¿Qué pasaría si...? | Haikyuu genderbend |

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Genderbend: Suga, Kiyoko, Michimiya.

Pairing: Daisuga, (como habrá más de una parte de este "qué pasaría" se aceptan peticiones de parejas).

¿Qué pasaría si Suga fuera madre soltera? (I)
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La reunión de antiguos integrantes del Karasuno era al día siguiente y Sugawara Kotori no podía evitar sentirse muy, pero que muy nerviosa. Llevaba casi seis años sin saber nada de los chicos por iniciativa propia y aún le sorprendía que Shimizu Kyo, su mejor amigo del instituto, la hubiera encontrado y contactado. Era misión imposible rechazar cualquier petición de Kyo, así que terminó aceptando sin darse cuenta.

La razón por la cual Suga había evitado a sus queridos ex compañeros de equipo era puro miedo, no quería que ellos pensaran como su progenitor cuando se enteró de que estaba embarazada. No quería que el Karasuno la repudiase como lo había hecho su padre tiempo atrás.

Todo había pasado en su último año de universidad, a escasos meses de cumplir veintidós. Días después de pasar la noche en casa de su novio éste le informó que el condón se había roto y que se le olvidó decírselo antes, que se las apañara para evitar un embarazo no deseado. Pero fue tarde y no hubo suerte. Su ex la dejó nada más saber la noticia y su padre se puso como un demonio cuando se lo contó, el único apoyo que tuvo en aquel tiempo fue su madre. El miedo de que sus amigos la odiasen también la cegó y terminó huyendo y escondiéndose, siendo su madre la única persona que sabía su paradero y con la que mantenía en contacto. Empezó una nueva vida y terminó la universidad a distancia.

Un ruido la sacó de su ensoñación y le sacó una ligera sonrisa. Dejó de lado la maleta para girarse y mirar a su pequeña niña de cinco años y medio.

—¿Pasa algo, Eri? —preguntó agachándose a su altura.

La niña, que por suerte era idéntica a su madre en aspecto, asintió repetidamente.

—Eri no sabe si llevarse a Kara-chan o a Suno-chan al viaje para ver a los antiguos amigos de mamá, mamá dijo que sólo me podía llevar la pelota y un peluche —explicó, con el ceño fruncido.

Kara y Suno eran una pareja de peluches de cuervos que Suga no pudo evitar comprarle a Eri cuando los vio, la niña le había puesto esos nombres porque había escuchado muchas historias de su madre del equipo de voleibol de su juventud.

—Bueno —Kotori se llevo un dedo a los labios, haciéndose la pensativa—. Si se trata de ellos Eri puede llevarse a los dos.

Los ojos de Eri se iluminaron y saltó hacia su madre para darle un fuerte abrazo.

—¡Eres la mejor, mami! —exclamó, contenta.

Suga rió y le devolvió el abrazo con cariño.

—Venga, termina de hacer tu mochila, Cariño, que saldremos pronto. No podemos perder el tren.

La niña salió corriendo de nuevo para terminar de guardar sus juguetes en la mochila. Suga volvió a centrarse en terminar la maleta, en la que había ropa suya y de Eri y dos neceseres con cepillos de dientes, peines, esponjas y demás. Se quedarían unos días en casa de sus padres para que Eri conociera a su abuelo, quien se había arrepentido de cómo se portó con su Kotori.

Volver a Miyagi sería algo bueno para ella: iba a reconciliarse con su padre y volvería a ver a sus queridos idiotas del volley.

..:•:..

Daichi, Kyo, Asahi y Michimiya Yuichi eran los encargados de organizar la reunión. En un principio sólo iban los integrantes de Karasuno de cuando volvieron a las nacionales, el entrenador Ukai y Takeda-sensei. Los cuatro amigos se encontraban en el lugar en el que harían la reunión para asegurarse de que todo estaba preparado para el día siguiente. Pasarían allí el día entero, desde por la mañana hasta la noche, algunos hasta se quedarían a dormir en el local.

Shimizu, con su habitual semblante serio y sereno, se paró de repente, extrañando al resto.

—¿Kyo? —Yuichi fue el primero en romper el silencio.

El antiguo colocador suspiró con suavidad, antes de contestar la duda de los tres castaños.

—No sabía si decíroslo o que fuera una sorpresa, pero creo que deberíais saberlo vosotros por lo menos y que sean Tanaka, Hinata y el resto los que se lleven la sorpresa —empezó el de las gafas—. He conseguido contactar con Suga, va a venir.

Los chicos enmudecieron, sin saber que decir.

—Por cierto, no viene sola, pero no me ha dicho quién es su acompañante.

Y si antes los había sorprendido, ahora la bomba había sido aún más devastadora. Sobretodo para Daichi, pues Suga fue su primer amor.