Abril

Yú Yīn

Ruido silencioso

IX. Yú Yīn (sust.): ruido prolongado que suena en los oídos justo cuando algo deja de sonar.

"Llevaba tiempo pensando en esto y creo que mi decisión de dejar de estar juntos es lo mejor para nosotros. Que ya no puedo más, no consigo dormir teniendo tantos monstruos haciendo ruido en mi mente. No quiero que pienses que te he dejado de querer o que ya no me importas, porque jamás me perdonaría eso. ¿Pero cómo querer a alguien si no eres capaz de quererte a ti misma? Sami, eres el hombre de mi vida y mi primer y único amor y no creo en el dicho «hay más peces en el mar», porque no me gusta el pescado y porque no quiero enamorarme de otra persona, me niego a ello. Y qué decirte cuando me dicen lo típico de «el tiempo lo cura todo, pronto le olvidarás» cuando lo único que quiero hacer es cerrar los ojos y soñar que estamos juntos, abrazados, y que se pare el tiempo, porque ese idiota realmente nunca se para. Sé que esta carta no tiene sentido ahora, después de un mes... Pero quería decirte que recibo tus llamadas y tus mensajes y que Marco me dijo que estabas hecho polvo y no quiero que estés así, porque tú no eres así, Sam.

No podía dejarte más tiempo dentro de mi vida, porque acabarías igual de destruido que yo y no me lo perdonaría en la vida. No sabes lo que es sentir de repente que no vales nada, por mucho que te digan lo contrario; que no eres suficiente, por mucho que tú, me dijeras lo contrario; que no soy lo suficiente guapa; cuando eran las primeras palabras que salían de tu boca por la mañana.

Creo que te merecías una explicación, por haberme querido como nunca lo había hecho nadie. Arréglate, vístete con tu camiseta favorita (la que te manché de cerveza en su día), sonríe y sal a la calle con tus amigos otra vez y conoce a otra chica que te sepa dar lo que yo no he podido. Sé feliz por mí, ¿vale?"

Termino de leer la carta y sonrío, odiando a la única persona que he amado, por hacerme quererla más y no poder estar a su lado.