El chico comenzó a tocar el piano. Las primeras notas de la cancion eran hermosas. "Este chico sí que sabe tocar el piano, es muy bueno" pensaba Amy.
I've been alone
Surrounded by darkness
I've seen how heartless
The world can be
…
Lo que duro la canción, nadie en la mesa de Amy dijo una sola palabra y si alguien intentaba decir algo ella les hacía seña con sus manos para que se mantuvieran en silencio. Ya que le habian hecho pasar vergüenza para que él se la dedicara, lo mínimo que podían hacer era prestar atención.
Cuando termino, todo el público aplaudió. Él, solo se limito a alejarse del piano, para así tomar nuevamente la guitarra, no sin antes mirar a Amy y hacerle una pequeña reverencia con la cabeza mientras le sonreía. Ella le devolvió la sonrisa tímidamente.
-¿Decime si no te gustó este regalo extra que te hicimos con Dalia?- le dijo Lucas a Amy.
-¡No, no me gustó!- contestó -Es decir, muy linda la canción y el chico muy amable en dedicármela, pero ¿Cuál es la necesidad de hacerme pasar vergüenza frente a tanta gente?-
-Vamos, tampoco lo pasaste tan mal, si hubieras visto tu cara mientras escuchabas la canción y como le hiciste seña a Ben para que no hablara cuando quiso. ¡Si eso no dice que te gustó, estoy loca!- replico sagazmente Dalia. Todos intercambiaron miradas y luego rieron –Ok, obviemos la última parte, ya todos sabemos la respuesta a eso- las risas siguieron en aumento.
-Bueno…es que…emm… él fue amable en dedicar la canción, lo minimo que podíamos hacer era mostrar respeto y ser civilizados mientras cantaba- dijo Amy.
La canción le había gustado, y mucho; más de lo que pensó que le habría de gustar, pero no iba a dejar que sus amigos lo supieran, se lo debian por haberla hecho sonrojar cuando el chico la vio por primera vez. Además los conocía y sabía que iban a dar demasiadas vueltas en el tema.
-Igual agradezco la intención, la canción era muy linda, pero para la próxima no me sorprendan con algo así- prosiguió Amy cuando pudo calmar la marea de pensamientos y conclusiones que se estaban armando en su mente.
-¡Uh! Nosotros que para tu próximo cumpleaños queríamos sorprenderte con strippers!- interrumpió Nicole desde uno de los extremos de la mesa. Las risas regresaron con más fuerza.
La noche estaba siendo muy divertida y placentera, pasaron un rato mas conversando y riendo.
El chico del escenario seguia cantando pero ellos no le prestaban tanta atención como cuando cantó la canción para la cumpleañera, solo lo escuchaban ocasionalmente.
Amy se levantó para ir al baño, que estaba ubicado del otro lado del bar cerca de la barra.
Al pasar casualmente por ahí (y de regreso) decidió pedir algo para tomar. La barra estaba mas de la mitad ocupada, pero encontró en el extremo izquierdo un banco vacio y se sentó a esperar al barman que estaba en la otra punta de la misma.
Estaba jugueteando con su celular cuando escucho una voz que le decía -¿Qué te sirvo?- Levantó la mirada, y para su sorpresa “grata sorpresa” pensó, era el chico del escenario.
Ella no se había dado cuenta que él había dejado de cantar.
Cuando él la observo, le dijo con una gran sonrisa -¿Vos no sos la chica que cumple años?-
Amy se quedó paralizada por lo que esperaba hayan sido solo dos segundos pensando en que él la recordaba y cuánto le gustaba eso a ella; para luego contestar -Si, soy yo- sintió que de a poco se iba sonrojando -Perdón por mis amigos que hicieron que me dedicaras una canción, no sabia nada sobre eso- le dijo acompañando sus palabras con un simple gesto que realizo con su cabeza, expresando lo mucho que se oponía a lo que había pasado.
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Ese chico del bar
Fiksi PenggemarUn dia como cualquier otro Amy conoció de casualidad y de una forma, bastante inusual podríamos decir o sin querer, a un chico que con el tiempo podria llegar a ser "el hombre de su vida" (como suele decirse comúnmente) o a su chico perfecto.