Mikasa y Eren se conocieron en la escuela cuando eran pequeños. Ella se enamoró de él, y finalmente acabaron saliendo juntos. Pero todo va a cambiar ahora que Eren va a vivir con ella y con su hermano mayor... Levi Ackerman.
¿Qué esta haciendo Ere...
-¿Que te haga mío...?-susurró tirando del pantalón de Eren hacia abajo.- Piensa bien lo que dices...
-Lo he pensado muy bien.-se echó sobre el torso de Levi y le desabrochó la camisa. - Me gustas... mucho...-se acercó algo sonrojado y le dio un tímido beso en los labios.
Levi le pasó la mano por el pelo con delicadeza, después acarició su mejilla y se perdió en los ojos de Eren. Ese niñato le hacía sentirse especial. Tiró de su barbilla hacia abajo para inclinarlo sobre él y lo besó de nuevo. Notó chispas en su pecho al hacerlo.
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-Esta bien...-susurró en su oído. - Me gusta verte celoso.
-No... no estoy cel...-Eren se tragó sus palabras al notar la boca de Levi atacar su miembro. Diablos, aquello era tan bueno que podía morir allí mismo.- Mmmm....-ronroneó sonriente, cerrando los ojos para sentir sólo a Levi.
El menor apoyó las manos en el reposa-brazos del sofá y se elevó sobre Levi. Comenzó a bajar y a subir su cuerpo lentamente, metiendo y sacando el pene de la boca de Levi. Quería hacer de todo con él. Quería ser atrapado en sus redes y fulminado en ellas. Notó sus manos agarrándole el trasero, haciendo que se la metiera hasta el fondo en la boca.
-Ahhh...-gimió Eren al notar el calor y la humedad en toda su carne. La mamada no era suficiente para calmar su capricho con aquel hombre. Quería marcarlo y ser marcado por él, eliminar cualquier marca de otro hombre. Vale, tal vez estaba celoso. Haría el amor tantas veces como otros lo hubieras hecho antes, borraría aquellos males de su hombre. - Qu...quiero... darte placer a ti... nnh....-agarró con fuerza el sofá al notar la lengua rotar en torno a su glande, apretándolo y rodeándolo de saliva.- Yo.. ah... ¡ah...! -iba a correrse si seguía haciendo aquello.
Levi no soltaba su miembro ni un segundo. Quería dibujar cada milímetro con su lengua. Estaba tan caliente que sólo podía pensar en devorarlo sin piedad. Pero algo lo sorprendió en medio de su trabajo. Eren había cogido una de sus manos y había comenzado a lamer fogosamente sus dedos. Imitaba a la lengua de del mayor, y trataba de seguir aquella coreografía. Cuando tuvo aquella mano llena de saliva, la dirigió hacia su trasero y la colocó en su ano.
Atendiendo a las súplicas del pequeño, Levi masajéo su entrada y empezó a meter uno de sus dedos. Aquello no estaba nada dilatado. Sería difícil meter su pene allí. Eren se quejó al notar su dedo dentro, pero no soltó la mano.
-Agh...-masculló Eren al notar como un segundo dedo entraba en él. Aquello era muy doloroso, y eso que las manos de Levi eran finas.
Desabrochó el pantalón del mayor y encontró una erección ardiente apuntando hacia él. ¿Cómo iba a meter aquello dentro suyo? Si dos dedos dolían tanto, no quería ni pensar lo que pasaría con aquello. Se tensó sólo de pensarlo, y aquello solo empeoró el dolor.
-Eh...-dijo Levi sacándose el miembro de Eren de la boca. Se incorporó hasta estar frente a él y sacó sus dedos de su interior.- Tranquilo. No tienes que hacerlo a la fuerza, ¿vale? -en realidad Levi estaba deseando hacerlo, pero debía ser educado.
