Desapegos y desahogos

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• -por que no solo morías?- dijo una sombra distorsionada dentro de mi

-a que te refieres- respondí sorprendido.

-tu destino era morir y lo rechazaste. Me das asco- dijo con voz siniestra y lo único que pude contemplar fue su sonrisa algo grande, demasiado siniestra -lo único que has hecho es extender tu sufrimiento. Bueno, fue tu decisión; te estaré esperando hasta que estés listo a afrontar tus propias consecuencias-.

-ESPERAAAA...- grite con todo mi aliento en busca de explicaciones, pero fue en vano desapareció entre la oscuridad de mi mente y no tuve mas remedio que esperar lo que sucedía. saque unas lagrimas por la conmoción de lo que había dicho y ahí fue cuando la vi a ella.... •

-¡¡MIERDA!!, pero que mierda han hecho- grito una mujer a través de todo nuestro hogar, supongo que por el desorden del inconveniente de ayer- todo esta hecho mierda...-.

Debido al grito me desperté conmocionado y con lagrimas en los ojos; no recuerdo el por que estaba llorando, pero recuerdo que debió de ser malo. Viendo en la puerta a una gran señora con atuendo azul marino y una boina color negro inclinada ligeramente hacia la derecha. Llevaba puestos unos grandes lentes de sol color café y debido a eso no la reconocí... hasta que:

-Que acaso no me recuerdas pequeño bastardo?- dijo con una sonrisa en la cara.

Era mi tía Clarice. Es la tía mas cercana que tenemos por parte de nuestro padre y la única persona de nuestra familia que recordábamos bastante bien. No ejercía un trato agradable con nosotros, por que debido a nuestra existencia nuestro padre debió de mudarse con mama para cuidarnos, y por eso ella quedo sola. Ella es lo que se le conoce como ... una zorra.

-Ho..hola ti..tía- dije con nervios.

-¿Que pasa?, ¿acaso te comió la lengua el asesino?- dijo con tono burlón y una risa de mierda.

-Eso no es gracioso señora, por favor absténgase de esos comentarios- dijo un oficial de manera muy respetuosa.

-Esta bien, discúlpenme por reírme de la vida-grito con sarcasmo.

Ahí fue cuando comprendí la  situación actual. Ella debía de cuidarnos al ser el único familiar cercano que teníamos. Era una mala situación, pero creo que es mejor que quedar bajo el cuidado de un orfanato por el simple hecho de que me separarían de mi hermana, con ella por lo menos podría estar a su lado.

-¿Vienes a cuidarnos?- pregunte con odio por el anterior comentario.

-Eso creo; los policías me contactaron para hacerme cargo de ustedes por un tiempo- dijo con un tono bastante serio para ser ella - podrías dejar de tocarle los senos a tu hermana?

-¿Qu... que?- sin darme cuenta tenia mi brazo derecho sobre el pecho de mi hermana que aun se encontraba dormida.

De repente quite mi brazo de ahí y mi hermana despertó.

Me golpeo por haberla despertado seguido de un regaño común de ella; cuando acabo se fijo en la puerta y se llevo una sorpresa.

-¿Tía?- dijo asustada.

-Pues si pendeja, ¿quien mas podría ser?

Sacó a Sagiri del cuarto para hablar con ella personalmente y quede solo en la habitación. recordé el por que de mis lagrimas al despertar,  aquel sueño, aquellas palabras que me hicieron sentir mal. debido a esto decidí escribir una nota para desahogarme.



Guia para vivir cuando estas muerto por dentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora