La Muñeca Esta Aquí(un ángel Derrotado)♠♥♣♦

Mudanza

(Bueno aquí esta el segundo capitulo y pos solo diré que este tiene un detalle importante en mi opinión y espero que lo noten :v...no sé que mas decir solo que...bye y espero que les agrade el capitulo😝😺)
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Era una noche fría, se escuchaban claramente mis pisadas sobre el cemento y algunas gotas de agua que caían sobre el zinc oxidado. El pasillo es largo y oscuro, solo se veían las partes iluminadas por la luna, tengo que correr rápido antes de que me atrapen. Escuchó su risa detrás de mí, mis piernas empezaban a temblar. Me fallaron y me hicieron tropezar haciendo que cayera en seco sobre el suelo helado recibiendo unos cuantos raspones en los codos y rodillas, también un golpe fuerte en la cabeza. De pronto sus pisadas se hicieron más lentas, se detuvo frente a mis ojos con esa risa cínica levantando un cuchillo afilado para lanzarse sobre mí y.desperté.

Abrí mis ojos de golpe con el sudor frío deslizándose en mi rostro. Sin darme cuenta estaba en el jardín trasero. Todas las noches tenía ese tipo de pesadillas que no me dejaban dormir tranquila, parecían tan reales, odiaba soñar.

Cuando era niña mi madre me llevo al psicólogo porque temía que estuviera loca como su hermana, Olivia, quien murió atropellada por un auto mientras caminaba sonámbula diciendo cosas como; no quiero morir o no me obligues.

El psicólogo solo dijo que yo era una niña consentida, que solo quería atención, desde entonces no volvió a llevarme...odiaba a ese psicólogo...

Levante la vista un momento para admirar la bella luz de la luna y sentir como el frío viento acariciaba mis mejillas. Luego de un momento de paz me dispuse a regresar a mi habitación arrastrando mis pies descalzos sobre el pasto con algo somnolienta.

Al entrar a la casa escuche a mi madre hablar por teléfono con mi tía; -Gracias de verdad...aja...si...si, mañana mismo...te lo agradezco de verdad...mañana no mudamos...

Mi rostro no expresaba emoción alguna, no me importaba, si era verdad ya no tendría que aguantarme el bullying que me hacen mis compañeros. Empecé a subir las escaleras lo más silenciosa que podía para que no se diera cuenta que había escuchado.

- ¡Melody! -Dijo mi madre sorprendiéndome.

- ¡Ha! lo siento mamá, venía del baño...-Dije yo mostrando mi mejor sonrisa.

-Empaca tus cosas, mañana nos vamos-Dijo mama seria mientras se volvía hacia la cocina.

Nuestra familia pasaba por una crisis económica hace tiempo, tal vez por eso mi madre decidió mudarse, aunque cabía el hecho de que el dueño del departamento le dio un mes para que nos fuéramos. Eso a mi parecer distancio a la familia ya que últimamente mis padres discutían mucho y parecían alejarse cada vez más de mí.

Subí a mi habitación para alistar las maletas, aunque para ser honesta no tengo muchas cosas, aliste tres pares de zapatos, veinte juegos de ropa, mi computadora junto con su estuche, algunos libros, entre ellos: "varios mangas y el libro de Coraline" y un poco de maquillaje que me habían regalado junto con una bufanda negra y dos pijamas.

Me dedique el resto de la noche a dormir lo más tranquila que me era posible.

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Al día siguiente mi madre me despertó llamando a la puerta para que me preparara porque nos íbamos dentro de 2 horas. Mire hacia mi reloj y eran las 3:00 a.m. Fui a darme una ducha rápida y me dispuse a vestirme con unas medias altas negras, una blusa de Totoro, un short negro y unas converse...negras.

Antes de irnos me mire al espejo mientras era iluminada por los rayos de sol que comenzaban a asomarse. Mi piel era tan blanca como una hoja de papel, mi cabello negro caía por lo hombros deslizándose por la espalda, mis ojos verdes eran brillantes y oscuros con el iris color gris, los rasgos de mi rostro son delicados y finos, más o menos cachetona y de piel suave.