Ya nada es igual, la Tierra ha cambiado.
Los Vengadores ya no son anónimos; el mundo los mira, los juzga y los condena. No perdonan Sokovia, no perdonan Alaska; hay que rendir cuentas y aceptar los Acuerdos.
Becky también ha cambiado; su evolución s...
Después de que el complejo de los Vengadores fue sellado nuevamente y se aseguraron que no hubiera intrusos en alguna parte, se convocó a una reunión a primera hora de la mañana para detallar lo que había sucedido. Según Friday, sólo el aire acondicionado y los sensores de la pista de aterrizaje habían resultado dañados; sin embargo, todos permanecían en estado de alerta ante una nueva invasión al edificio.
Ninguno había podido conciliar el sueño y se había avocado a proteger el lugar de la mejor manera que podían de acuerdo a sus cualidades. Becky había permanecido en su habitación con Aiden dormido en la cama que ella compartía con Steve. Sus ojos permanecían heterocromáticos tratando de percibir alguna nueva energía pero sólo sentía las de Wanda y Visión.
En cuanto las niñeras llegaron, ella tuvo que despegarse de su hijo para acudir a la reunión y así ver con detalle si había nueva información. En la enorme mesa colocada al centro del laboratorio de tecnología, se encontraban ya Tony, Steve y Wanda; poco después se les unió Natasha. Cuando Becky entró a la sala, no pudo evitar ver el semblante nostálgico de Black Widow, quien se recompuso a los pocos segundos para evitar preguntas. A su lado, la silla vacía de Clint presionaba fuerte el pecho de ella.
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Steve besó en la frente a su esposa y acercó la silla donde se sentaría al lado de él. Le preocupó que ella no dejara ni un segundo de usar el cristal al haber formado un cinturón de energía alrededor de todo el complejo, la veía cansada pero entera. Tony y Natasha la miraron expectantes pero ella se mantuvo en silencio.
—¿Piensas que volverán? —preguntó Wanda en voz baja, temiendo romper el trance en el que parecían encontrarse sus ojos.
—Claro que lo harán, fue demasiado fácil para ellos. —Becky la miró y como respuesta obtuvo un leve destello escarlata en los ojos de Maximoff.
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El último en sentarse alrededor de la mesa fue Sam Wilson, quien entró después de haber dejado su exoesqueleto en el salón de armas. Tony comenzó a manipular las pantallas holográficas y así recabar la información. Becky se sentía fuera de lugar en una reunión de Vengadores, pero tenía que estar enterada pues su hijo estaba bajo ese mismo techo.
