Funcionó.

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(Give me all, give me all, give me all your attention baby)

Jeonghan entró cantando a la habitación, yo comenzaba a removerme entre las sábanas blancas.

-¡Oh! Buenos días. –Sonrió y dejando la taza de cocoa a un lado, saltó a la cama, con camisa abierta en pantaloncillos de dormir, despeinado con sus anteojos pues no usaba sus lentes de contacto.

-Buenos días. –Dije cubriéndome por completo, seguro lucía fatal sin estar arreglada.

Quitó la sábana que usaba como túnica hasta la cabeza.

-Han, ¿entonces le temes a la obscuridad? –Pregunté tierna.

-¿La obscur....? Ah. –Rió y mordió de su pan tostado.

-¿Qué es esa risa?

-No, no temo a la obscuridad. –Dijo sin más.

Un fuego de coraje se aproximaba.

-¿Qué?

-Espera, antes de que me mates... Tenía que usar un pretexto para que te quedaras y al irse la luz, fue... ¡¿No se acomodó perfecto?! –Sonrió como bobo.

Sólo cubrí mi rostro, no sabía si odiarlo por haberme mentido o aplaudirle porque su artimaña funcionó.

-Oye no te enfades, llevo más de una semana tratando de llamar tu atención y tú sólo me ignoras. –Dijo bebiendo de la taza.

-YO NO TE...-Callé.

-Lo siento. –Se acercó y jaló la sábana.

Daba besos entre las palabras sin dejarme hablar, si trataba de articular una palabra solo decía "SH" y besaba.

-Me gustas mucho. –Sonrió.

Ya no importaba.

-También me gustas Jeonghan. –Dije con ese tono de esposa enfadada.

-Se mi novia. –Dijo.

-Después de esto era lo mejor que podías pedir. –Dije con una media sonrisa.

-Después de esto, se supone que aceptes. Eres mi primera mujer. –Dijo coqueto.

-Tsh. –Reí.

¿Cómo había terminado todo ese embrollo en esto? Como sea, las mejores cosas no tienen sentido.

No fue casualidad | JeonghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora