Capítulo 3

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Maggie

- linda ¿que ha pasado? - abrazó fuerte a Robert y continuó llorando - Maggie, me tienes asustado.

Me separó y me siento junto a la ventana.

- te he estado esperando, me dijiste que llegarías a dormir a la casa y no te habías aparecido.

- él volvió - Robert me mira confuso.

-¿Quién regresó?

- mi esposo - él se sienta junto a mi, veo que intenta tomar mi mano pero se detiene - ya puedes tocar mi mano.

Asiente y la toma entre las suyas.

- ¿ya no le temes a los virus?- suspiró.

- no era por que fuera maniática a los virus, no quería desatar una maldición en mi vida.

- ¿maldición? - Robert frunce el ceño - ¿de qué hablas?

- es una maldición de amor Robert, ya no importa,  ya se desató.

- ¿con tu esposo?- asiento - ¿por que la maldición esperó cinco años?

- no lo dejé tocarme, desde niña siempre sospeché que lo mio sería como la historia de Sounya, mi padre me decía que el amor llegaría con un toqué - me abracé y mi mirada estaba en el exterior - Edmund me tocó y sentí que el mundo se estremeció y se detuvo para sólo existir Edmund y yo.

Robert se rasca la nuca.

- quiero esa maldición para mi - levanta ambas cejas de arriba, abajo, le doy un golpe en su brazo.

- no sabes lo que dices - suspiró - no podré amar a nadie más solo a Edmund, lo celare... - vuelvo a llorar.

- linda...

- es que quiero matarlo, se viene a mi mente todas las mujeres con las que debió estar y quiero castrarlo.

- joder Maggie, con eso no se juega, es el orgullo de uno.

- eres un idiota Robert, tú por que vives cagado de amor por tu jefe no miras hacia ningún lado.

Se encoge de hombros.

- sé que le muevo el piso, sólo que no quiere aceptarlo, mira este pecho- lleva su mano a su pecho  músculoso - debe soñar con recostar su cabeza en él.

- joder contigo Robert, yo llorando y tú mojandote con tu jefe.

Suspira y estira sus piernas, Robert era un pedazo de hombre.

- ¿por qué no fuiste tú?- recuesto mi cabeza en su hombro.

- el destino no lo quizo Maggie - puso sus dedos en mi barbilla y  levantó mi rostro y me miró a los ojos, acercó su rostro al mio, cerró los ojos y rozó mis labios con los de él, me quedé de piedra.

- ¿qué mierda pasa aquí? - me separó de Robert quien me susurra.

- agradecemelo luego - lo miró con la boca abierta, el maldito lo hizo a propósito,acababa de sacudir un panal de avispas.

Edmund está rojo y su mandíbula está apretada, enarcó una ceja. Me cruzó de brazos y me recuesto en la silla.

- nos estábamos besando - Edmund camina furioso hacia mi.

- ¡eres casada! - la furia me recorre al imaginarlo con todas las tipas que debió estar en estos cinco años, me pongo de pie y lo miró a los ojos.

- ¡tú también lo eres maldito y te has acostado con toda falda que se mueve delante de ti!- Robert se pone de pie, Edmund lo mira con furia contenida.

- lo siento por ti amigo pero Maggie y yo tenemos una relación y no renunciare a ella sólo por qué tu has decidido jugar a la casita - desvió la mirada, es que Robert debió estudiar actuación y no diseño gráfico,era bueno fingiendo.

- para tu mala suerte, está casada y es ¡mía!.

- no soy tuya Edmund, no soy tu esposa realmente, así que ve a joderle la vida a la modelo - respiré profundo quería sacarle los ojos.

Edmund no responde y se abalanza sobre Robert, estoy en shock, esta pegandole.

Ambos empiezan a repartirse golpes, dan ganas de sentarse y comer palomitas para ver quién pega mejor, sacudó la cabeza y me acercó a ellos,como puedo apartó a Robert quién está sangrando de una ceja.

- ¡Edmund eres un idiota! - corró al cuarto de baño a buscar el botiquín cuando voy a girarme, mi esposo está en el umbral de la puerta, tiene el labio partido.

- ¿vas a curarlo a él?- asiento.

- dame pasada Edmund - él está quieto escudriñandome con su mirada.

- ve a curarlo, quizás tienes razón debó buscar a Francia - mi mente trajo a la memoria el rostro de la modelo de lencería y mi furia creció...maldita maldición de amor, miraba a Edmund antes que me tocará en el periódico y no sentía ni mierda ahora deseaba meter su cabeza en la taza del retrete y ahogarlo.

- ¡búscala maldito y te juró -besó mis dedos en señal de promesa - que te castro de un sólo tajo!  - abre más sus ojos - si no me crees capaz has la prueba y sólo verás tu pene en el suelo con todo y tus huevos.

Pasó junto a él dándolo un codazo en el estómago, lo escuchó gemir de dolor, llego a la sala y Robert está junto a la ventana, se gira y su rostro está manchado de sangre, le tiendo el algodón con alcohol.

- lo siento Robert - él se acerca y me mira.

- no te preocupes,debo irme, envíame un mensaje quiero saber lo de la maldición detalle a detalle.

- ¿por qué? -Robert acaricia mi mejilla.

- vamos a hacerlo morir de celos por los cinco años que anduvo metiendola en cualquier agujero, aunque eso deberías hacer, buscarte un amante real.

- eres el peor consejero, que bueno no te dedicas a eso - Robert me miró a los ojos.

- estoy disponible si decides hacerlo.

- eres gay - se encoge de hombros.

- no sería malo experimentar que se siente hacerlo con una mujer.

Ruedo los ojos.

- te ha sacudido el cerebro los golpes.

Desvía la mirada y sonríe.

- quizás tu maldición tiene efectos  Maggie - se dirige a la puerta y me quedo sin saber que quizo decir.

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Holisssss esperó les gusté el capitulo.

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Kgerals 👰

Casi Esposa© #Serie 9 Areválos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora