Parte I

155 9 1
                                    


— Cariño, saldré con los chicos esta noche vuelvo más tarde - dije tomando a Carla de la cintura haciéndola girar para que quedara frente a mí - dios, cuanto la amo - era afortunado de tenerla.

—  Ten cuidado - dijo ella mientras posaba sus manos detrás de mi cuello, nunca me imagine que después de todo lo que había pasado ella siguiera conmigo.

— Si preciosa - respondí mientras me iba acercando más sus labios y de un momento a otro solo sentí como me besaba y mordía mi labio inferior.

 Aquel fue un beso dulce, de aquellos que te hacen recordar muchas cosas.

Flashbak 

Las sirenas de la ambulancia hacían demasiado ruido e íbamos a una velocidad alta intentando llegar al hospital para ayudar a mi amigo.

— Deban, dile a Carla que la amo - él solo me observaba con los ojos inyectados de sangre y a punto de comenzar a llorar de nuevo, me partía el alma verlo así.

—Todo estará bien, no tendré que decírselo porque tú lo harás, vas a estar bien - podía sentir como la voz de mi amigo comenzaba a quebrarse y las lágrimas amenazaban con salir. Sabía que quería verse fuerte, él no quería que yo tuviera miedo - Todo estará bien - fue lo último que él dijo para después derramar algunas lágrimas que intentaba apartar con desespero, tomo mi mano, pero yo ya no tenía fuerzas.

— Cuídala y hazla saber que la seguiré amando, no importa lo que pase, te quiero amigo - en ese momento lo único que recuerdo es la voz de Deban gritando mi nombre, pero cada vez se oía más y más lejos.


Patrick estaba recostado en una camilla, enchufado a demasiadas máquinas, el silencio reinaba la habitación hasta que minutos después de haberlo ingresado lo único que se escuchó fue aquel pitido que anunciaba la muerte de alguien. Deban entro a la habitación donde yacía el cuerpo de su amigo inerte, recostado se le veía tan tranquilo ahí, pero quien diría que su muerte solo era el comienzo de una serie de acontecimientos que llevarían a Carla al abismo de donde aquel pelinegro la había salvado hacía ya tanto tiempo.

Fin del flashback

Carla (pov's)

— Carla ya levántate, ¿es que tú no entiendes o te vale todo lo que te digamos tu madre y yo? - me desperté por los gritos de mi padrastro Adam, un hombre de piel blanca, ojos color miel, cabello largo, alto y de complexión delgada.

— Ya bajo - realmente no tenía ánimos de bajar, tenía resaca y estaba hecha un asco, me miré al espejo, tenía los ojos hinchados y unas ojeras que se notaban horrible, además de un terrible dolor de cabeza. No debí de haber tomado anoche, pero ahora lo único que faltaba era que papá no se enterara de mi incidente o tendría problemas. Eso sin contar mi estupidez, así que solo quedaba confiar en que mi padre tuviera piedad, aunque eso era lo único que no tenía mi padre, piedad.

Flashback de la noche anterior

Estaba en casa de mi padre, en el patio, junto a mi mejor amigo, hablando un poco del futuro y cosas qué ya habían pasado hace un tiempo, hasta el punto de qué todo se volvió aburrido y decidimos salir de casa, estuvimos un rato por la carretera hasta qué llegamos a un club al otro lado de la ciudad. Decidimos entrar y divertirnos, hacía mucho qué no sabíamos juntos; lo último qué recuerdo es haber estado bailando con mi amigo Sandro, en ese momento tenía muchísimo alcohol en el cuerpo como para recordarlo, pero ahora estaba con un tipo que sabía moverse bien, juro por dios que iba también que de no haber sido porque me intento besar, hubiera dejado que jugara un poco más.

 Me alejé un momento de su lado para ir a buscar a mi amigo y sí que lo encontré, estaba con una castaña que tenía un buen cuerpo, pero realmente no me gustaba para nada cómo esa tipa se le restregaba así que comencé a bailar entre la multitud dejando que algunos tipos me tomaran de la cintura; en parte era para llegar hasta Sandro sin que se diera cuenta y la otra era para que notara que me tocaban y se pusiera celoso, es mi mejor amigo, él nunca deja que se me acerquen demasiado a excepción de Patrick.

Logre captar su atención cuando estaba lo bastante cerca y un chico logro tomarme del brazo sin dejarme ir, la mirada de mi amigo era una completa obra de arte, estaba molesto, se le notaba por como miraba a aquel chico, me prendía la forma en la que sus brazos me tomaban de la cintura pegando mi cuerpo con el suyo, pero podía ver como mi amigo se enojaba por no poder ser el quién me tocara de esa forma, de un momento a otro solo sentí como era arrebatada de los brazos de ese chico y chocaba contra un cuerpo duro.

— No sabes como me molesto ver cómo ese idiota te tenía tomada de la cintura, pero no sabes lo feliz que estoy de que ahora solo te tengo para mí, nena debemos irnos - a decir verdad Sandro era bastante atractivo y todo, pero solo era mi amigo, claro que alguna vez tuvimos nuestra historia, pero siempre quedamos más como amigos.

— Bueno, vámonos - pero antes de poder decir una cosa más alguien me interrumpió.

— Nena, mira que te vengo a encontrar por acá - su voz era tan sexy y siempre lograba erizarme la piel.

— ¿Liam? - aquella voz provoco que mi cuerpo se pusiera rígido.

— Hola hermosa, ¿tan pronto te vas sin siquiera despedirte nena? - todos en el lugar se quedaron callados y cómo no, no siempre puedes ver a los hijos de los mafiosos más temidos en todo el territorio reunidos en un mismo lugar. Aquel idiota tenía una sonrisa socarrona que se le miraba muy bien, era sexy, alto que carajos estás pensando, es un idiota Carla.

— ¿Qué te parece si me das un beso y corres conmigo?, la última vez te gane y esta podría ser la revancha, ya luego te puedes ir preciosa - eso último lo dijo mirándome a los ojos provocando que me sonrojara.

— ¿Así que me ganaste la última vez? - lo dije en forma de burla, provocando que Liam se molestara y apretara sus puños, me acerque lo bastante hasta quedar lo suficiente cerca de su boca para susurrarle algo que solo escucháramos ambos - No pierdas la cabeza cariño, ya sabemos que no puedes conmigo - me iba a apartar de una vez, pero me tomo de la cintura pegándome a él.

Liam Antoni Van Damme, mi exnovio hace ya algunos ayeres, un chico de 21 años, cabello negro, con un cuerpo muy bien trabajado y muy atractivo, el típico chico moja bragas, lo conocí en una fiesta de gala que mi padre organizaba cada año para presentarnos frente a sus amigos y socios del trabajo, aunque algunos ya nos conocían siempre entraba alguno nuevo y por eso la fiesta.

 Lo conocí cuando tenía 10 u 11 años, y desde ese momento nos convertimos en buenos amigos y nuestros padres trabajaban juntos, así que nunca hubo problema en que él estuviera la mayor parte del tiempo en mi casa o yo en la suya, a mi hermano Alek nunca le agrado mucho Liam, pero igual jugaba con nosotros cuando él venía a casa.

Cuando éramos novios siempre competíamos en todo y siempre queríamos ser los primeros en las carreras, pero con el tiempo hubo algunos problemas entre mi hermano y él, algo que mi padre y yo pensamos que no era de gran importancia; tiempo después nos hicimos novios, quien lo diría la parejita de mafiosos más temida, la gente decía que porque éramos jóvenes no duraríamos demasiado. Duramos solo un año, pero después de eso nada sería igual, padre y el de Liam, el señor Van Damme, tuvieron algunos desacuerdos en su momento.

Fin del flashback

© MI PECADO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora