Cuatro.

2.1K 184 52
                                    

Capítulo cuatro: Que hijo de puta Mendes.

Deva.
Me desperté por el molesto sonido de mi celular, avisándome que alguien me estába llamando, lo tome y mire la pantalla, era Scott, deslice el botón y conteste.

–Buenos días Scott—salude.

–Buenos días nena, querías saber qué harías hoy—pregunto.

–La verdad no mucho, tengo que ir a recoger algunos papeles del departamento y más tarde iré a desayunar algo, estoy de vacaciones, el colegio empieza dentro de dos semanas así que no tengo mucho que hacer si no hasta la noche—informe a Scott.

–Si quieres yo te puedo acompañar por los papeles del departamento y te invito a desayunar, ¿qué dices?—pregunto, a lo cual dude un poco en aceptar.

Lo pensé por algunos instantes y respondí.

–Claro Scott pero la verdad no quiero causar molestia alguna.

–Oh Deva, cariño tú no causas ninguna molestia esto lo hago con gusto—respondió. Cuando me llamo cariño sentí como un escalofrío recorrió mi cuerpo entero—bien paso por ti en veinte minutos.

Después de haber dicho eso colgó. Debo admitir que me da un poco de miedo estar con Scott depues de lo que me dijo sobre sus negocios me daba un poco de inseguridad estar con el.

Me levante y me cambie de ropa, tome unos jeans de mezclilla azul cielo, una blusa blanca de manga larga y unos vans negros. Me puse un poco de rímel e hidratante para labios, peine mis cejas y mi cabello también.

Salí de mi habitación y me senté en una de las sillas del comedor a esperar a Scott. Debo admitir que últimamente me siento incómoda con el.

Mi teléfono comenzó a sonar y vi que era el, tome las llaves, mi pequeño bolso y salí.

Shawn.
Entre a la bodega de los rusos y camine hacia donde se encontraba John.

–Shawn, que bueno es verte por aquí—sonrío.

–Vengo a devolverte los noventa y siete kilos de cocaina John—lo interrumpí. Sonreí.

John me miro atónito.

–¿Qué? ¿Por qué?—río nerviosamente.

–Sabes no me conviene cómprarte, quedamos que todo tu equipo ma daría lo que quiero y uno de tus socios me ha negado algo que deseo mucho sabes—me senté, lo mire e hice una mueca de poco interés—sabes, me iré con los chinos, son fieles y creo que tienen mejor producto.

Me levante y me di la vuelta, cuando estaba apunto de caminar John habló.

–Es por la chica, ¿verdad?—me giré—no te preocupes Shawn, le diré a Scott que más le vale que te la dé si no quiere amanecer muerto.

Sonrei, yo siempre consigo lo que quiero.

Deva.
Después de pasar casi toda la tarde con Scott nos encontrábamos en McDonald's comiendo, eran las cuatro de la tarde aún tenímos tiempo para llegar puntuales al trabajo.

–¿Entonces qué quieres estudiar?—pregunto mientras hundía una de sus papas fritas en el aderezo. Lo mire.

–Administración de empresas—respondí. Le di una mordida a mi hamburguesa y lo volví a mirar.

You got me; Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora