''León, ¿nos vamos a comer?'' Cap 63

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Amaba cumplir retos y este, era uno.

― Espero que me recibas con los brazos abiertos― Seguí su juego

― Mmm, no solo te recibiré con los brazos abiertos, ya lo veras― Finalizó la llamada.

Me sentía como una tonta. Mis manos sudaban un poco y mis pies no paraban de moverse. Mantenía los ojos cerrados en el asiento trasero del coche que David, el guardaespaldas contratado por León, conducía.

¿Cuál sería la reacción de León al verme? ¿Sería acaso que me recibiría conalegría? Posiblemente si, pues me había quedado claro en la conversación telefónica que él ya había bebido algunas copas.

Después de unos cuantos minutos el coche se detuvo y ni siquiera espere a que David abriera la puerta, simplemente salí dispara tan rápido como pude y entre al bar. Mire detenidamente todas las mesas pero León no estaba en ninguna. Me acerque a la barra y pregunte por él, cuando me mostraron su cuenta mis ojos se abrieron como dos platos, León había pedido tres tragos dobles de los más caros. El barman señalo hacia el fondo de la barra. Sentí como recuperaba el aliento al ver a León sentado en un banco frente a la barra, levantando su vaso contra la luz color verde y sonriendo levemente.

Camine hasta él y me senté a un lado. El parecía no notar mi presencia.

― León, vamos a casa― Dije poniendo mi mano sobre su brazo. El se giro sobresaltado.

― Violetta ¿qué haces aquí? ― Pregunto con voz grave

― Me preocupe al saber que estabas aquí, no me gusta que tomes― Me levante― Vamos

Sorprendentemente León se levanto y tomándome por la cintura me condujo a la salida. Antes de llegar al coche, me gire para ver a León. Parecía molesto.

― Jamás vuelvas a buscarme cuando salga, ahora ve a casa― Dijo serio

― No regresare sola, tu vienes conmigo― Conteste con la misma seriedad

León se paso una mano por su cabello y lo despeino por completo. Su mirada era intensa y obscura, estaba dolido… y un poco tomado.

― No me dejaras marcharme sin ti, ¿o sí? ― Dije con media sonrisa

― ¿Por qué me haces esto, Violetta? ― Se acerco a mí y con delicadeza rodeo mi cintura con su brazo― Me torturas de una manera dulce, tierna e inconsciente― Su aliento choco contra mis labios

― Has bebido demasiado― Pase saliva― Vamos a casa, por favor

― ¿Me besarías en este preciso momento? ― Levanto una ceja y rozo lentamente mi boca

― Si, ¿por qué lo dudas? Si es por tu aliento que refleja el número de copas que has bebido…

― No, no es por eso― Me interrumpió― Pero dime algo, ¿puedes besarme y evitar pensar en el hombre que amas?

Ese comentario realmente me lastimo y me obligo a bajar la mirada, pero León me hizo mirarlo

― Veo que no― Sonrió con pesar― No te culpo, debes quererlo demasiado

― León basta, por favor― Dije con suavidad

― ¿Te duele la verdad? ― Pregunto con ironía― Ese idiot*a es tan afortunado de tener tu amor― Acaricio mi mejilla― ¿Por qué te enamoraste de él, y no de mi?

― Si me enamore de ti, León

― No me tengas lastima, odio que las personas digan cosas agradables para hacerme sentir bien― Aclaro su garganta y miro al suelo― Andando

León me hizo girar y caminar hacia el lado contrario. Pronto visualice su coche

― Dame tus llaves, yo conduzco, tú has bebido y no puedes― Metí mi mano en uno de los bolsillos de su pantalón.

Mientras yo iba al volante, León miraba por la ventanilla mientras intentaba no caer dormido. Por el retrovisor yo notaba que David estaba siguiéndonos. Al llegar a casa apague el coche y mire disimuladamente a León, quien estaba más dormido que despierto. En ese momento alguien abrió mi puerta

― ¿Se les ofrece algo más? ― Pregunto David. Ambos negamos con la cabeza― Entonces me retiro, estaré durmiendo en la casa de servicio, por si necesitan algo

― Gracias― Dije con sinceridad.

― Que descanses― León abrió la puerta y comenzó a bajar. Lo imite.

― Tu igual―

En ese momento me sentí triste y completamente vacía

Un mes, un mes había pasado desde aquella noche en el bar.

Aunque suena a muy poco tiempo, para mi cada día parecía una eternidad. Nada me dolía más que el levantarme cada mañana con la esperanza de que él me diera un beso, un abrazo o simplemente me saludara, pero no lo hacía. Si León y yo cruzábamos palabra más de una vez al día, era un logro.

Nuestra relación se estaba yendo al vacio. Pero este día sería diferente…

Con el pasar de los días le había demostrado a David, el guardaespaldas, que no tenía la menor intención de huir de casa, y por tanto adquirí ciertas libertades, prueba de ello era que me encontraba atravesando las puertas de la empresa Interworld business, la empresa de León.

― ¡Señora Vargas es un gusto verla de nuevo! ― Dijo sonriente la secretaria

― Gracias― Sonreí― ¿León está ocupado?

― No. O al menos hace cinco minutos no lo estaba― Dijo entre risas― ¿Puedo hacerle una pregunta?

― Seguro

― ¿Por qué nunca regreso a trabajar a esta empresa? ― Me miro aguardando una respuesta

― León no lo creyó conveniente, debido a que estoy embarazada― Mentí. Pues la verdadera razón era que durante este tiempo él procuraba estar lo más lejos posible de mí.

― Oh, ya veo. Bueno, ¿gustaría que le avise al señor León que usted está aquí?

― No es necesario, prefiero sorprenderlo. Con permiso― Sonreí

Al llegar a la puerta de la oficina de León respire hondo y entonces gire la perilla. Lo primero con lo que me encontré fue su mirada, ese par de ojos que me hipnotizaban.

― ¡Violetta!― Dijo sorprendido― ¿Te sientes mal o algo?

― No

― ¿Entonces…?

― Te invito a comer― Sonreí ampliamente, el solo me miro con el ceño fruncido― Te dejare elegir el restaurante

― Gracias, pero tengo mucho trabajo

― Oh vamos, en nada te afecta tomarte unos minutos para comer conmigo― Lo anime― Eres el jefe, tienes derecho

― Siento mucho que hayas venido hasta aquí y desperdiciado tu tiempo― Apretó los labios

― Que manera tan educada de decir no― Hable en tono bajo, pero él me escucho.

― Tal vez si no tuviera tanto trabajo― Hizo una pausa― Pero si quieres...

En ese momento la puerta de abrió bruscamente

―León, ¿nos vamos a comer? ― Pregunto una voz a mis espaldas.

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Nuestro Amor Esta Oculto (Leonetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora