Guia para vivir cuando estas muerto por dentro

Delirio

Una semana ha pasado desde que ví por última vez a mi hermana, hoy será el dia en que la visitemos y probablemente le den de alta, dicen que ella preventa mejorías (o es lo que dijo el doctor la última vez que llamó). 

Siento que ella no querrá verme pues por mi es que ella acabo en el hospital y tuvo una crisis de locura, aparte que por mi creo que nos metimos en este lío. Siento que la debo dejar en paz un poco, debe de odiarme. Creo que no debería ir, pero mi tía no me deja estar solo en casa eso creo, la soledad es algo maravilloso que poco comprenden pero ni yo la comprendo. Iré.

Ya yendo en el bus hacia el hospital en que Sagiri reposaba, ví a una chica de aspecto extraño como de mi misma edad y muy linda, demasiado. Portaba un vestido de un color blanco demasiado puro, similar al que se usa en las fiestas santas (primeras comuniones, bautizos, bodas,etc), de pelo grisáceo y ojos claros, color mármol. Parecía que fuese a un cementerio, pero aparte estaba sola, o eso parecía ya que no había nadie a su al rededor que de preocuparse o la acompañara a su destino. Me quedé observándola fijamente debido a su increíble belleza, pero ella bajó en la siguiente parada de autobús. Quede de solucionado de no poderla ver más o aún más, poder hablarle, pero soy muy tímido y no creo confiar en alguien mas aparte de mi hermana.

Llegando a el hospital, me pareció ver al conductor del taxi por una de las ventanas de nuestro transporte, pero es difícil afirmarlo ya que estaba un poco lleno el bus. Tal vez sólo sea un delirio.

En la entrada del hospital observe un vendedor ambulante de dulces, pero sólo me fijé en una cosa, unos pockys, los dulces favoritos de Sagiri en todo el mundo; decidí comprarlos y así alegrar su tarde.

Camino a el dormitorio de ella, recordé a la bella chica de el bus, tan hermosa, tan misteriosa, reservada para ella misma; aunque pensándolo bien me recuerda a alguien, pero no lo recuerdo, debió de haber pasado hace mucho tiempo en la escuela o en algún parque cercano.

-Hola hermanita, ¿como te encuentras?- pregunté con desespero por el estado crítico en el que ella estaba.

-Supongo que bien, igual no creo que sea muy importante, pero igualmente gracias por preocuparte - dijo con una mezcla entre un sonrisa y una mirada bastante fría y sería.

- Está bien Sagiri, entonces procederemos a darte de alta por presentar mejorías en tan sólo una semana. Felicidades - dijo el doctor de esa habitación.

El doctor decidió salir para visualizar a los otros pacientes que también se encontraban en cuidados intensivos.

- De acuerdo Sagiri, empaca tu ropa que regresaremos a casa en poco tiempo - dijo la tía que no está acostumbrada a decir este tipo de cosas y menos por al menos uno de nosotros.

- Igualmente el dia de mañana tenemos que dirigirnos a el "jardín"- lo dije susurrando, tanto que ni yo me escuchaba, ni se entendía como el siseo se dispersaba a el rededor de mi boca.

- Si, lo se - respondió Sagiri con un tono algo irritado debido al comentario incómodo, supuse.

- Bueno, sin más preambulos vamos pronto que este lugar me trae mala espina, andando - dijo mi tía con un afán un poco molesto.

Salimos del hospital al rededor de las 6:00 pm y pudimos ver cómo el poco sol que quedaba se escondía entre el horizonte. Mis experiencias me dicen que algo malo se aproxima. Aunque ya no se si creer en mí mismo o en lo que la situación dictamine.

Será mejor llegar rápido a casa, muero de hambre...