Compulsivo - (Ziall) [2]

Una última vez

Abro los ojos sintiendo los parpados completamente pesados, un dolor punzante me atraviesa la cabeza, mis mejillas tienen los residuos de las lágrimas secas por llorar toda la madrugada y siento como si un auto me hubiese arrollado.

El departamento está en total silencio, mi habitación se mantiene como siempre, a oscuras. Tomo mi celular y observo la pantalla; 11:40 de la mañana.

Me mantengo así por un rato sintiendo los músculos destensarse ¿Dónde está Louis?

-¿Louis?- Llamo.

Mi voz se hace eco por todo el lugar ¿Habrá salido?

-¿Louis?- Intento de nuevo.

Nada.

Sintiéndome capaz de moverme sin caer al piso, me levanto de la cama con un ligero mareo que desaparece segundos después. El suelo se mantiene frío.

Salgo de mi habitación siendo recibido por la solitaria sala y el pacifico silencio que evita que un dolor de cabeza termine partiéndome el cerebro en dos.

El lugar se mantiene limpio, ordenado como siempre, todo en su respectivo lugar y las cosas totalmente relucientes, típico de Louis.

Cruzo a la cocina, tomo un vaso, lo lleno de agua y me siento en la mesa a pensar.

Algo debe estar pasando, Louis no sale del departamento hasta la hora de ir a trabajar ¿Y si lo necesitaban temprano? ¿Salió a comprar algo que falta? No, hace pocos días fue al mercado ¿Entonces?

Mis pensamientos se dispersan al escuchar el cerrojo de la puerta seguido de unas pisadas. La puerta de la cocina se abre con lentitud dejando a la vista un cuerpo con bolsas colgando de los brazos y dos cajas de donas que desde mi ángulo no dejan ver su rostro.

Al dejar las cajas y las bolsas sobre la mesa observo sus brazos cubiertos por una sudadera pegada al cuerpo hacerse más gruesos, automáticamente descarto a Louis, él no tiene bíceps tan grandes.

-¡Ho! ¡Dios! ¡Niall me asustaste!- Escucho esa grave voz.

Definitivamente no es Louis.

-Josh ¿Qué haces aquí?- Cuestiono mirándolo con una sonrisa.

-Maldición- Maldice con un deje de decepción en su rostro.

-¿Josh?-.

Suspira.

-Bien... Louis me dijo que despiertas muy tarde y quería hacerte una comida sorpresa y pasar el día juntos, aún que la comida la compré porque no se cocinar... ¿Sorpresa?-.

-Awwww- Me levanto riendo ligeramente –No tenías que hacerlo- Lo abrazo.

-Pero quiero hacerlo- Corresponde el abrazo.

Me siento un poco extraño entre sus brazos.

-Es un gesto muy lindo de tu parte-.

-Bueno, quería que esto fuera especial porque no podía esperar hasta en la noche, pero creo que se vino abajo el plan-.

-¿Plan? ¿De qué hablas Josh? ¿En la noche?- Interrogo confundido.

-Y lo terminé de arruinar- Se golpea la frente.

-¿Me explicas?- Me alejo un poco acariciando sus brazos.

Resbala sus manos hasta dejarlas en mi cintura. Sonrío nervioso.

-Quería preguntarte formalmente si querías ser mi novio-.

Algo dentro de mí se remueve, una ligera sonrisa se aparece en sus labios.