CORAZÓN DE UN ESPÍA

Capítulo 8: Los Ángeles

"MIS SERES QUERIDOS"

Las cosas entre Joshua y Elizabeth atravesaban un período crítico. Desde que ocurrió lo del accidente de bala se habían distanciado de manera sumamente drástica, ahora no se saludaban más que al comienzo del día, eso les dolía a ambos pero nunca dejaron que el otro explicara la verdad de lo que estaban pensando o sintiendo, así que lo cierto era que los dos se lo habían buscado; los meses habían pasado y seguía distanciado de ella, aunque lo cierto era que la extrañaba demasiado, tanto que la soñaba todas las noches sin falta alguna—Buenos días Joshua.

—Hola Vernon—contestó él indiferente aun con los audífonos puestos, la distancia que tenía con la Srta. Mackenzie lo había vuelto algo retraído, cosa que le preocupaba no sólo a Vernon, sino también al mismo Woozi, siempre había sido un aprendiz ejemplar pero, todo había cambiado desde ese accidente de bala—¿Para qué quieres ver al coordinador?

—Cosas mías Hansol—dijo él irritado al mismo tiempo que Vernon abría la boca dejándose llevar por la sorpresa; de pronto llegó Coups con semblante serio, pasando al lado de Joshua le comentó—ya puedes subir a la oficina de Woozi, Hong.

—Gracias—contestó él fríamente tomando camino escaleras arriba. Una vez ahí se quitó los audífonos y tocó la puerta con suavidad, esta se abrió de par en par dejándole entrar sin siquiera anunciarse, no era necesario, pues Woozi ya sabía que Hong vendría a verlo, aunque no sabía para qué—Buenos días, Hong.

—Buenos días señor—dijo él mirándolo a los ojos.

—¿En qué puedo servirle, Hong?—preguntó él tomando los papeles que tenía al frente suyo, Joshua respiró hondo y caminando hacia su superior para sentarse le contestó seguro de sí, al menos por el momento—¿Ya tiene todo listo para mi misión?

—¿Estás completamente seguro de que quieres hacer esto, solo?

—Sí, señor. Seguro—completó él con los puños cerrados sobre la mesa.

— ¿O es que haces esto porque estás molesto con Elizabeth?— ¡Rayos! ¿Cómo pudo saberlo? Con sus palabras desarmó a Joshua astutamente, se quedó helado, sin decir nada, el chico enano sonrió con suficiencia, había dado en el clavo.

—Eso es... eso es algo que...

—¿No me importa? ¿Seguro?—Woozi se puso de pie, con los ojos llenos de furia acorraló a Joshua contra la pared, golpeándola con los puños, agregó—¡Me importa desde que supe que se trataba de la mujer que amo!, ¡Sí me importa!, ¡Me cambió por ti!, ¡Te eligió a ti!, ¡No le importó romperme el corazón!, ¡No actúes como idiota Hong!

—Yo... yo no sabía lo que sentía eso por ella...—el chico de piel blanquizca negó con la cabeza molesto, después le respondió a su contrincante en amores mirándolo a los ojos, expectante de lo que pudiera decir—Sólo te enfocas en tus sentimientos y te olvidas de los de Liz, no piensas en alguien más que tú.

—¿De qué estás hablando?

—Seré directo con esto, ¿La amas Hong?, ¿La amas?—Joshua no se esperaba esa pregunta ¿Cómo se atrevía a preguntarle eso?, sin mirar si le hacía daño o no, dijo con un suspiro bajando la mirada, pues ahora que sabía que había alguien más enamorado de su chica, tenía miedo de que los sentimientos de ella pudieran cambiar—Sí. La amo Woozi. La amo.

—Entonces no hay nada más que decir—dictaminó el coordinador—tu misión será en Los Ángeles.

—¿Mi ciudad?

—Sí, hay un traficante de drogas anidado ahí, tu misión es descubrir cuál será su próximo movimiento para que después Vernon y Moon lo atrapen. ¿Preguntas?