Detrás de lo que ves... (Otabek x Yuuri)

Capítulo 1: El inicio del rey.

Todo comenzó hace dos años estaba terminando mi primer semestre en la Universidad de Londres, la prestigiosa Oxford. Había hecho dos amigos Guang Hong Ji un omega como yo y un amistoso alfa al cual considero un hermano Phichit Chulanot, todo vislumbraba ir de maravillas e incluso había planeado usar esas pequeñas vacaciones para visitar otras partes del país en su compañía. Todo eso se fue al vil drenaje en el momento en que recibí la llamada telefónica de mi madre solicitando mi presencia en la mansión, al final de cuentas no podía negarme ya que seguramente se trataba de cosas de etiqueta y de la alta sociedad.

¡Oh vaya! No me he presentado... Mi nombre es Yuuri Katsuki, un omega de cabello negro y ojos café, nacionalidad japonesa y actualmente tengo 20 años. Provengo de una familia rica y poderosa, cuya fortuna se la debe a una lujosa cadena de hoteles repartidos por Asia y parte de Europa. Mis padres son Toshiya un alfa de buen carácter y Hiroko una omega dulce y cariñosa. Por consiguiente al pertenecer a una familia de buen status social he sido criado y educado con los mejores instructores, tener modales y a que nada me falte; aunque no por ello me volví alguien malcriado y mimado como la mayoría de jóvenes que están en el mismo círculo social. Me considero una persona tranquila, sencilla y siempre que este dentro de mis posibilidades ayudar a quien lo necesita.

Volviendo al tema de lo ocurrido hace dos años, con la mayor desilusión que me había embargado por ver mis planes de diversión en compañía de mis nuevos amigos frustrados, partí a Japón. Me deprimí por que esa sería la primera vez que disfrutaría de unas vacaciones sin la compañía de mis padres y me emocionaba de sobremanera, no tengo muchos amigos, tiendo a ser muy tímido y me cuesta socializar. Esto es tan evidente que regularmente si Yuko mi mejor amiga, una omega japonesa como yo, hija de una buena familia demasiado cercana a la mía, dueña de una empresa automotriz; no asistía al mismo evento o reunión, me la pasaba pegado al área de Buffett y solo cuando eran muy insistentes al punto de que rechazarlo sería considerado una grosería, accedía a bailar una pieza y no más. Esa vez Yuki, la Beta que por muchos años cuidó de mí como una segunda madre notó mi tristeza y en el momento en que atravesaba la puerta principal junto con mi pequeña maleta, solo pude decirle "Después te cuento". Fui directo a mi habitación para asearme tras el vuelo y con la mayor velocidad que pude traté de estar presentable para hablar con mis padres; justo cuando me dirigía a la puerta escuche un leve llamado de una de las chicas de la servidumbre diciéndome que en el despacho de mi padre me estaban esperando. Mis pasos eran pesados e inicie a maldecir mentalmente ser de buena familia, toque dos veces y entre cuando se me concedió el permiso.

-Yuuuriii- mi madre no se resistió y corrió a abrazarme como si no me hubiera visto en años cuando sólo habían sido meses. Correspondí y percibí el aroma natural de ella, fue cuando la verdadera sensación de estar en casa lleno mi corazón. Sin saber en que momento exacto, mi padre también se unió al abrazo y sonreí de la manera más sincera mientras de mis labios salió con voz alegre pero tenue "Tadaima". Después de preguntarme sobre el viaje y la universidad, mis papás retornaron a sus lugares y yo me sentaba en el sillón individual de ahí.

-Yuuri, me alegra mucho que todo este bien para ti en Londres y seguramente te preguntarás la razón por la cual te he hecho venir hasta aquí- fueron las palabras de mi progenitor y mi cuerpo se puso tenso ante la incertidumbre, asentía con mi cabeza y las palabras continuaron. - Bueno, tu sabes muy bien que nuestra familia es una de las más importantes en nuestro país... así que hemos sido honrados con el privilegio de ser los anfitriones de la familia Nikiforov mientras hacen sus negociaciones con nuestro Gobierno- dejo de hablar para que yo lo asimilara, si no mal recuerdo esa familia era de Rusia y se dedica a la investigación y desarrollo de armamento militar. Cuando me dijeron cada detalle de esa visita, supe que no me podría escapar de esta obligación.