mi lista.

- Esta todo listo - dije mientras me sentaba junto a ella en el sofá - ¿Encontraste alguna película?

- Si, ya casi va a comenzar. - Dijo y tomó algunas palomitas - están deliciosas.

- Es mi receta secreta - le guiñe un ojo de manera juguetona y ella sonrió.

Durante la película era adorable ver como se sobresaltaba y cubría sus ojos, por estar observadola no preste atención a la película, a veces nuestras manos se rozaban y ella sonreia algo apenada. Casi al final de la película nos dimos cuenta que estábamos casi abrazadas y nos alejamos un poco.

- Lo siento - me dijo ella y pude notar que estaba un poco sonrojada - las películas de terror me asustan un poco.

- No te preocupes, yo te protejo - dije en un tono bastante coqueto.

- Gracias - dijo y me dio un pequeño beso en la mejilla.

- No es nada, si quieres vemos otra película. De lo que quieras - dije mientras colocaba el tazón de las palomitas en la mesa.

- Me parece bien, pero podrías preparar más palomitas, estaban deliciosas.

- Claro, te las comiste todas - me levanté para ir a la cocina.

Prepare más palomitas y lleve unos refrescos. Después de ver la siguiente película, nos quedamos hablando un poco, me dijo que tenía 18 años y estaba comenzado la universidad, yo le hable de mis clases en el colegio.

Hablar con ella era fascinante, cada cosa que decía me entretenía, sin pensarlo me invadieron las ganas de besarla y haría lo que fuera por hacerlo.

Poco a poco me fui acercando a ella, cosa que no pasó desapercibida para la morena, aunque pensé que se alejaría me sorprendió cuando se acercó más.

- Tienes unos labios muy hermosos - definitivamente no razonaba cuando lo dije y ella no estaba preparada para mi confesión porque su mejillas se sonrojaron inmediatamente - lo siento, no se en que estaba pensando - me disculpe.

- No lo sientas, tu también tienes unos labios muy lindos - dijo y pasó su pulgar por el contorno de mis labios. Tome su mano y le di un suave beso a sus dedos.

Nos acercamos más y cada vez más, hasta que la distancia fue nula. Sentir sus suaves labios era el cielo, el beso comenzó lento, tan lento que era torturante, acaricie su mejilla con mi pulgar e intensificamos un poco más el beso, introduje mi lengua y comence a saborear su boca, su lengua jugaba con la mía. Lentamente la fui recostando en el sofá y me acomode sobre ella, mordia suavemente sus labios y ella acariciaba mi espalda.

Una de mis manos se perdió dentro de su blusa y toque su costado, sentí como se tensaba con mi toque y la respiración se hizo pesada, aunque nuestros pulmones pedían descanso no podíamos separarnos. Sentí como una de sus manos se posaba en mi trasero y sonreí internamente, esta chica era arriesgada.

Pense subir las cosas un poco de tono y deslice mi mano hasta el botón de su pantalón, no me detuvo en ningún momento, estaba a punto de soltarlo cuando un ruido nos hizo levantarnos rápidamente y arreglarnos lo que mejor podíamos.

- Cariño, no pense que estabas despierta. - Mi madre como siempre arruinando todo -  Hola Camila, espero esta rebelde no te diera problemas

- No señora, se portó muy bien, vimos algunas películas - dijo ella viéndome de reojo.

- Camila pensará que soy un monstruo, mamá - dije para defenderme - creo que me iré a mi habitación, adiós Camila. Un placer conocerte - dije con una sonrisa pícara.

- Adiós Lauren, el placer fue todo mio - dijo ella mientras me guiñaba un ojo. Negué con mi cabeza mientras subía las escaleras con una sonrisa de satisfacción, aunque mi mamá llegará en mal momento.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2017 ⏰

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