Buscando mi propio final feliz

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Cuando ya estaba afuera de aquel sitio, lista para emprender el camino hacia mi casa recordé que antes debía pasar por la librería que se encontraba a dos cuadras de donde estaba, por lo que decidí ir a aquel lugar ya que me hacía falta otro libro con el cual entretenerme en mis tiempos libres cuando ya haya acabado el otro.

Conocía perfectamente como llegar, así que no tarde en abrir aquellas puertas y ver como cada uno de los libros se encontraban exactamente como los había visto por última vez.
Pero cuando alcance ver quien se encontraba detrás del mostrador pude notar que ya no era la misma chica con la que solía conversar, sino que era un chico.
Un chico alto de pelo castaño y sin mentir me pereció verdaderamente apuesto, llevaba unos jeans y una remera blanca un poco ajustada que le marcaba todos sus abdominales.
Este no noto mi presencia ya que se encontraba leyendo un libro de ciencia que al parecer le interesaba mucho, pero no me quedó otra opción que llamar su atención para poder irme rápido y no llegar tarde a mi casa. Por lo que se me ocurrió quitarle el libro...

Cuando ya tenía el libro en mis manos, el chico me observó asombrado no lograba entender nada de lo que sucedía. Me alejé un poco del mostrador por las dudas que el intentará quitármelo y comencé a hablar.

Conversación:

- Hola! Qué tal? Creo que empezamos mal no? - dije observando cada mueca que se lograba formar en su cara al escucharme hablar.

- Si tienes razón! Mi nombre es Allan Phillips y soy nuevo aquí, así que no está bueno que nos llevemos mal ya que nos veremos seguido.

A pesar de todo Allan no parecía tan mala persona. Estuvimos un rato charlando sobre como había llegado aquí, tanto que perdí la noción del tiempo.
Pero cuando a la mitad de la conversación me dio por agarrar mi celular no podía creer que yo Alice Daniels había olvidado por completo regresar a casa antes de que anocheciera por estar conversando con un completo desconocido.
Por suerte el pequeño y adorable perro seguía a mi lado.
¿Acaso mis padres me perdonarían esto?