The pretty dark[Pesy Nedwards]

🌸CUATRO🌸

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿42 horas? ¿un día? ˂ojalá fuera más˃ pensó Perrie. Pues tan solo habían pasado cinco horas, cinco malditas horas ya se encontraba de nuevo con Jace. Deseo con todo su ser que después de su último encuentro pasara mucho tiempo sin encontrarse. Como cuando desaparecía por semanas, pero al contrario de ello se encuentra pegada tal cual sabandija al castaño, pero claramente no por cuenta propia.

Estaban de nuevo en un antro, en una reunión de "negocios" de Jace con todos los posibles proveedores de drogas y demás negocios ilegales. Y al parecer es su obligación estar sentada en su regazo, mientras el castaño hablaba con algunos hombres, algunos jóvenes, en su mayoría viejos y al igual que él, con mujeres, bueno, jovencitas sentadas en sus regazos con vestidos diminutos.

Lo que le recordó a un verso de Marina "y no hay más lugar para la imaginación, porque todos ven todo" ciertamente tenía razón. Gracias al cielo el castaño no le insistió que llevara un vestido del mismo talle que aquellas desdichadas prostitutas, y no lo dice por su profesión, lo dice por ir de acompañantes de esos repugnantes hombres, que las estrujaban a su antojo.

Paso la velada con un asqueroso Jace acariciándole la pierna, no despego su mano en ningún instante. Pero además de ello, todo el tiempo sintió una molesta mirada-además de la de Jace en algunos instantes-trato de evitarla, pero la curiosidad le gano. Se topo con una mirada demasiado profunda, a decir verdad.

Un chico de no más de veinte años, piel morena, cabello castaño obscuro irregularmente rizado y unos ojos tan azules como un cielo de verano completamente despejado. A pesar de iluminar su rostro con su irradiante sonrisa y conllevar amenas pláticas con los presentes, no le dio ni un poco de confianza a la ojiazul. Tal vez se deba a la manera en que ha estado observando durante dos horas. Así que se excusó con Jace de que iría al sanitario e hizo una carrera rápida hacia los mismos, en su camino empujando a una que otra persona, pues al salir de la zona VIP, donde era la reunión -que claramente es más tranquila y más segura- había gente a montones. Lo primero que hizo al llegar al baño fue recargar ambas manos en el lavamanos y respirar hondo.

˃Realmente necesito irme de aquí o me dará un ataque por tanto contacto físico y por estar tanto tiempo callada˂ no es como si tuviera algún tipo de trastorno. Pero demonios, eso es muy exasperante. Minutos después escucho la puerta abrir y cerrarse, pero lo ignoro por completo, podría ser cualquier persona sin relevancia para ella misma, a lo cual se quedó estática. No hasta que sintió una respiración en su cuello y el agarre de alguien en sus caderas. No temió tanto, pues podría ser Jace de nuevo, no habría sido la primera que vez que ponía un pie en un baño de mujeres. Pero se alarmo cuando las manos se sintieron un poco más pequeñas que las de Jace.

Miro hacia el espejo y en el reflejo detrás de ella diviso al chico que estuvo acosándola con su mirada anteriormente. No pudo ni moverse, entro en una clase de shock. Con toda su fuerza mental logro moverse, el moreno al percatarse de que la ojiazul quería liberarse de su agarre, hizo más opresión en sus caderas y pego su pelvis al trasero de la rubia, haciendo que la chica estuviera completamente en contacto con el lavamanos, inclusive llego a un punto en el que el pecho de la chica se encontró posado contra el frió material del lavamanos.

-Eres demasiado caliente como para estar con ese estúpido-Acerco el rostro al cuello de la ojiazul y dio una honda inhalación-demasiado dulce-hizo un movimiento demasiado brusco, restregando exageradamente su pelvis en el trasero de Perrie.

˃Estas en muy graves problemas Perrie˂

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Jesy jamás habría creído llegar a tratar de auto-humillarse. Tal y como se lo había propuesto Jace, comenzó a utilizar sus...atributos femeninos, hay que llamarlos así para que no se note la promiscuidad. Claro que al principio se opuso completamente a ello y eso conllevo a hacerla pensar distintas alternativas, pero ningún método que se le ocurrió fue efectivo. El primero fue actuar como si estuviera bajo el efecto de alguna de aquellas sustancias toxicas, pero eso claramente no dio buenos resultado, tan solo atemorizo a las personas ¿tan malo era decirle a las personas que le había hecho un oral a un extraterrestre y este tenía 3 testículos?

<Nota mental: la gente es muy refinada y delicada>

Su segundo método fue pedirle al barman que le ayudara a venderle droga a sus clientes, pero el pobre diablo se negó, diciendo que no quería meterse en problemas. Basura. Aunque ciertamente ella hubiera contestado lo mismo, claro, que no es el momento para pensar en ello. Agradeció al cielo el barman no hubiera llamado a seguridad.

Otra de sus opciones era meterse a la cárcel y traficarla. No sonaba tan mal la idea, pero claramente no quería estar tras las rejas.

Después de notar que no tenía ninguna otra opción recordó algo ¿porque no lo recordó antes? En un antro con un nombre bastante sencillo y extravagante tenía cierta fama, más bien era un aliado. Un señor de edad algo avanzada, obviamente canoso, llamado Richard. Ese bondadoso hombre -a los ojos de la ojiverde-, tiende a comprar un poco de su mercancía, en las ocasiones que corría con suerte el viejo le compraba todo, según tenía entendido, él le compraba y revendía la droga a un precio nimiamente más alto. Aún seguía sin entender porque el señor se mostraba tan noble con ella, pero nunca lo cuestionaba.

Al llegara a "Dark" lo primero que hizo fue dirigirse al área VIP, donde siempre se encontraba. Y vaya suerte, no se encontraba, en ese exacto instante recordó que Richard le había dicho que ya no iría al lugar con tanta frecuencia como de costumbre. Solo distinguió a su hijo único, que no contaba con ningún parecido con el viejo paliducho, a excepción de sus ojos azules, era lo único que ambos hombres compartían. Pues el chico cuenta con ojos azules, piel morena, cabello finamente ondulado igualmente castaño y a su corta edad cuenta con una estatura prominente. Todo lo contrario a su padre, con piel muy pálida, complexión pequeña, además con un carácter muy serio. También tomo en cuenta que Jace se encontraba ahí mismo, conversando amenamente con los hombres del círculo, él tenía a una chica en su regazo, mas no presto demasiada atención en ello, pues era común para ella ver al castaño con cualquier tipo de chicas.

Observo que el castaño se dio cuenta de su presencia y esté le dijo con los labios claramente sin soltar ninguna palabra, que se pusiera a hacer su trabajo, lo cual con aburrimiento comenzo.

<Hora de la cacería> 

Unas pocas horas más tarde termino, sin ningún gramo de cualquier droga, con el recuerdo de haber pateado a más de un hombre en las bolas por haber tratado de propasarse se dirigía hacia la zona VIP para ver a Jace, en el camino fue chocando con una que otra persona, pero la más importante fue la chica rubia del día anterior, la vio entrar a los sanitarios. Tenía planeado ir hacia ella cuando saliera, pero hubo un pequeño cambio de planes cuando vio que el hijo de Richard iba tras ella. Espero un poco, se dirigió al baño, ojalá y ocurriera nada malo con Perrie, pues no tenía ánimos de golpear a nadie ese día. Pero talvez eso cambie.